Este pasado martes 18 de mayo “una persona alertaba a los grupos vecinales y ecologistas de esta ciudad que seguimos con preocupación las actuaciones municipales en nuestros parques, zonas verdes y espacios naturales, que en la margen izquierda de la ribera de La Huerva entre Puente los Gitanos y la Pasarela situada a la altura de la calle Manuel La Sala estaban arrasando toda la vegetación, cortando árboles, arbustos, etc”, relatan desde Asociación Naturalista de Aragón -ANSAR-, Amigos de la Tierra Aragón, Grupo Medio Ambiente Distrito Sur, Asociación Vecinal Los Sauces, y Asociación Animalética.
“Al visitar in situ lo ocurrido se comprobó que era personal de FCC el encargado de la actuación y preguntándole las razones, explicó, ante nuestro desconcierto, que se trataba de limpiar la basura acumulada y que no podían hacerlo a mano sino que para ello debían desbrozar con maquina toda la vegetación existente”, aseguran desde los colectivos denunciantes.
Continúan explicando que “tras recorrer dicho tramo de ribera, constatamos que en la zona en la que todavía no se ha iniciado el desbroce existe un sotobosque importante en plena floración con gran número de insectos, mariposas, aves que se encuentran en época de nidificación en contraste con el espacio de actuación totalmente arrasado y en el que ya no hay vida más allá de los restos de escombros que existen en todo este tramo de ribera que han quedado al descubierto y que por supuesto no se han retirado”.
Por ello, afirman que “no entendemos que se diga que es necesario arrasar con todos los arbustos en floración con la justificación de que hay que retirar la basura. Mientras en otras ciudades europeas, como Barcelona o Gasteiz, se está siguiendo el criterio planteado desde la Directiva Europea de Infraestructura Verde encaminada a la naturalización no sólo de las riberas de los ríos sino incluso de las zonas verdes y parques, entendiendo como tal la reducción de la intensidad de poda, la siega selectiva, el mantenimiento de la flora espontánea con el objetivo de preservar y mejorar la biodiversidad, favorecer el refugio y la reproducción de la fauna urbana, en nuestra ciudad se siguen manteniendo criterios caducos. No solo no se aplica a las zonas verdes y parques donde se sigue manteniendo césped incluso en espacios incompatibles con otras especies arbóreas, podas abusivas, flores ornamentales frente a las naturales, modelos estéticos no recomendados ya en el marco de las directrices de la Infraestructura Verde sino que incluso se aplica a las riberas de los ríos”.
“Sentimos que vivimos momentos decisivos en su historia. El planeta que nos ha proporcionado sustento y abrigo muchos miles de años sufre ahora mismo una presión antes nunca vista. El ser humano lleva décadas explotando abusivamente los recursos naturales y degradando ecosistemas ancestrales. En este contexto y sabiendo que las ciudades son el máximo exponente de este maltrato al medioambiente, existen vecinos y vecinas que intentamos proteger los ecosistemas y la vida que ellos acogen. Ya no por la subsistencia y seguridad de las otras especies, sino por ende de la nuestra”, enfatizan desde los colectivos ecologistas y vecinales.
Destacan que “en el último año hemos compartido con asombro diversas actuaciones de personal subcontratado por nuestro ayuntamiento en tareas de gestión diaria de la infraestructura verde. Podríamos enumerar varios desbroces en descampados con retroexcavadoras en el barrio de Valdespartera, arranque de plantas de raíz y arañando varios centímetros de tierra fértil. O podas excesivas en el arbolado urbano como por ejemplo los plataneros de la Avenida de Madrid. Movimiento de árboles 50 cm de su ubicación en plaza San Francisco solo por seguir una estética, nuevas remodelaciones de parques como el de Torre Ramona o la actual plaza San Francisco, con un predominancia de asfalto”.
Estos colectivos viven “con confusión las actuaciones y declaraciones de los responsables de las diferentes áreas del Ayuntamiento de Zaragoza que afectan a la Infraestructura Verde de nuestra ciudad. La sensación es que el discurso está en la línea de la Alerta Climática en que nos encontramos, pero las actuaciones no. Se presentan proyectos ambiciosos como el Bosque de los Zaragozanos o la creación de la Cátedra de Bosques Urbanos y a la vez y por otro lado presenciamos talas y podas mutilantes del arbolado de nuestra ciudad, desbroces con pala excavadora o esta última actuación en la ribera del río La Huerva a su paso por la ciudad que nos parece totalmente inadecuada. Se está arrasando toda planta, arbusto y varios de los árboles de un bosque autóctono de ribera integrado en la ciudad. Porque los bosques no son solo árboles”.
“Este suceso es otra demostración más de una enorme falta de sensibilidad con los espacios verdes. ¿Cómo es posible que eliminar la vegetación de la ribera del río sea la manera de limpiarla? Destrozar es la palabra adecuada, no es una exageración. Los ríos son ecosistemas que albergan una gran cantidad de vida alrededor del agua, esta vida vive en y de los vegetales. Si quitamos los vegetales, quitamos la vida. La vegetación no es basura”, recalcan.
Asimismo, también denuncian “la limpieza del lago de Valdespartera que ha sido desecado para su limpieza pero dejando desprotegida a la fauna existente, aspecto que debería preverse con antelación”.
Finalmente, aseguran que “tenemos un gran trabajo por delante. Sabemos que tenemos que seguir educando, que es necesario que la población entendamos y sepamos diferenciar la limpieza de basuras del mantenimiento de la naturalización de nuestras riberas y espacios verdes. Diferentes grupos vecinales y ecologistas estamos comprometidos, coordinados y trabajamos por la custodia de nuestros ecosistemas. Pero la administración tiene que demostrar en la práctica lo que firma en sus compromisos y hoy por hoy están muy lejos de ello”, concluyen.