Durante los años 2019 y 2020, Aitor Garmendia, fotoperiodista de Tras los Muros -proyecto de fotografía por la Liberación Animal-, ha accedido, junto a un equipo de investigación formado por personas que han elegido permanecer en el anonimato, a 32 explotaciones de cerdos ubicadas en diferentes territorios del Estado español y también de Aragón.
El fotoperiodista ha documentado numerosas irregularidades y animales en estado grave: cerdos con dificultades locomotoras; con heridas completamente abiertas, algunas con necrosis; con infecciones excretando pus; con lesiones fruto de peleas; caudofagia y situaciones de canibalismo; con tumefacciones de gran tamaño, como abscesos y hernias; con prolapsos rectales; y cerdos en estado agónico abandonados en pasillos o rincones hasta su muerte.
La investigación, que se completa con un videorreportaje de 20 minutos, denuncia que "la desatención veterinaria y los abusos descritos no son casos aislados, sino parte inherente a los sistemas de explotación y cría industrial de animales" con "la complicidad de las instituciones". En este sentido, presenta evidencias gráficas que revelan un incumplimiento de la normativa de bienestar animal.
El informe alerta de que con una población superior a los 30 millones, el sector porcino del Estado español se ha consolidado como el mayor productor de cerdos vivos de la Unión Europea, el tercero a nivel mundial, y en el año 2020 se espera que el número de animales enviados al matadero supere al de Alemania, país que en estos momentos ocupa el primer lugar.

Más del 95% de la carne de cerdo que se consume en el Estado español proviene de sistemas de cría intensivos, continúa el informe. "Las explotaciones pueden ser de ciclo cerrado y contener todas las fases de la producción (gestación, maternidad y cebadero) en uno o varios emplazamientos cercanos geográficamente o pueden dedicarse a cubrir solo una de las fases. En este último caso, los cerdos destinados al engorde son posteriormente transportados en camiones a las naves de cebo".
En su investigación, recuerda que en julio de 2019 comenzaba su actividad en Binéfar un matadero, la mayor planta de despiece de cerdos de toda Europa. Se estima que lleva a la muerte a 160.000 cerdos a la semana. "Bajo el implacable ritmo de la producción, los animales padecen la explotación sistemática y el desamparo institucional", advierte el informe.
La industria cárnica vulnera el derecho a la información
En la investigación, se señala también a la industria cárnica, por vulnerar el derecho de acceso a la información. Según apunta Garmendia, "la industria invierte millones de euros en propaganda —parte de ellos provenientes de fondos públicos— con el fin de proyectar una idea que no se ajusta a lo que sucede en realidad, impidiendo al consumidor acceder a una información veraz". Los sistemas de confinamiento de la granja factoría "impiden el bienestar físico y psicológico de los animales, afectan de forma grave a su salud y comprometen su calidad de vida".
Esta investigación ha sido premiada en el prestigioso concurso de periodismo gráfico, Picture of The Year International, que ha reconocido con el primer premio en la categoría Science and Natural History a la serie de 12 fotografías que anunciaba la investigación a inicios de año.