La escuela privada concertada se moviliza para mantener sus privilegios

En la movilización estuvieron presentes representantes del Partido Popular, del PAR, de Ciudadanos y de la patronal, que marcharon por las calles de la capital aragonesa bajo el lema ‘Por la libertad de enseñanza’

Cabecera de la manifestación en favor de la escuela privada-concertada. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Varios miles de personas salieron a la calle este pasado martes en Zaragoza para protestar contra el cierre de aulas concertadas en Aragón y mantener así sus privilegios. En la movilización, organizada por Escuelas Católicas de Aragón, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE-Aragón), la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (Fecaparagón), la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) y USO, estuvieron presentes representantes del Partido Popular, PAR, Ciudadanos y la patronal, que marcharon por las calles de la capital aragonesa bajo el lema ‘Por la libertad de enseñanza’.

Una manifestación en la que, según el sindicato CGT, tanto el profesorado como padres y madres recibieron “presiones” para asistir a la misma de manera “obligada”. “En CGT hemos recibido quejas de profesores a los que se les ha dado la orden expresa de acudir al punto de encuentro concreto de su colegio antes de la manifestación, no sólo de forma verbal sino a través de un envío de correos electrónicos de forma constante desde la pasada semana”, afirmaba el sindicato en una nota de prensa este pasado martes.

Asimismo, desde el sindicato se tiene conocimiento de que esta presión lleva ejerciéndose en algunos centros desde hace varias semanas cuando se anunció la celebración de esta manifestación, y “no sólo eso, sino que además se está transmitiendo una información errónea, alertando a todo el profesorado de que está en riesgo de perder su puesto de trabajo incluso en centros donde ni si quiera se imparte Educación Infantil o Primaria”.

Para CGT, a la hora de hablar de la función que la escuela concertada ejerce en Aragón también hay que tener en cuenta el nivel de segregación que ella misma realiza. Hasta un 60% de los centros concertados "discrimina" al alumnado con necesidades específicas en Zaragoza y Teruel, señalan desde este sindicato. Además del "derroche de fondos públicos que suponen las aulas concertadas redundantes", según recuerdan en un informe presentado el pasado mes de noviembre.

Por otro lado, desde la Plataforma por la Defensa de la Escuela Pública de Zaragoza recuerdan que “el modelo de concertación educativa surge durante la transición, en un momento que los gobiernos progresistas deciden, por fin, universalizar la educación básica, para que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación general gratuita, de calidad que permita acceder al mundo adulto con garantías de alcanzar una vida digna”.

“En ese momento, la red pública, heredada de la dictadura, no podía cubrir una creciente demanda de plazas escolares, por el fuerte crecimiento demográfico y la ampliación de los años de escolarización obligatoria, lo que dio lugar a subvencionar a centros privados a través de los conciertos educativos justificándose, en ese momento, como complemento a la red pública. Es decir, con un claro componente de subsidiaridad”, apuntan desde la Plataforma.

A su juicio, “treinta años después, la red privada concertada se ha naturalizado en nuestro imaginario colectivo al hablar del derecho a la educación”. “Constituye, junto con Bélgica, una anomalía en el contexto europeo”, subrayan.

“El esfuerzo económico de las administraciones públicas –añaden-, debe destinarse a garantizar una educación universal de calidad a nuestros hijos e hijas, inclusiva, que garantice una formación para una ciudadanía responsable, crítica, solidaria y democrática en un mundo cada vez más complejo”.

Un hecho que, según afirman, “solamente lo garantiza la red pública, porque es la única que atiende de forma igualitaria a la diversidad del alumnado, independientemente de su origen sociocultural, de su nivel académico, de sus dificultades y de su lugar de residencia”, aseveran. “Es la única red que garantiza la libertad de ideas y la no imposición de dogmas”, recalcan desde este colectivo.

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