El festival que tiene madrina se celebra, y el que no a sufrir las inclemencias del libre mercado. El Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, conocido como Vive Latino, arrancó en México allá por 1998 de la mano de la empresa Ocesa, una multinacional del espectáculo que en 2018 -último año fiscalizado- obtuvo un beneficio neto de 242,8 millones de euros.
El Vive Latino se define así mismo como “el festival de música de referencia en Iberoamérica, que se ha convertido en el mayor festival de música de habla hispana”, y ha estado promocionando durante meses su llegada a Zaragoza para el 2 y 3 de septiembre de 2022.
“Sin perder el sello de calidad, vanguardia e independencia de Vive Latino México, este festival llega a Zaragoza con un ampliación en el espectro musical, ya que ahora contempla diversas vertientes musicales abriéndose, así, a nuevas dimensiones que enriquecen el concepto y valor original del festival Vive Latino con sede en México”, se asegura desde la organización.
La empresa organizadora asegura también que “existen varias razones que explican que Zaragoza haya sido la ciudad elegida para la primera edición del Festival Vive Latino en España. Las más importantes pasan por ser una ciudad con gran afición a la música, una ciudad abierta, acogedora, hospitalaria, divertida, con una buena ubicación geográfica y unas comunicaciones excelentes para congregar a todos los públicos”.
Sin embargo, ni la potencia económica de la multinacional méxicana, ni las bondades de Zaragoza y sus gentes parecen haber sido suficientes para asegurar el éxito de asistencia al evento comercial. Sino no se entiende el esfuerzo de Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Aragón, y medios de comunicación afines, en promocionar el evento privado con fondos públicos.
Decenas de entradas gratis para los grupos municipales de Zaragoza
El grupo municipal de Zaragoza en Común en el Ayuntamiento de Zaragoza criticaba el rumbo que en esta legislatura -PP Cs y Vox- ha tomado la cultura en la capital aragonesa, “una improvisación constante y un absoluto abandono a los agentes culturales locales” mientras “se apuesta por los macro eventos y lo supuestamente rentable en lo económico”, según la edil Luisa Broto.
Por ello, ZeC decidió devolver las 16 entradas que recibió el grupo municipal en el Ayuntamiento para el festival Vive Latino por considerar “un privilegio que no deben tener como concejales”, al recibirlas de forma gratuita “solo por el hecho de ser cargos públicos”. Unas entradas que alcanzarían en taquilla un importe de 2.240 euros.
Lo mismo ocurría con el grupo municipal de Podemos en Zaragoza, que devolvía las 28 entradas que les reglaban para el evento. Con un valor en taquilla de, al menos, 1.960 euros.
A estos importes habría que sumar el de las entradas recibidas en el resto de grupos municipales de la capital del país. Que entre PP, PSOE, Cs, y Vox alcanzarían, en una proyección, un valor en taquilla de otros 14.400 euros
La DGA como comercial de un evento privado
Aún más sangrante para las profesionales aragonesas que dedican su esfuerzo a la programación de eventos culturales, resulta la comparativa de trato del Gobierno de Aragón entre la multinacional méxicana y las productoras aragonesas.
La Diputación General de Aragón ha estado ofertando desde sus cuentas oficiales en redes sociales un sorteo de 21 entradas dobles para el Vive Latino, cuyo valor en taquilla ascendería hasta, al menos, los 3.000 euros.
Los medios de comunicación afines se vuelcan con la empresa méxicana
Por si todo este apoyo no fuera suficiente, el Vive Latino ZGZ ha contado también con el amadrinamiento de los dos medios de comunicación con mayor aporte de dinero de las administraciones y ayudas públicas de Aragón. El grupo Henneo hizo suyo el festival y durante meses ha estado bombardeando publicitariamente con el mismo. Por su parte El Periódico se sumó a la fiesta anunciando su propio sorteo de 50 entradas, con un valor en taquilla de, al menos, 3.500 euros.