Pedales contra el Fuego

Este verano hemos sufrido las consecuencias del cambio climático con olas de calor que parecían eternas, graves sequías e incendios que arrasaron territorios, recursos y personas. Los incendios resultaron en más de 252.000 hectáreas calcinadas en el Estado español y más de 25.000 en Aragón entre las zonas de Nonaspe, Castejón de Tornos, Calatayud y Moncayo. Por esta razón, unidas en la preocupación por la situación de extrema gravedad, durante el puente de diciembre el Colectivo de Trabajadoras y Bomberas Forestales, Biela y Tierra, CERAI y Las Bielas Salvajes decidimos visitar las zonas incendiadas.

El conocimiento directo nos hizo ver la enorme magnitud del problema y la necesidad de darle visibilidad, más allá de la fría cifra de hectáreas quemadas, aportando las opiniones y experiencias vividas por la población afectada y los actores implicados en la protección y extinción de los incendios forestales.

La idea de realizar este proyecto surgió de Yhovanna, integrante del colectivo Trabajadoras y Bomberas Forestales y de la cuadrilla terrestre la Canal (Berdún): “se me ocurrió hacer una ruta en bici para conectar el incendio que tuvo lugar en el Moncayo y el incendio de Calatayud. Se lo comenté a Elena, Cristina y Elisa compañeras del colectivo y les pareció una gran idea. Entonces ya pensamos en formar equipo con: Biela y Tierra, CERAI y Las Bielas Salvajes”.

“Queríamos unirnos para pedalear, conocer y contar cómo se vivieron ambos incendios, qué consecuencias habían tenido y cómo se encontraba la población afectada. Creemos que no solo debemos acordarnos de los incendios en verano, cuando todo es mediático”, explicó Elena, de la cuadrilla terrestre Río Aragón (Chaca).

Cris, que trabaja en la cuadrilla helitransportada de Brea, matizó: “hay que tomar conciencia del trabajo a implementar desde ya, a largo, medio y corto plazo, recordar que los incendios se apagan a lo largo de todo el año y dar prioridad a la prevención y a la gestión forestal. Lo importante no es tanto lo que ocurre durante los incendios del verano, lo importante es lo que se hace antes y después de un incendio forestal”. Elisa, que trabaja en el Puesto Fijo de Vigilancia Güé (Sabiñánigo), y también es ilustradora y muralista de Nylon Silvestre, le pareció una idea genial y quiso aportar su granito de arena al grupo motor con el diseño del cartel.

A la propuesta se unió Marta, técnica del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) y, hasta hace pocos meses, técnica de la S.A.T. Manubles “en un proyecto que intentaba poner en valor y visibilizar la Fruta del Valle del Manubles, mucha de ella calcinada por el incendio, igual que infraestructuras de riego y el almacén de fruta en el que trabajaba. Visibilizar las dificultades que tiene el sector primario en estas zonas de montaña y sus afecciones tras los incendios me parece fundamental”.

Marta, cuando se unió, nos explicó lo duro que fue ver las lenguas de fuego arrasando montes y campos, llegando a los pueblos y que la gente fuese desalojada. “Ahora también con los kilómetros y kilómetros de ceniza sentimos rabia y tristeza y no queremos quedarnos ahí. Ahora más que nunca es importante unirnos en plataformas para apoyar a las personas más afectadas y tejer una red colectiva que nos permita volver a ver un medio natural y rural vivo”, incidió Marta, integrante también de la Plataforma de Afectados por el Incendio de Ateca.

Por otro lado, desde Biela y Tierra, Ana y Edurne nos unimos al proyecto porque queríamos tender puentes entre los distintos territorios y escuchar a las verdaderas protagonistas de las zonas rurales. Durante las semanas previas a la ruta estuvimos contactando con agentes clave de la zona de Moncayo y de la zona de Calatayud para realizar encuentros y charlas, y recoger los testimonios de la población local que posteriormente hemos plasmado a través de estos textos . Queremos destacar y agradecer la buena acogida que ha tenido Pedales contra el Fuego entre la población local y la colaboración que han mostrado las plataformas vecinales y administraciones locales.

