Los representantes de los trabajadores y trabajadoras de los recursos de Reforma y Protección de Aragón se reunieron con el director gerente del IASS, Ángel Val, el pasado 9 de noviembre “para exponerle la situación actual en la que se encuentran y pidiendo que se haga algo al respecto”.
El gerente del IASS “se mostró receptivo y tomo nota del porque es necesaria la negociación de un Convenio Aragonés”, señala la plataforma por un Convenio Aragonés de Reforma y Protección, que además demanda “que se reconozca la labor profesional que se ejerce en los diferentes centros de menores tutelados por la Administración Pública”.
“La atención a la infancia y juventud es esencial y debe existir un compromiso por abordarla desde las políticas sociales para garantizar servicios de calidad que contribuyan a ofrecer un futuro mejor a los jóvenes que se atienden”. Los y las profesionales piden “mejoras salariales que dignifiquen la labor que realizan” y quieren “que se valore la formación, cualificación, el nivel de responsabilidad, las dificultades para conciliar debido a ser un sector feminizado, a la turnicidad, trabajar los 365 días con sus festividades, y a todo ello hay que sumarle las cargas emocionales que conlleva atender a menores con ‘mochilas muy grandes y pesadas’ de experiencias traumáticas que acarrean desde su infancia”.
Se suele decir que realizan un trabajo vocacional “pero eso no es cierto, se puede estar de acuerdo en que les gusta su trabajo y lo realizan con compromiso y responsabilidad”. Son trabajadores cualificados, la mayoría de ellos con titulación universitaria, que desempeñan diferentes labores “como son atender a los menores desde los servicios de cuidado diario, tareas de limpieza, comidas, atención psicológica, maestras de taller, mediadores, educadoras, son equipos multidisciplinares que se encuentran en un contante aprendizaje y formación para dar respuestas adecuadas a las demandas y necesidades de la infancia que se atiende en los centros de Aragón”.
“La juventud tiene diferentes características, desde infancia en situación de desamparo y con tutelas, infractores con medidas judiciales, inmigrantes... pero si algo les une es que están atendidos y cuidados por profesionales que velan por su seguridad y bienestar”, recalcan. El IASS tiene una responsabilidad adquirida con estos profesionales y debe visibilizarlos y reconocer su labor. El colectivo tiene una clara demanda: un Convenio Aragonés de Reforma y Protección de Menores.
Mientras la administración pública les declara esenciales, les impide hacer huelga “porque trabajan el 100% de la plantilla las 24 horas del día, se deben hacer la pregunta de qué están haciendo para cuidar a quienes cuidan. El tercer sector es el gran olvidado, pero todos se acuerdan de él cuándo necesitan atender a la población más vulnerable. La juventud tutelada por la Administración Pública se merece un servicio de calidad, con profesionales capacitados y equipos consolidados. Uno de los principales problemas que encontramos en Aragón es la fuga de profesionales, especialmente de Educadores Sociales que vienen a adquirir experiencia a Aragón y pasado el tiempo se marchan buscando mejores condiciones laborales donde las tablas salariales dignifican al profesional, trabajar menos horas anuales, complementos específicos salariales acordes a las funciones específicas, turnicidad, festividad, nocturnidad, peligrosidad, responsabilidad. Un buen convenio es aquel que dignifica al trabajador y que le permite afrontar sus competencias profesionales con garantía e ilusión”, enfatizan.
“La Administración Pública no se puede olvidar de la responsabilidad que tiene sobre la atención y el cuidado de los menores y de los trabajadores y trabajadoras”, concluyen.