Acto en homenaje a las víctimas asesinadas por el fascismo en Pomer

El homenaje y posterior entierro será el 28 de agosto de 2021 a las 11.00 horas en el cementerio de Pomer

Después de todos estos años de lucha en tres campañas de exhumación, se va a realizar un homenaje público a los 22 vecinos y vecinas de Pomer asesinados por los sublevados, que se celebrará el próximo sábado 28 de agosto a las 11.00 horas en el cementerio de Pomer. Posteriormente los cuerpos de 17 de ellos, aquellas personas que han sido exhumados e identificados, recibirán un entierro digno en la sepultura construida a tal fin.

En 2015 la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO) recibió una primera solicitud por parte de Belén García Lezcano, para localizar y recuperar los restos óseos de su abuelo Saturio Lezcano Martínez y su bisabuelo Dionisio Lezcano Muñoz, asesinados el 9 de septiembre de 1936 por falangistas y guardias civiles, con la finalidad de darles una sepultura digna. A esta solicitud rápidamente se sumaron otros muchos familiares de los pomerinos y pomerinas asesinadas por el fascismo.

En el transcurso de estos años se han realizado tres campañas de exhumación, además de los necesarios estudios antropológicos, genéticos, etc. cuyo peso económico ha sido soportado por los familiares de las víctimas, las donaciones particulares y las subvenciones otorgadas por la Diputación Provincial de Zaragoza, así como una pequeña ayuda final del Gobierno de Aragón.

Las campañas de exhumación

En noviembre del año 2017 se realizó una primera campaña arqueológica de exhumación, cuyo resultado fue el hallazgo de dos fosas comunes. La primera de ellas con seis víctimas, todos ellos varones, que presentaban signos evidentes de muerte violenta por arma de fuego y traumatismos. La segunda fosa común contenía otros cuatro cuerpos de hombres, nuevamente con signos evidentes de muerte violenta por arma de fuego y múltiples traumatismos. Tras una campaña infructuosa al año siguiente, fue en junio de 2019 cuando se logró localizar una tercera fosa común con siete víctimas más, dos de ellas mujeres, aunque la fosa estaba parcialmente afectada por sepulturas posteriores. En total se exhumaron 17 cuerpos.

En los últimos años se consiguió culminar los estudios antropológicos-forenses y los análisis genéticos de los 17 esqueletos. La comparativa de los resultados con las muestras tomadas a los familiares ha permitido identificar genéticamente a 13 de las víctimas de la represión fascista en Pomer. Tan sólo no ha sido posible identificar al matrimonio formado por Restituto Lumbreras Modrego y Pilar Pastor Zapata, cuyas hijas Martina y Lucía fueron recogidas por la familia materna en Rincón de Soto, y a Mariano López Sanjuán (vecino de Aranda de Moncayo, natural de Purujosa), por no haber podido localizar a ningún familiar.

Los trabajos han sido realizados por los arqueólogos Fco. Javier Ruiz Ruiz, Fco.Javier Ortíz Lejarza y José Ignacio Piedrafita Soler, la historiadora Cristina Sánchez Martínez, la antropóloga Miriam Gracia y Miguel Ángel Capapé Garro, en representación de ARICO, contando en todo momento con la colaboración de los familiares de las víctimas.

La represión fascista en Pomer

Según informa ARICO, en 1936 Pomer era un pueblo pequeño, que en 1930 apenas contaba con 448 habitantes, situado al fondo del valle del río Aranda, en los límites con Soria, y muy aislado por las malas comunicaciones existentes en esta región montañosa. Las duras condiciones de vida de sus habitantes y sus ansias de mejora, debieron condicionar la fuerte implantación del sindicato UGT, de Izquierda Republicana y del Partido Comunista (PCE), siendo el líder local de la UGT, Cipriano Muñoz Cisneros, candidato del PCE en las elecciones generales de 1933.

La resistencia al golpe de Estado en Pomer fue organizada por su entonces alcalde, Alberto Pérez Marquina, y por el teniente de alcalde y líder sindical Cipriano Muñoz Cisneros. Tras la toma de la población por los sublevados y la destitución del Ayuntamiento legalmente constituido, muchos vecinos y vecinas se echarán al monte para intentar salvar la vida. Toda la corporación municipal republicana será asesinada, con excepción del entonces alcalde, Alberto Pérez, que consiguió huir a la zona republicana para también morir en circunstancias desconocidas durante el desarrollo de la Guerra Civil.

Tras el golpe de Estado fascista de julio de 1936, 22 habitantes de Pomer, además del arandino Mariano López Sanjuán, fueron asesinados por falangistas y guardias civiles, la mayor parte de ellos en la propia población, por lo que fueron enterrados en las fosas comunes ahora exhumadas.

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