Ana, Cristina, Edurne, Elena, Elisa, Marta y Yhovana formamos el grupo motor y nos conocíamos ya de las Bielas Salvajes, colectivo ciclista y feminista de Zaragoza. Como Bielas Salvajes que somos, para nosotras la bici es una herramienta de transformación social y creemos que es la mejor manera de transitar los territorios, no solo desplazarnos de un punto a otro, sino empaparnos de todo nuestro alrededor. Una vez más, queríamos mostrar que nuestras compañeras de dos ruedas nos pueden llevar a cualquier parte, sin contaminar, al ritmo que marcan nuestras piernas y nuestro corazón, recorriendo el paisaje con todos los sentidos. La ruta en bici comenzó el día 3 pedaleando las comarcas de Tarazona y el Moncayo y de Campo de Borja. El martes 6 de diciembre hicimos la ruta de transición entre ambos territorios para posteriormente recorrer la zona de Calatayud.

Las etapas no fueron muy exigentes físicamente y la participación se abrió a quien quisiese participar. De esta manera, ¡conseguimos movilizar a 50 personas con sus bicicletas y alforjas entre el 3 y el 11 de diciembre! Gentes locales y también personas venidas de lugares muy distintos, desde Irun, València, Madrid, Cuenca, Teruel, Uesca, etc. que se fueron uniendo en los siguientes puntos:

Una nutrida grupeta cicloturista intergeneracional con bicis de todos los colores y formas para visibilizar la importancia de visitar las zonas rurales y conocer a sus protagonistas en primera persona. Una experiencia que, sin duda, nos ha transformado a todas, como el fuego hace a su paso por el territorio. Compartimos las palabras de Marta al finalizar los días de pedaleo: “me quedo con muy buen sabor de boca de esta ruta. Me llevo un montón de gente bonita y una experiencia transformadora, de las mejores que he tenido. Todo gracias a la fluidez del grupo y a la alegría que hemos aportado, pese a la dureza de las experiencias que nos han contado”.

Y, a través de los textos que aquí recogemos queremos trasladaros esta experiencia vivida y los testimonios en primera persona de quienes vivieron y siguen viviendo las consecuencias de estos incendios forestales, tanto de vecinas y vecinos de las zonas afectadas como de profesionales del sector agroforestal y de los equipos de prevención y extinción de incendios. Una vez más, queremos incidir en la importancia de acercarnos a los lugares recónditos, a las zonas rurales para crear espacios de encuentro y escuchar las voces de las verdaderas protagonistas. Esperamos que os gusten estos relatos y que generen empatía y aprendizaje con lo sucedido en la zona de Moncayo y en la de Calatayud que son solo un par de ejemplos de los territorios quemados el pasado verano: Sierra de la Culebra (Zamora), 30.000 hectáreas; A Pobra do Brollón (Lugo), 13.000 hectáreas; Las Hurdes (Extremadura), 6.200 hectáreas; Sierra Bermeja (Almería), 10.000 hectáreas; Parque Nacional del Teide, 1.200 hectáreas…

En el Monasterio de Veruela

Gracias, gracias, gracias. Durante 9 días de pedaleo recogimos en nuestras alforjas experiencias inolvidables, momentos y personas que nos han llenado el alma y lo hicimos con el objetivo de contarlo con el máximo respeto y cariño por lo que sólo podemos agradecer infinitamente la acogida que hemos recibido. De la mano de todas estas gentes hemos entendido y comprendido profundamente el impacto negativo de los incendios forestales, la importancia de colaborar y la necesidad de gestionar de manera sostenible y racional el medio rural y los agroecosistemas que habitamos. Por eso es esencial que tendamos puentes entre las ciudades y los pueblos y que escuchemos sus voces y las valoremos como realmente se merecen.

Estos textos no serían lo que son sin las aportaciones de un equipo interdisciplinar: gracias a las compañeras y compañeros del grupo por las reflexiones compartidas; gracias a las personas que visitamos y entrevistamos por su hospitalidad, tiempo y disposición; gracias a Radio Valdivielso, nuestra emisora oficial, por la entrevista convertida en podcast; gracias al grupo motor por las revisiones; gracias a Ester Pardina por la cartografía y gracias a Enrique por las correcciones.

Y con esta fuerza del grupo queremos presentaros los textos que relatan lo sucedido entre los días 3 y 11 de diciembre de 2022 de Tudela a Alhama de Aragón e invitaros a la concentración del día 21 de enero de 2023 'Por la defensa de nuestros pueblos y montes' que tendrá lugar en Zaragoza a las 11.30 horas en frente del Edificio Pignatelli.

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