Los sistemas de realidad virtual y aumentada ayudarán a determinar la pérdida de memoria espacial de pacientes con COVID persistente

Investigadoras de la Universitat Politècnica de València, la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Oviedo lideran un proyecto para evaluar con estas tecnologías cómo afecta el COVID a la memoria visoespacial de pacientes

Investigadoras de la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universidad de Zaragoza (UZ) y la Universidad de Oviedo (UO) lideran un proyecto para evaluar cómo los sistemas de realidad virtual y realidad aumentada pueden ayudar a determinar la pérdida de memoria espacial en pacientes con COVID persistente. Según diversos estudios previos, los síntomas neurológicos que acompañan a esta dolencia pueden afectar a la memoria visoespacial, es decir, aquella basada en memorizar información visual y de referencias espaciales, vital para la localización de objetos y para recordar la ubicación de estos en el entorno.

En este sentido, un equipo del Instituto ai2 de la UPV, liderado por Mª Carmen Juan, trabaja ya en adaptar tres sistemas de realidad virtual y aumentada desarrollados para la evaluación de la memoria de localización espacial y el uso de estímulos visuales y olfativos para su uso en pacientes con COVID persistente. El objetivo es determinar, en última instancia, si los y las pacientes con esta dolencia tienen un rendimiento de memoria visoespacial significativamente menor al de personas sin esta patología, extraer resultados en cuanto a edad y género, y ponerlos a disposición de los sectores que puedan beneficiarse de dichos datos.

El proyecto, que arrancó a principios de este año, se está realizando en colaboración con el Colectivo COVID persistente del País Valencià, el Colectivo de Afectados por COVID Persistente de Asturies y la Asociación Long COVID Aragón.

Oculus Quest 2 | Foto: Unizar

Oculus Quest y test con estímulos olfativos

Los tres diseños en los que está trabajando el equipo formado por las investigadoras Mª Carmen Juan (ai2-UPV), Magdalena Méndez-López (Universidad de Zaragoza) y Marta Méndez (Universidad de Oviedo), entre otras, son: un sistema de realidad virtual con Oculus Quest 2 para testar la memoria visoespacial, un sistema de realidad aumentada que ayuda a recordar dónde se ubicaban ciertos elementos a partir de estímulos olfativos. Y, por último, un test de Corsi, que consta de un tablero virtual con cubos, un test estándar para el que ahora el equipo del Instituto ai2 de la UPV ha desarrollado una versión que se puede ejecutar en ordenadores personales u online.

María Carmen Juan, investigadora del Instituto ai2 y coordinadora del proyecto, explica que “las tecnologías de realidad virtual y aumentada aportan una mayor validez ecológica ya que las tareas que vamos a llevar a cabo en los entornos virtuales o aumentados simulan situaciones reales. Además, en los dos sistemas utilizados en este proyecto, el usuario se mueve físicamente en el mundo real para desplazarse en el entorno virtual o aumentado”. Todos se testarán en pacientes con COVID persistente y personas sin esta patología".

Test de Corsi | Foto: Unizar

Magdalena Méndez-López, profesora del Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza y responsable del Grupo de Investigación en Comportamiento, Salud y Tecnologías, resalta la importancia de las evaluaciones en formato presencial, aprovechando que ahora no existen limitaciones en cuanto a los contactos sociales. “Con las evaluaciones presenciales, se puede establecer hasta qué punto a la persona le cuesta recordar información en comparación con la mayoría de las personas de su edad”, explica, agradeciendo el apoyo de las asociaciones de personas afectadas que han facilitado la viabilidad del proyecto.

Por su parte, Marta Méndez, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, destaca que “las alteraciones de memoria del COVID persistente se han evaluado fundamentalmente mediante cuestionarios en los que las personas han manifestado sus apreciaciones subjetivas sobre su capacidad de memoria, pero precisamos conocer cuál es el alcance real de la afectación de memoria en estas personas”. Además, el componente espacial de la memoria no se ha explorado y todos los estudios se centran en memoria a corto plazo. “Nosotras evaluaremos la memoria a largo plazo y consolidación de aprendizajes, algo fundamental para comprender mejor estas dificultades de memoria”, añade.

El proyecto es uno de los tres concedidos a la Universitat Politècnica de València por la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital en el marco de las ayudas urgentes para proyectos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación por el COVID-19.

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