La Marcha a Glasgow enfila el último tramo de su ruta

Ha caminado ya más de 800 kilómetros recorriendo el Sur de Inglaterra, Las Midlands, Yorkshire y Northumberland. Ahora se adentran en tierras de Escocia.

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Foto: Marcha a Glasgow.

El grupo de la Marcha a Glasgow enfila el último tramo de su ruta. Ha caminado ya más de 800 kilómetros recorriendo el Sur de Inglaterra, Las Midlands, York y Northumberland. Ahora se adentran en tierras de Escocia.

El sábado 30 de octubre tiene prevista su entrada en Glasgow junto a la otra columna que viene caminando por el oeste. Las organizaciones escocesas comprometidas con el clima preparan una gran recepción a los y las marchistas. Ese día las siete personas del Estado español y las cinco autóctonas integrantes de la marcha habrán recorrido más de 1.000 kilómetros andando. Cientos de personas las acompañarán para cubrir los últimos kilómetros.

A cinco días de acabar la caminata consideran ya alcanzados los objetivos que se plantearon al iniciar la marcha. A su paso por más de 100 localidades han denunciado públicamente el incumplimiento, por parte de los gobiernos, de los “Acuerdos de Paris” sobre el Cambio Climático. Incumplimiento que empuja a los y las habitantes del planeta por la senda del colapso. Los gobiernos deben culminar la transición energética para el 2030.

Tras participar en numerosos mítines, marchas urbanas, debates, actos reivindicativos y recepciones consideran que la marcha ha sido un catalizador de la actividad de los grupos locales en aras a conseguir que, en la jornada del 6 de noviembre, de acción por el clima, participen más de 1.000.000 de personas. Además, entienden que la marcha ha garantizado una presencia simbólica -de alto compromiso- por parte del ecologismo del Estado español, en las movilizaciones por la Cumbre del Clima.

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Organizaciones inglesas como Amigos de la Tierra o Extinction Rebellion han prestado un gran apoyo logístico y humano a la Marcha. Más de un millar de activistas han participado en alguna de las etapas de la ruta. También ha sido muy destacada la participación de dirigentes y cuadros sindicales de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras.

El laborismo se compromete con la Marcha a Glasgow

Muy significativo ha sido el protagonismo de los alcaldes y alcaldesas de las grandes ciudades del centro-este de Inglaterra, bastión tradicional del laborismo. Sheffield, Wakefield, Leeds, Durham, Charlton o Alnwick son algunas de ellas y revelan el giro del partido de la oposición hacia una política más sensible a la crisis climática.

El sector de la izquierda del laborismo ha estado muy implicado en el apoyo a la Marcha. Algunos de sus dirigentes estatales abandonan la tibieza ante la crisis del clima y comienzan a trabajar programas de gobierno más contundentes conforme exigen los tiempos.

El diputado laborista, Alex Sobel, participa como ponente en el panel de científicos de la ONU sobre cambio climático y trabaja en nuevos planes de gobierno para poner en marcha programas de optimización energética, mejorando el aislamiento de millones de viviendas. También diseña planes de inversión en el transporte público para frenar las emisiones provocadas por el uso y abuso del vehículo privado en Gran Bretaña. Otros líderes locales, veteranos y veteranas militantes de la izquierda, avanzan incluso en la idea de crear una tarjeta personal de control digital de las emisiones provocadas por cada persona, al estilo del “carnet de conducir por puntos” en vigor en el Estado español.

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Foto: Marcha a Glasgow.

Es de destacar el apoyo prestado a la iniciativa por parte de distintas iglesias protestantes, cediendo locales y preparando algunas cenas para los y las marchistas. Es revelador el compromiso adquirido por estos credos en relación con la Emergencia Climática. Incluso el lider religioso “sij” de Leeds mantuvo un encuentro con los marchistas en el que declaró; “No es tiempo de retirarse a la meditación. Es tiempo de actuar para salvar la vida en el planeta”.

Algún aristócrata, como el conde de Northumberland, gran propietario de la región y dueño del castillo de Alnwick -escenario de la saga cinematográica de Harry Potter- han manifestado sus simpatías con la causa del clima. Todo este movimiento en defensa del clima contrasta con la postura del gobierno de Boris Johnson, "de gestos y flagarantes incumplimientos, que mantiene en los cajones un ambicioso plan de inversiones para la mejora del aislamiento de numerosos edificios del Reino Unido con altísimo consumo de combustible para calefacción", explican desde la organización de la marcha.

Con las fuerzas justas tras 24 días andando, los y las marchistas se encaminan hacia la capital de Escocia, Edimburgo, en donde se les unirán más activistas, para realizar las tres últimas etapas de la Marcha, antes de hacer su entrada en Glasgow, el mediodía del sábado 30 de octubre.

La columna viene realizando test covid periódicos, ante la alta tasa de contagios que presenta Gran Bretaña.


Todo sobre la Marcha a Glasgow en AraInfoWeb de la Marcha a Glasgow, organizada por Extinction RebellionEcologistas en Acción y la Alianza por la Emergencia Climática.

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