La oferta presentada por una UTE, conformada por los actuales concesionarios —la familia Morte— y el grupo empresarial argentino Fenix Entertainment, ha sido de 17 millones de euros de inversión a cambio de una concesión de 50 años. La oferta, la única presentada, supera por poco el punto de partida de los pliegos, que se cifraba en 15 millones como suelo para participar en la licitación.
Pero más allá de esa cifra "macro", parece que el resultado no convence a los propios técnicos municipales, que han adjetivado el proyecto como "poco ambicioso" y al que le han otorgado una baja calificación en el proceso de licitación. De los 100 puntos posibles que la oferta podía alcanzar, la puntuación lograda por la propuesta sería de 36,5.
La nueva denominación propuesta para este espacio es “Noriland” y el proyecto supondría una renovación del Parque de Atracciones con la voluntad de tratar de sostener un hilo conductor con las históricas instalaciones. Muy lejos de las ambiciones que Chueca y los suyos habían tratado de trasladar a la ciudadanía para justificar la puesta en marcha de este proceso de renovación. La sensación general es que los planes iniciales del gobierno municipal del Partido Popular buscaban otro desenlace, incluido un cambio de manos de la concesión. Pero, más allá de sensaciones, lo cierto es que la realidad ha derrumbado de un plumazo el castillo de naipes que el ejecutivo de Natalia Chueca había vendido a la ciudadanía.
Un "verdadero fiasco" para "las fantasías de Chueca"
“Era imposible que los pliegos leoninos de este proyecto incentivaran la participación de empresas, aunque Ruiz de Temiño, el encargado de llevar los sueños de Chueca a la realidad, nos decía que había muchas empresas interesadas. Y la realidad se ha llevado por delante las fantasías de Chueca”, ha apuntado Ros Cihuelo, concejala del PSOE, este viernes.
Por su parte, Zaragoza en Común habla de “verdadero fiasco”. En la nota de prensa remitida a AraInfo señalan que “la licitación, que el Gobierno de Natalia Chueca planteaba como un proyecto estratégico que iba a combinar ocio, sostenibilidad y protección medioambiental, y que el director general de Proyectos Estratégicos, el señor Ruiz de Temiño, consideraba como crucial para la proyección exterior de la ciudad, no ha cumplido las más mínimas expectativas”. La formación de izquierdas ha hecho hincapié en que “la licitación no ha obtenido ni un solo punto en todo lo referente a mejoras respecto al canon concesional, la inversión comprometida para la modernización y la contribución al Acuerdo Climático de Zaragoza”.
Mientras, Cihuelo ha reivindicado la continuidad de un modelo de parque de atracciones familiar y ha considerado que el gobierno municipal “ha maltratado a quienes han llevado durante cinco décadas la gestión del Parque de Atracciones”. La concejala del PSOE también sostiene que la transformación del recinto ha supuesto un “ataque” a la identidad de Zaragoza, ha puesto en peligro los Pinares de Venecia y ha puesto en pie de guerra a los vecinos y vecinas de Torrero, que veían cómo iba a ser agredido un espacio protegido medioambientalmente.
Preocupación por el arbolado y la sostenibilidad medioambiental
Precisamente esta última cuestión centra la preocupación de Zaragoza en Común, que muestra su inquietud “por la sostenibilidad medioambiental del proyecto y su repercusión en los 3.534 árboles que quedan dentro del perímetro del parque”. Una afección que supone el epicentro de la importante movilización vecinal y ecologista vivida en la ciudad, con especial incidencia en Torrero, para tratar de detener la extensión de la superficie e infraestructuras viarias previstas en la renovación del Parque de Atracciones.
“En general, el proyecto solo recoge una descripción genérica del compromiso con la gestión ambiental, pero no se desarrolla técnicamente ni aporta la más mínima información”, sostiene la plataforma municipalista. En este sentido, destacan que “el propio informe técnico señala respecto al arbolado que solo aparece un genérico apunte sobre el programa de conservación y mantenimiento de la vegetación, pero no plantea un sistema de protección previa del arbolado antes de acometer las obras ni la integración de esta protección en el Plan de Obra”.
Inciden también en que “no se especifican medidas concretas tendentes a la neutralidad climática, y no se detallan medidas de eficiencia energética —muy indefinidas— ni de ahorro hídrico y reutilización de las aguas”. Además, se hacen eco de que “la cláusula introducida por el gobierno de Natalia Chueca referida al canon como contribución del parque al mantenimiento de los pinares” ha obtenido una oferta de 80.000 euros, “la mínima establecida en las bases, sin ninguna mejora”.
“Esta indefinición supone, en la práctica, una amenaza real sobre los Montes de Torrero y los Pinares de Venecia”, ha declarado Suso Domínguez, concejal de Zaragoza en Común. Para el edil, “es más urgente que nunca la declaración de los Pinares de Venecia como Arboleda Singular y una actualización e inversión efectiva en el Plan Director de los Montes de Torrero”.
