ARMHA y CeAQUA critican a los "apóstoles de la Transición" por defender a Martín Villa: "espadón del franquismo"

Este martes salían a la luz las cartas de varios expresidentes y exsecretarios generales de CCOO y UGT apoyando al ministro franquista Rodolfo Martín Villa, responsable, entre otras cuestiones, de la represión de la huelga de Vitoria-Gasteiz de 1976 y la mantanza de cinco sindicalistas. Ahora la Querella Argentina le juzga por crímenes de lesa humanidad.

Martín
Rodolfo Martín Villa.

Más de ciento cincuenta personas resultaron heridas de los gases lacrimógenos, el fuego real y las pelotas de goma que Martín Villa envió para acabar con la movilización obrera.

Estas cartas de los que se supone fueron los “padres de la democracia” salen a la luz dos días antes de que la jueza Servini tome declaración a Martín Villa, precisamente por este caso en el que se le imputan "delitos de homicidio agravado" y “crímenes de lesa humanidad”.

La respuesta de ARMHA y CeAQUA a Zapatero, Aznar, Gónzalez, Rajoy y los que se supone defendían los derechos de la clase trabajadora Redondo, Méndez, Gutiérrez y Fidalgo, entre otros, no se ha hecho esperar: “Dicen que el tiempo lo cura todo, pero no es una afirmación que se pueda aplicar a todos los ámbitos de la vida, al menos, no en lo que se refiere a la memoria histórica en nuestro país”.

Las asociaciones memorialistas y principales impulsoras, a falta del apoyo del Estado, de la querella argentina ofrecen a todos ellos una valiente y sencilla lección de historia, “la dictadura franquista empezó con los asesinatos de miles de ciudadanos y ciudadanas españolas y no terminó con la muerte del titular de la Jefatura del Estado”.

Mientras éste se debatía artificialmente entre la vida y la muerte, recuerdan, altos funcionarios estatales como el mencionado Martín Villa, “negociaban con los líderes de la oposición a la vez que seguían mostrando con gran dureza aquello de la calle es mía".

El que fuera exsecretario general de CCOO entre 1987 al 2000, Antonio Gutiérrez, se declara lector empedernido de Miguel Hérnandez, sin embargo, en su carta le da “las gracias a Martín Villa”. Felipe González, el que fuera secretario del PSOE durante los sucesos de Vitoria-Gasteiz, llegaba a asegurar que el comportamiento de Martín Villa “fue impecable y fuertemente comprometido con el respeto al Estado de Derecho”. Zapatero, que llegaría a asegurar que decidió dedicarse a la política en el mitín de Felipe González de 1976, apenas cinco meses después de la matanza, asegura en su carta que el ministro franquista contribuyó a “afianzar el nacimiento de la democracia en mi país".

ARMHA y CeAQUA tienen otra versión de Rodolfo Martín Villa: “Elegido para liderar esta transición hacia la monarquía parlamentaria lo fue, nada menos, que un ministro secretario general del Movimiento, Adolfo Suárez, que tiró de uno de los duros del Régimen, uno de los últimos que aún levantaba en el brazo en los años 70, para domeñar a los más levantiscos de entre los suyos, aplastar la resistencia popular y destruir todos los documentos comprometedores de la represión franquista, esta persona era Rodolfo Martín Villa”.

Respecto a las cartas enviadas a la jueza de la querella, estas asociaciones no se “extrañan” de las palabras de abrigo al ministro franquista, “es la forma de justificarse a sí mismos, por su debilidad y entreguismo, y nunca se vio mejor ocasión para afirmar que todo cambió para que lo fundamental siguiera siendo igual”. “Hoy es un día histórico, un día para revisar ese sacrosanto momento que fue la Transición en nuestro país. Hoy los apóstoles de la Transición, aún en su papel de heroicos e incontestables timoneles de la Nación, defienden a capa y espada, el papel de este espadón del franquismo, que cumplió fielmente con la labor que el Régimen le había asignado”, añaden.

¿Por qué les da tanto miedo revisitarla?

La Asociación por la Memoria Histórica de Aragón y la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo piden solo una cosa a la sociedad: “Aunque solo sea por respeto a la memoria de esos obreros y manifestantes muertos por la policía mandada por Martín Villa, caiga la vergüenza para los líderes de izquierda y los sindicalistas que, aún hoy, nos piden que olvidemos y miremos para otro lado, alguno de ellos incluso, nos querría ver en la cárcel por pedir justicia, ¿cabe mayor oprobio?”.

“Que salga la verdad a la luz a ver si averiguamos a qué le tiene tanto miedo la generación política de la transición española”, concluyen en un comunicado firmado por ARMHA y difundido por CeAQUA.

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