El portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, ha cuestionado los pliegos de licitación del nuevo campo de fútbol recientemente publicados por “no defender el interés municipal” y estar redactados “pensando únicamente en el beneficio de los fondos de inversión que hay detrás de esta operación”.
Para Rivarés, hay varios errores graves en la valoración de la parcela. El principal: asumir que las demoliciones tienen que ser un gasto soportado por el Ayuntamiento por lo que, en contra de lo que “Azcón y el gobierno del PP han repetido, ya es mentira que no nos cueste nada”. Así, el Ayuntamiento va a tener que asumir 5,3 millones de euros por una calificación “absolutamente improcedente” de lo que suponen las cargas de una parcela, que son las hipotecas, arrendamientos, embargos, impuestos pendientes de pago, usufructos o servidumbres entre otras. Una edificación, evidentemente, no es una carga en su sentido jurídico que es al que se refiere la ley.
“Azcón nos ha engañado repitiendo una y otra vez que no iba a costar nada a las arcas municipales la reforma del campo. Para empezar, 5,3 millones.”, ha señalado.
Además, Rivarés considera que se han “perjudicado notablemente los intereses de la ciudad” al elegir un método de tasación que “no contabiliza los 33.270 metros cuadrados de superficie terciaria, sino únicamente los 20.500 de la modificación del PGOU”. Y también “reduce la tasación de la edificación deportiva de 59 millones que tuvo el informe del año 2020, con este mismo gobierno, a 23,8 millones. Un 60% de pérdida de valor, que solo se justifica por ser el mismo precio de licitación al que salieron los terrenos que compró el Hospital Quirón”, ha explicado Rivarés.
“Es evidente que una de las pastillas más cotizadas de la ciudad, como es la de La Romareda, no puede tener el mismo valor que unos suelos sin urbanizar junto al canal de un valor muy inferior”, ha señalado el candidato a la alcaldía de Podemos. “Zaragoza está renunciando a unos 27 millones sólo por cambiar la valoración de los suelos que se hizo hace tres años”, ha afirmado Rivarés.
Desde la formación morada no entienden tampoco la financiación encubierta de ese canon, al permitir “aplazar los pagos en 75 años incluídos cinco de carencia a un interés del 0%” ni que no se haya tenido en cuenta la “inflación” a la hora de fijar el precio.
“¿Cuánto será el equivalente de los 500.000 euros de hoy dentro de 60 ó 70 años?”, se ha preguntado Rivarés. “Si la inflación subiese lo mismo que ha subido en los últimos 62 años, más de un 4.000%, estaríamos hablando de casi 20 millones de euros ese año”. “Es ridículo no tener en cuenta el aumento del coste de la vida cuando se hacen cesiones a tan largo plazo”, recuerda.
El candidato de Podemos también ha cuestionado la falta de miras del gobierno municipal en un proyecto de 75 años, ya que sólo garantiza que “el Real Zaragoza o cualquiera de sus sucesores pueda jugar en la nueva Romareda”. “Nadie sabe qué puede pasar de aquí a 5, 10, 20 ó 50 años en el deporte profesional”, ha explicado, “pero limitar el uso a un sólo equipo y no a cualquiera, masculino o femenino, que pudiera subir a primera o segunda división puede significar que la ciudad tenga que construir otro estadio si el adjudicatario se negara a que cualquier otro equipo zaragozano pueda hacer uso de él si lo necesitara”. Los pliegos tampoco aclaran cuánto tendría que pagar el Zaragoza por usar el campo si no fueran los adjudicatarios del concurso, por lo que podrían darse situaciones abusivas dónde el Zaragoza no pudiera disfrutar del estadio a un precio razonable”
Rivarés ha manifestado “dudas legales sobre el objeto del contrato”, pues las cláusulas que lo componen parecen más un “contrato de concesión de obra, que tendría un límite legal de 40 años”, que un “contrato patrimonial” por lo que, además de llevar la cuestión a la próxima comisión de urbanismo”, ha anunciado la intención de elevar una consulta al TACPA “antes de que sea demasiado tarde y haya quien pueda recurrir judicialmente”. Eso sí, el concejal de Podemos ha descartado la posibilidad de pedir medidas cautelares “para no paralizar los plazos del concurso”.
Por último, Rivarés ha valorado positivamente el plazo de presentación de ofertas, lo que le permite “ratificar la intención adelantada en el último pleno municipal, de convocar un concurso público para elegir socios con los que crear una sociedad mixta que gestione el nuevo campo y la Ciudad del Deporte si formamos parte del próximo gobierno”, con la novedad de que se permitiría respetar escrupulosamente las fechas señaladas en los actuales pliegos “sin retrasar un sólo minuto” la fecha de finalización prevista. “Estamos de acuerdo en los tiempos, pero no en la forma jurídica que creemos es mucho más perjudicial para la ciudad y que sólo beneficia a unos fondos de inversión que estarían detrás de la operación y a los que no conocemos”, ha recalcado.