Desde la firma del Manifiesto por la recuperación de la cueva de Chaves y su entorno por parte de APUDEPA, Valle de la Gloria, Plataforma por la Defensa del Patrimonio de Uesca y Ecologistas en Acción, estos colectivos vienen convocando actos mensuales ante diferentes instituciones implicadas “para reclamar el avance de las demandas recogidas en dicho manifiesto”.
En enero se protestó ante los juzgados para pedir el cumplimiento de la sentencia por la destrucción de la cueva de Chaves. En febrero fue en las oficinas de la Dirección General de Patrimonio de la DGA para solicitar que se pueda visitar el conjunto arqueológico declarado BIC, en cuya zona de protección se encuentra la cueva tal como está recogido en la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón.
Este pasado miércoles protestaron ante la Delegación del Servicio de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en Uesca “para solicitar que se cumpla el proceso de retirada del vallado cinegético que rodea la finca de Bastaras, todavía propiedad de Fimbas SA”. Detrás de esta demanda está principalmente la población local que quiere recuperar los espacios de esparcimiento que tenían antes de que la empresa Fimbas convirtiera la finca en una coto intensivo de caza, instalando una valla cinegética en todo su perímetro y se dotara de personal de seguridad para no permitir el acceso a la misma.
También están detrás de estas demandas asociaciones de defensa del patrimonio cultural, montañeras y ecologistas para que se garantice el acceso senderista por los caminos públicos e históricos que atraviesan la finca, al interior del pueblo de Bastaras, a los abrigos de pinturas rupestres, a la misma cueva de Chaves y a todas las zonas de interés medio ambiental y geológico que a pesar de encontrarse en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara no se han podido visitar durante décadas.
“Desde el municipio se están moviendo iniciativas como la creación de un centro de visitantes que potencien las visitas a la cueva y a todo el entorno, aprovechando todo su potencial, reconocido por figuras de protección cultural y medioambiental” nacionales, estatales e internacionales “como Patrimonio Mundial declarado por la UNESCO desde 1998, Bien de Interés Cultural (BIC) Solencio I, II y III, Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Sierra y Cañones de Guara y Zona de Especial Conservación (ZEC) Sierra y Cañones de Guara”, recuerdan las entidades de defensa del patrimonio.
Este reconocimiento debería conllevar actuaciones más urgentes encaminadas al cumplimiento de estas demandas ciudadanas, que ya deberían haber sido resueltas por las diferentes administraciones con competencias, pero lamentablemente, a pesar de las décadas transcurridas desde el cierre del acceso a esta zona, no ha sido así.
La anulación del coto de caza (HU-10.134P) por Orden del Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en 2009, a raíz del expediente 102/2007, abierto contra Fimbas S.A por la introducción de especie alóctona “hace innecesaria, tras las correspondientes medidas preventivas en la gestión de la fauna cinegética del interior de la finca, la presencia del vallado. Lo que conllevaría el acceso tan demandado a los espacios públicos usurpados por la empresa y puntos de interés del interior de la finca”, enfatizan las entidades.
La retirada del vallado está recogida en la propia Orden del consejero del Gobierno de Aragón, que por los diferentes contenciosos abiertos por la empresa, fue refrendada en primera instancia por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) en su sentencia de 23 de enero de 2013 y posteriormente por el Tribunal Supremo en sentencia de febrero de 2015. Por lo tanto la eliminación de todo el vallado está amparado por los tribunales de justicia.
“Transcurridos nueve años desde la última sentencia judicial, el vallado sigue instalado imposibilitando, o en todo caso dificultando el acceso al interior del espacio público, sin saber los motivos por los que desde el Servicio Provincial de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en Uesca no procede a la retirada del mismo subsidiariamente”, se cuestionan.
Por todo ello, las cuatro organizaciones han presentado un escrito en el Servicio de Medio Ambiente de la DGA en Uesca solicitando que se proceda a retirar la totalidad del vallado cinegético perimetral de la finca Bastaras, y el vallado interior si existiese. También piden un estudio de los ejemplares y especies animales que se encuentran en el coto, "a fin de que sea acorde para que no se generen daños ambientales y agrícolas"; y que los costes de dicha actuación se requieran a la empresa FIMBAS SA en tanto que titular actual de la finca.
