Pastoreo contra incendios: WWF señala al cambio climático y la despoblación como causas

En el Estado español de media se producen al año más de 10.500 siniestros. La proporción de grandes incendios respecto al total de siniestros se ha incrementado en un 10 % respecto a la década anterior.

uno de los incendios, un señor mira un animal calcinado
Incendio Sierra de la Culebra. Foto: Brais Lorenzo.

WWF presenta este martes su informe anual sobre incendios forestales “Pastoreo contra incendios”. En este nuevo estudio, la organización realiza una propuesta para adaptar el territorio al cambio climático y a los incendios que arrasan nuestro país promoviendo la ganadería extensiva en zonas estratégicas del territorio.

En el informe, WWF revela que el papel de la ganadería extensiva es crucial a la hora de recuperar un paisaje rico, que alterne zonas de bosque con áreas cultivadas y pastoreadas. Un mosaico que, además de riqueza natural, aporte una mayor resistencia a la propagación de las llamas.

El reciente Gran Incendio Forestal (GIF) que asoló la Sierra de la Culebra en Zamora es uno de los más graves de este siglo en el Estado español. Un incendio que representa a la perfección el tipo de siniestros a los que nos enfrentamos cada vez con más frecuencia.

De hecho, WWF alerta de que cada año está creciendo el riesgo de sufrir oleadas de incendios extremos, impredecibles y de comportamiento explosivo. La organización avisa de que estos incendios inapagables se han convertido en auténticas emergencias sociales.

Según WWF, el riesgo al que el Estado español se expone en la actualidad es muy alto. No hay que olvidar que en 2017 perdieron la vida en Portugal 110 personas a causa de los incendios. En Grecia, en 2018 murieron más de cien personas en el gran incendio de Ática. La posibilidad de que suceda un episodio de estas características en el Estado español, con un serio riesgo para las vidas humanas, es muy real.

La actual peligrosidad de los incendios se debe en gran medida a la enorme transformación del paisaje sufrida desde el siglo pasado: “Por lo tanto, invertir en desarrollo rural sostenible y recuperar los usos del territorio, sería el mejor escudo contra los incendios forestales”, explica WWF.

A pesar de que el problema es complejo, WWF insiste en que estos dos factores son clave: el cambio climático y el abandono generalizado del territorio. Por un lado, las condiciones meteorológicas extremas amplifican la virulencia de las llamas acelerando la propagación. Por otro, el abandono de usos tradicionales, como la ganadería extensiva o la silvicultura, transforma el paisaje en un auténtico polvorín.

De ahí que sea necesario para la organización un cambio radical en la política de lucha contra los incendios: “Ante este escenario, el modelo centrado en altas inversiones para dispositivos avanzados de extinción debe ser superado, ya que cada año supone un saco sin fondo y no resuelve las causas del problema. La organización insiste en que hay que avanzar hacia un modelo preventivo que apueste por promover paisajes resilientes, vivos, rentables y mucho menos inflamables”.

En este nuevo documento, WWF analiza cómo la ganadería extensiva puede y debe contribuir a una gestión sostenible del territorio, especialmente en las zonas identificadas como de alto riesgo de incendio.

Para WWF, la solución pasa por invertir en recuperar paisajes agroforestales en mosaico. Eso supone recuperar usos y aprovechamientos en el medio rural bajo el prisma de la sostenibilidad, para que sean compatibles con la conservación de la biodiversidad.

Según Lourdes Hernández, técnica del programa de bosques de WWF: “La ganadería extensiva cumple un papel relevante para recuperar un paisaje que alterne zonas de bosque con áreas cultivadas y pastoreadas”. Y concluye: “Gracias a este mosaico, habrá más biodiversidad y de esta forma el territorio será más resistente ante la propagación de las llamas y más adaptado al cambio climático”.

Además, supone una gran oportunidad para hacer frente a otro de los grandes retos: la despoblación rural. Las administraciones públicas deben identificar las zonas estratégicas y promover un manejo pastoral planificado y ordenado que permita compatibilizar el aprovechamiento con la conservación. Para ello, deben establecer pagos justos a los pastores por la prestación de servicios ambientales.

Ante la magnitud de este problema, WWF pide que se desarrolle y apruebe una Estrategia Estatal de gestión integral de incendios forestales. En ella habrá que invertir en prevención social y poner la gestión del territorio en primer plano con el objetivo de promover paisajes más resilientes a los incendios forestales.

También hay que poner en marcha una Estrategia Estatal de Ganadería Extensiva basada en la diferenciación entre ganadería intensiva y extensiva. Los objetivos son aliviar la carga burocrática de los pastores, promover un etiquetado estatal claro para todos los alimentos y, en especial, los de origen animal y asegurar precios justos para los ganaderos extensivos.

También se deben realizar mayores esfuerzos para reducir la siniestralidad y acabar con la impunidad, aplicando de forma efectiva y ejemplar las sanciones y condenas para disuadir a quienes están detrás de los incendios.

Y, por último, combatir el cambio climático acelerando la transición hacia modelos de producción y consumo más respetuosos con la naturaleza y las personas. La organización tiene en marcha una recogida de firmas para pedir que se plante cara a los incendios forestales tomando medidas urgentes.

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