Las asociaciones vecinales de Los montes de Valdespartera, Casetas, Utebo Avanza, La Jota, Los Sauces de Montecanal, Arqueros de Arcosur y Entrelagos de Rosales, El grupo de Medio Ambiente del Distrito Sur, así como las asociaciones ecologistas Asociación Naturalista de Aragón ANSAR, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, la Asociación en Defensa del Patrimonio de Aragón APUDEPA y la Asociación Animalética denuncian una actuación agrícola desarrollada en plena área metropolitana de Zaragoza que implica la desaparición de la última gran extensión de olivar que existía en las proximidades de la ciudad.
Se trata de una finca de 40.000 árboles repartida entre los barrios de Miralbueno, la Venta del Olivar y Garrapinillos, habiéndose tenido conocimiento la tala inmediata de al menos 32.000 ejemplares de los cuales ya se han destruido varios miles.
Antaño, en el entorno de los terrenos que ocupa esta finca ya existía un inmenso olivar centenario en un paraje de titularidad pública conocido como Torre del Abejar. Sin embargo, el antiguo olivar fue talado y vendido para leña. Ahora la situación vuelve a repetirse con los nuevos olivos. "No entendemos el hecho de que se proceda de nuevo a la tala de este extenso olivar que se encuentra en la plenitud de su desarrollo y cargado de fruto por lo que podría seguir produciendo aceite a la vez que cumple unos fines ambientales importantes en este entorno", denuncian.

La ciudad de Zaragoza era conocida hasta hace unas pocas décadas por las numerosas huertas y campos de frutales y olivos que la rodeaban. Sin embargo, la especulación urbanística y el monocultivo de la alfalfa y el maíz (en gran porcentaje transgénico) han ido transformando este paisaje agrícola hasta prácticamente hacerlo desaparecer. Según el informe Diagnóstico de la "Huerta de Zaragoza" del programa HUERTAS LIFE Km 0 LIFE12 ENV/ES/000919, Zaragoza disponía de 91 Ha de olivar en regadío en 2014 en el área periurbana de la ciudad. La desaparición de esta finca supondría aproximadamente la desaparición del 42% de la superficie total de olivar y posiblemente, debido a la densidad de la plantación, más de la mitad de los olivos del área metropolitana.
Se da la circunstancia añadida de que la UNESCO ha declarado el próximo día 26 de noviembre de 2020 como primer día oficial del olivo incluyéndose en su Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial. Para el citado organismo, el olivo es un agente en la lucha contra el calentamiento climático, captura más CO2 del que emite en forma de gases de efecto invernadero en la atmósfera a lo largo de su ciclo de cultivo y durante el proceso de producción del aceite de oliva. A su vez, reconoce la repercusión del sector oleícola en el empleo y la preservación del medio ambiente, y su consiguiente contribución al desarrollo sostenible, así como las virtudes del aceite de oliva para la salud, sus propiedades terapéuticas y sus beneficios dietéticos.

Son por estos motivos, que solicitan públicamente tanto a la empresa responsable de la explotación (Aceites Venta del Olivar S.L.) como a las autoridades competentes de conformidad con lo establecido en el Convenio Europeo del Paisaje que se replantee la decisión de arrancar el olivar y que se siga dándole un uso agrícola compatible con el mantenimiento de un entorno urbano ecológicamente sostenible situado en el área metropolitana de una las mayores ciudades europeas. Una iniciativa ciudadana en este sentido ya ha recogido más de 500 firmas en las dos últimas semanas a través de la red social change.org.