Del mismo modo, demandan la realización de "las actuaciones necesarias" para solicitar el cumplimiento de la sentencia por el proceso de destrucción de la Cueva de Chaves, en el sentido de que el Gobierno de Aragón pase a ostentar la propiedad y la posesión de la finca de Bastarás, "con el objetivo de que dicho espacio sea definitivamente público y ayude tanto al acceso y visitas como a la protección y conservación de sus valores culturales y ambientales"; y, por último, que se restauren "todos los espacios dañados ambientalmente por la gestión irregular de FIMBAS durante décadas —roturaciones, pistas nuevas y ensanchamiento de las existentes, construcción de embalses, etcétera—".
La Cueva de Chaves: el yacimiento neolítico más importante de la península Ibérica
La profesora Pilar Utrilla, investigadora en la cueva de Chaves, ha puesto de relieve en una reciente conferencia que tuvo lugar en la localidad de Casbas, bajo el título “La cueva de Chaves: Una mirada a medio siglo de investigaciones arqueológicas (1975-2024)”, que se trata de un yacimiento que ha concitado la atención de un amplio elenco de investigadores e investigadoras “que han aportado una rica y variada información”. Así, se puede asegurar, que la gran cueva de Chaves es la primera de la península Ibérica en riqueza faunística, 12.754 restos, siendo la cabra mayoritaria, y la segunda en vestigios cerámicos, 201 cerámicas de lujo con decoración cardial, todo ello en los 63 m² excavados entre 1975 y 2007, en relación a la época Magdaleniense y 119 m² que se adscriben al Neolítico.
“Se trata, además, de una pequeña parte de los 3000 m² habitables que representó la superficie de la cueva de Chaves antes de la destrucción perpetrada por Victorino Alonso. Todo ello ha supuesto la elaboración de numerosísimos artículos publicados tanto a nivel local, como a nivel internacional, también ha propiciado la redacción de cinco tesis doctorales y otras seis en curso”, destacan desde las entidades de defensa del patrimonio.
La relevancia de los hallazgos señalados, tal y como afirma Pilar Utrilla, catedrática emérita de Prehistoria en la Universidad de Zaragoza, se ha podido determinar gracias a los materiales extraídos antes de 2007 y el trabajo intenso de investigación sobre las materias primas, análisis de ADN, antropológicos, etc. “El hábitat en la cueva responde a una época fría y la presencia humana de forma permanente hay que situarla en una primera oleada proveniente del área pirenaica de Pont de Gard, la Provenza francesa, y en otro asentamiento llegado del área mediterránea, siguiendo la cuenca del Cinca y Segre”, señala.
Utrilla, en su charla, contextualizó el significado de la presencia de 20 fosas y cubetas excavadas en la costra calcárea, los 351 útiles de sílex retocados, el centenar de cantos rodados pintados con motivos geométricos y orantes, hasta 105 útiles óseos (cucharas, espátulas, brazaletes/diademas, anillos de hueso, cuentas de variscita y conchas mediterráneas perforadas) y las bellotas asadas para el consumo humano, confirmando que la cueva de Chaves “se sitúa entre los tres primeros yacimientos neolíticos de la Península con cova de l’Or en Beniarrés -Alacant-, y la Draga de Banyoles -Girona-”.
“Chaves fue un asentamiento humano de larga trayectoria donde vivieron nuestros antepasados del Solutrense-Magdaleniense y Neolítico, con fauna domesticada (ovejas y cerdos) que tuvo también culto, tal y como se observa en las cruces de los cantos rodados y los orantes con sus brazos levantados”, detalla la especialista.
La profesora Utrilla “no dejó de aludir al revelador audiovisual ‘Chaves, la memoria expoliada’, coproducido en 2009 por Ecologistas en Acción de Uesca, en el que ya se pone el acento en la necesidad de excavar la enorme escombrera en la que se acumularon los bloques gigantes, que extrajo con poderosos medios mecánicos el propietario y expoliador de la finca Victorino Alonso, para construir un dique de contención de la balsa que atendía las necesidades del coto de caza en que se convirtió el entorno de Chaves”, concluyen.
