Un grupo de 55 personas, componentes del cuadro de profesorado, investigación y personal técnico y de gestión (PTGAS) de la Universidad de Zaragoza, así como de algunos centros afines, han enviado una carta el rector expresándole su “sorpresa e incomodidad por la creación de la Catedra Forestalia”, que consideran “no compatible con los principios y valores de la Universidad”, y pidiéndole “que el Equipo de Gobierno reconsidere su continuidad”.
La carta, enviada al rector este pasado 12 de septiembre, está suscrita por personas vinculadas con “el ámbito investigador aragonés”. Pertenecen a muy diversos centros universitarios (facultades de Ciencias, Filosofía y Letras, Ciencias Sociales y Humanas, Economía, Educación, Veterinaria, escuelas de Ingeniería y Enfermería), ubicados en los diferentes campus de la universidad pública aragonesa en las ciudades de Zaragoza, Teruel y Uesca, y a centros de investigación como el IPE, IGME, Aula Dei o CITA. También muestran su adhesión una cuarentena de personas de otros ámbitos.
Muchas de las personas firmantes de la carta han participado activamente en iniciativas que han puesto en valor los recursos naturales y culturales de Aragón, alentando alternativas de desarrollo basadas en esos recursos y acordes con la filosofía y las estrategias europeas de los programas LEADER y PRODER o de la Red Natura 2000. Ahora, ven “con preocupación el despliegue masivo y no planificado de macroproyectos de energías eólica y fotovoltaica y sus impactos en el paisaje, la biodiversidad, el patrimonio cultural y el modelo socioeconómico”.
Lamentan que “la hoja de ruta que suponía la creación de nuestros Parques Culturales y Geoparques, la declaración de Espacios Naturales Protegidos, la elaboración de mapas de paisajes, o la creación de las Reservas de la Biosfera de la UNESCO esté quedando obsoleta”.
Dado que detrás de muchos de esos proyectos “está la empresa Forestalia, cuyas prácticas empresariales en los últimos años no han sido precisamente modélicas”, los firmantes de la carta “confiesan su sorpresa e incomodidad ante el convenio firmado por la Universidad con esta compañía para crear la Cátedra”. Argumentan que “Forestalia ha crecido sobre una estrategia de acercamiento e influencia hacia los ámbitos políticos y sociales, pero no ha aportado nada en el ámbito del conocimiento, la investigación o la innovación en energías renovables, y menos aún en el de la protección medioambiental”. En ese sentido, resaltan también “graves carencias en la calidad técnica de los documentos presentados por la empresa, particularmente en los Estudios de Impacto Ambiental, que han recibido abundantes y bien fundadas alegaciones por científicos de la Universidad de Zaragoza, entre otros”.
La carta considera “incoherente que una compañía que se ha caracterizado por esta praxis empresarial sea beneficiada por la Universidad con esa aureola de ‘honorabilidad académica’ que supone la creación de la Cátedra”.
Recalcan que “no se considera adecuado que la Universidad se preste a esa operación de greenwashing. El modelo de colaboración público-privada que representan las Cátedras Institucionales y de Empresa tiene sentido en cuanto genera sinergias hacia objetivos comunes, pero en este caso”, opinan las personas firmantes “se produce una frontal contradicción entre las pretensiones de Forestalia y los principios y valores de la institución universitaria”. La carta considera “inadmisible que una empresa que ha secuestrado el ámbito de decisión político y administrativo en su beneficio pretenda secuestrar ahora el ámbito académico para dotarse de una imagen de rigor y respetabilidad”.
Como conclusión, los firmantes ruegan “al Equipo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza que reconsidere la continuidad de la Cátedra Forestalia”.
La Universidad de Zaragoza,@unizar, no debe venderse a la especulación.
Si Forestalia quiere lavar su imagen que siga con sus publi reportajes, patrocinios y mierdas varias, ¡será por perras! https://t.co/UDl989SPbn— Luditadel21 (@begondina) September 12, 2024