Para este domingo estaban previstas siete “concentraciones insumisas” en siete puntos distintos cerca del perímetro de seguridad que rodea a la bunkerizada Biarritz, para conformar lo que habían llamado Zona Arcoíris “ante sus zonas roja y azul”, pero el sábado por la noche las plataformas convocantes G7-EZ! y Alternatives G7 decidieron suspenderlas ante la "desproporcionada presencia policial que hace que no se pueda garantizar la seguridad de los participantes en las protestas". Ante ello, decidieron convocar un "muro popular" en un sitio no anunciado para "denunciar el estado de sitio que vive Euskal Herria y denunciar la vulneración del derecho de manifestación". Pero tras analizar las actuaciones policiales de las últimas horas, este mismo domingo han decidido suspender también ese acto.
Sin embargo, las movilizaciones y protestas se han sucedido durante todo este domingo en diversos puntos de Iparralde. Una de las más sonoras ha sido en Baiona. Allí los movimientos ecologistas Bizi, Alternatiba y ANV-COP21, junto a cerca de un millar de manifestantes, han llevado a cabo una acción de desobediencia civil no violenta en la que han mostrado por las calles los 128 retratos del presidente francés, Emmanuel Macron, "cogidos" en ayuntamientos del Estado francés desde febrero y presentados boca abajo, para protestar contra sus políticas. El objetivo de esta "marcha de los retratos" ha sido denunciar la acción sobre el clima y las políticas sociales del mandatario galo, según han explicado las organizaciones.
En la acción, que ha transcurrido sin incidentes, han participado, entre otras, Christiane Hessel, viuda del escritor Stéphane Hessel, escritor de la obra "Indignez-vous" ("Indígnense"), que ha defendido que la soberanía es del pueblo y que Macron "se encuentra en manos del pueblo". También han estado presentes el director de Greenpeace en el Estado francés, Jean-François Juillard; Cécile Marchand –de Amigos de la Tierra, ANV-COP21 y Alternatiba–; y la escritora Susan George que ha denunciado a Macron por "el crimen de no asistir a una sociedad en peligro".
También en Baiona ha habido movilizaciones por la tarde. A las 17.00 horas un centenar de personas se han concentrado delante del Ayuntamiento para reclamar la puesta en libertad de las y los detenidos. La concentración, que ha transcurrido con tranquilidad, ha estado vigilada por decenas de policías. Cabe recordar que en esta localidad es donde se han instalado los barracones prefabricados especiales para detenidos, ubicados en el aparcamiento del palacio de Justicia, a ocho kilómetros de Biarritz y a unos 30 de Irun.
En Hendaia, escenario este sábado de una gran manifestación colorida y pacífica que concluyó en Irun y que reunió a 15.000 activistas, decenas de personas han recorrido las calles pidiendo la puesta en libertad de las y los detenidos por la Policía francesa bajo el lema "Atxilotuak askatu" (Libertad para los detenidos) y en contra del G7, bajo un fuerte dispositivo policial.
En Bidarte, lugar donde los Chalecos Amarillos (Gilets Jaunes) querían manifestarse, 80 personas han sido retenidas por la policía "sin ninguna explicación, en un operativo totalmente desproporcionado", según han denunciado los periodistas Lander Arbelaitz (Argia) e Hibai Arbide (TeleSur) que se encontraban entre las personas inmovilizadas a pesar de estar debidamente acreditadas como integrantes de la prensa.
Para este lunes, último día de la cumbre, la plataforma G7-EZ! ha convocado una concentración contra las "detenciones arbitrarias" y la "militarización de Euskal Herria" a las 20.00 horas en Mosku (Irun).
Más de un centenar de personas detenidas durante las protestas
Según informa Naiz, el balance de las autoridades franceses tras sus intervenciones contra quienes protestan contra el G7 es de 17 personas detenidas el viernes -en el campamento de Urruña que acoge a las y los activistas que participaron en la contra cumbre- y 68 personas más el sábado, la mayoría de ellas detenidas en Baiona durante la tarde tras las cargas policiales en las que los agentes emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar las protestas.
No obstante, también ha habido detenciones en controles, como el caso de Joseba Alvarez, histórico dirigente de la izquierda abertzale y portavoz de la plataforma G7-EZ!. Representantes de esta plataforma han denunciado este domingo en Angelu, en una comparecencia ante los medios, la detención de Alvarez que según las autoridades galas se basa en una "orden de presencia en territorio francés" por un mes que se ha emitido en su contra, una orden que el propio Alvarez ha señalado que desconocía. Sin embargo, el detenido participó este sábado con total normalidad en la manifestación pacífica convocada por las plataformas Alternatives G7 y G7-EZ! que recorrió las localidades vascas de Hendaia a Irun, a ambos lados de la muga. Alvarez ha sido puesto en libertad este domingo por la mañana en el puesto fronterizo de Biriatou, por lo que no pasará a disposición judicial.
Naiz también informa de otras 19 detenciones más este domingo, de las cuales 17 se han prolongado con "custodia policial", bajo acusaciones de desacato, tenencia de "armas improvisadas" o violencia contra agentes de la autoridad, según la Prefectura de los Pirineos Atlánticos.
Trump promete a Johnson un acuerdo comercial rápido tras el Brexit y el negociador iraní llega a Biarritz por sorpresa

En lo que respecta a la cumbre del G7, los mandatarios de EEUU, Canadá, Reino Unido, Italia, Alemania, Japón y el Estado francés han estado manteniendo encuentros y reuniones bilaterales desde el sábado para hablar principalmente de acuerdos comerciales, economía mundial y de "seguridad", como si de una partida de Risk se tratara.
Entre los aspectos más destacados por la prensa, la promesa de un acuerdo comercial rápido tras el Brexit hecha por el presidente de EEUU, el ultraderechista y excéntrico Donald Trump a su pupilo Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido.
La "sorpresa" del día, al menos para Trump, ha sido la presencia en Biarritz del ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, que se ha reunido con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, y posteriormente con Macron, en dos encuentros al margen de la cumbre. Al parecer, los mandatarios del G7 -sin contar con EEUU- encomendaron en la cena del sábado al presidente francés que "hable y dirija un mensaje a Irán" sobre el acuerdo nuclear, con el fin de "evitar un conflicto militar". Así, el resto de mandatarios tratará de convencer a Trump de que "afloje" las sanciones sobre Irán y regrese al acuerdo nuclear que abandonó el año pasado.
Los dirigentes de los siete países con más poder militar y económico del mundo, también quieren aprovechar su estancia en Biarritz para convencer a Trump de que "deje de usar los aranceles como una herramienta política", en alusión al conflicto económico que mantiene con China. En este sentido, el presidente estadounidense ha asegurado que los demás miembros no le han pedido que frene la guerra comercial, aunque ha reconocido que tiene dudas sobre todo lo que hace.
Por otro lado, Estados Unidos y Japón han alcanzado un principio de acuerdo comercial que podría cerrarse, como muy pronto, durante la Asamblea General de Naciones Unidas del mes que viene, según ha anunciado este domingo el presidente estadounidense.
Libia, Siria, Ucrania y Corea del Norte forman parte asimismo de las conversaciones sobre la seguridad por parte de los líderes del G7. La partida, en la que también participan los responsables de los principales organismos multilaterales como la ONU, el Banco Mundial o la OCD, así como, en calidad de invitados, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de Chile, Sebastián Piñera o de la India, Narendra Modi, entre otros, concluirá este lunes.