La Incineradora de Biomasa de Monzón se enfrenta a un nuevo juicio por incumplimientos

El contencioso se dirige contra la resolución de la Dirección General de Energía y Minas por la que se otorga la autorización administrativa previa a la instalación de la planta de biomasa en Monzón

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Acción en contra de la incineradora de Biomasa en junio de 2020.

La organización Ecologistas en Acción ha recurrido la resolución de la Dirección General de Energía y Minas, entre otros aspectos, por entender que el promotor de la incineradora de biomasa no reúne los requisitos técnicos que marca la legislación y al no haber depositado el aval de casi 2 millones de euros que marca la legislación de 2018 de medidas urgentes para la transición energética con el objeto de asegurar la finalización de los proyectos y evitar la especulación.

Con este son tres los procesos judiciales que están pendientes de resolución contra la instalación de la central térmica de biomasa. Los otros dos son, por un lado, el procedimiento contra la revisión de oficio de la autorización ambiental, que fue necesaria modificar para incluir las emisiones de sustancias tóxicas y cancerígenas, como los benzopirenos, que el promotor, Forestalia, no declaró en su primer estudio de dispersión de contaminantes.

También está pendiente el recurso que se interpuso en 2020 contra la resolución de prórroga de la autorización ambiental. Dado el incumplimiento de plazos para la instalación de la incineradora, el promotor tuvo que solicitar prórroga para su proyecto.

Según esta resolución de prórroga el proyecto tiene distintos plazos a cumplimentar: final de agosto de este año para el inicio de las obras, y final de agosto de 2024, para el inicio de la actividad.

Ecologistas en Acción se pregunta por la materia prima que se pretende utilizar para la generación de electricidad, pues según la autorización ambiental debía proceder del cultivo de unas 10.000 hectáreas de chopos, que requieren de autorizaciones que a día de hoy no han sido solicitadas al INAGA, y que necesitan de varios años para crecer, por lo que “no parece viable que esa sea la materia prima a quemar”.

“Dado que el horno proyectado para quemar la biomasa es capaz de incinerar cualquier tipo de residuo, se abriría la posibilidad de que, con una solicitud previa, se pudiera quemar cualquier tipo de residuos, como ya ocurre en la planta de Saica de El Burgo de Ebro”, explican desde Ecologistas en Acción.

Por otro lado, Forestalia vendió los derechos adquiridos en la subasta de 2016 y en la actualidad no tiene megavatios subvencionados para su planta de biomasa, pues en la última subasta de enero de 2021 no obtuvo ningún derecho. En la actualidad los proyectos para la instalación de parques eólicos o fotovoltaicos son más rentables que la biomasa, motivo por el que pueden pujar con ventaja en las subastas.

Una vez más Ecologistas en Acción reitera que seguirá oponiéndose al proyecto en todos los ámbitos posibles y que la instalación de una central térmica a 600 metros del casco urbano “con unas emisiones tóxicas tan importantes” no beneficia a la población de Monzón, pues impide la instalación de otras industrias limpias, devalúa las propiedades de sus vecinos y vecinas y es un revulsivo para que nuevos y nuevas pobladoras se puedan instalar en un radio amplio alrededor del proyecto.

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