La CHE reconoce la inseguridad de las laderas de Yesa pero insiste temerariamente en su recrecimiento

Tras 12 años afirmando que las laderas “son seguras” al tiempo que enterraba decenas de millones para detener sus “movimientos imperceptibles”, la CHE destina ahora “otros 50 nuevos millones, confiando” en que “no requerirá más intervenciones”. La Asociación Río Aragón exige que “se deje de tomar el pelo a la ciudadanía, se realice una auditoría pública trasparente y se produzca una retirada estratégica del recrecimiento del embalse de Yesa”.

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(Archivo) Obras de recrecimiento de Yesa.

El proyecto de recrecimiento de la presa del pantano de Yesa acumula sobrecostes que cuadruplican el presupuesto inicial, de los 113 millones de euros iniciales se ha pasado a más 500 millones en la actualidad, y esta suma no ha concluido, explicábamos en AraInfo hace ya más de ocho años.

También contábamos ya entonces que la lucha vecinal contra el recrecimiento de Yesa se ha erigido en las últimas décadas como uno de los estandartes colectivos de las luchas aragonesas por la defensa de su patrimonio natural y por el derecho a una vida digna en el medio rural.

“Del creemos al confiamos. Si la fe mueve montañas, también detiene laderas”

La Asociación Río Aragón, con sede en Artieda, señala que “en los últimos días hemos tenido conocimiento de diversas informaciones referentes al recrecimiento de Yesa. En particular, de la voluntad manifestada por la CHE para continuar con dicha actuación, aumentando gravemente la espiral presupuestaria y asumiendo que no puede certificarse con firmeza su seguridad futura”.

Asimismo, la entidad cívica denuncia “nuevos ejercicios de ocultación y desinformación en el Modificado 4 del recrecimiento de Yesa” por parte de la CHE, así cómo que “tras años afirmando que las laderas eran seguras y con movimiento imperceptible, asistimos a una nueva promesa de seguridad imposible de confirmar”, por lo que exigen que “se deje de tomar el pelo a la ciudadanía, se realice una auditoría pública trasparente y se produzca una retirada estratégica en Yesa”.

Además, desde la Asociación contra el recrecimiento de Yesa ‘Río Aragón’ quieren informar a la ciudadanía aragonesa que “lo primero que llama la atención es el reconocimiento, por parte de la CHE, de su incapacidad para poder confirmar la seguridad del recrecimiento de Yesa de forma indubitable a futuro. Hemos pasado del creemos que la seguridad estaría garantizada, con que concluía el Dictamen elaborado por el CICCP, en el que se asumía someter a más riesgo a la población para poder continuar con las obras, al confiamos que no se requieran más actuaciones, del presidente del organismo, a concluir con un ‘ya me gustaría a mi poder certificar, pero esa es una palabra muy determinada’ expresado por el máximo responsable” del organismo de gestión de la cuenca del Ebro.

Es reseñable, a juicio de la Asociación Río Aragón “la profunda contradicción que se observa en el discurso de la CHE. Por una parte, afirman que ‘no hay movimiento significativo’ y que ‘la situación de paralización del movimiento global de la ladera no impide que puedan existir en un futuro movimientos locales […] que no afectarían a las condiciones de seguridad de la globalidad de la ladera’. Pero a la par, se plantean la inversión de 47 millones de euros, durante tres años y medio, para estabilizar la ladera como una continuación del famoso ‘las labores de estabilización son la causa de la desestabilización’ tal y como certificaron sus técnicos en el informe de la CHE de enero del 2013. Mal se entiende una inversión de casi el 50% del presupuesto inicial para un problema que intentan vender como de menor importancia”.

Opacidad y falta de rigor técnico

“La CHE vuelve a actuar de forma opaca y sin el menor atisbo de rigor técnico. Cuando solicitó la redacción de un Modificado 4 planteaba como actuaciones principales el ‘desplazamiento de los aliviaderos 47 metros’ por haberse visto afectados en las citadas desestabilizaciones de 2013 y ‘asegurar la ladera derecha con relación a la presa y embalse recrecido, en cualquier circunstancia que pueda producirse durante la normal explotación del embalse’. Además, todo ello se iba a realizar sin coste presupuestario, tal y como se prometió a la ciudadanía y a los agentes sociales desde los púlpitos de los parlamentos aragonés y el estatal. Ahora resulta que las actuaciones se desglosan, en un Modificado sólo para los aliviaderos y por 9 millones de euros y otra actuación de epígrafe desconocido por 47 millones”, relatan detalladamente desde la Asociación Río Aragón.

Y todo ello, con un requerimiento de plazos similar “a aquel con el que fue inicialmente adjudicada la obra, cinco años. Una vez más se ríen de una ciudadanía engañada, entre las que hay miles de personas expuestas y amenazadas por una bomba de relojería que ha sido señalada, analizada y advertida todos estos años. A la par, intentan evitar adjudicar al recrecimiento de Yesa, al que sólo asignan lo que llaman obra principal, presupuestos sobrevenidos de coste extraordinario. Todo ello para confundir a la opinión pública y que no sea conocedora que una obra de 113 millones lleva gastados de largo más de 400 y sin horizonte final”, enfatizan desde la entidad Río Aragón.

En el puente de Piedra de Zaragoza una pancarta desplegada con el lema Yesa No desplegada por Aturando Yesa con el Pilar de fondo
El 23 de abril de 2022 las entidades contrarias al recrecimiento descolgaron este cartel en Zaragoza. Foto: Aturando Yesa

La seguridad vital de las poblaciones aguas abajo del pantano sigue en entredicho

“Por muchas vueltas que le den, la CHE ya no puede garantizar que el recrecimiento de Yesa vaya a tener un factor de seguridad suficientemente superior a la unidad para reconocer que el conjunto ladera-presa-infraestructura sea estable (Geoconsult, 2019), algo imprescindible si se quiere garantizar la estabilidad robusta para la obra que lleva siendo una promesa casi un cuarto de siglo”, recalcan desde la Asociación contra el recrecimiento de Yesa ‘Río Aragón’.

La entidad cívica con sede en Artieda, explica además que “plantean métodos observacionales basados en la velocidad de los movimientos para actuar a posteriori. Algo absolutamente inasumible para poblaciones como Sangüesa, aguas abajo. Episodios como las DANAS han puesto en alerta a las poblaciones sobre riesgos hidrológicos e infraestructuras como el recrecimiento que aumentan la sensación de vulnerabilidad. Esa vulnerabilidad debe ser descartada de manera radical”.

Desde 2014, en múltiples ocasiones y en distintos términos, como ladera segura, equilibrio estricto, estabilidad suficiente, sin movimiento significativo, etc, y por parte de altos responsables de diferentes administraciones, tanto aragonesas como españolas, se ha asegurado que las laderas de Yesa son estables. Pero, a fecha de hoy “constatamos que, como señalamos en cada ocasión, era mentira. Estamos a las puertas de una inversión millonaria para intentar consolidar nuevamente una ladera imposible de asegurar de forma estable y definitiva. En cada nuevo episodio rememoramos el mito de Sísifo condenado a empujar una enorme piedra cuesta arriba por una ladera y que cada vez que estaba a punto de alcanzar la cima rodaba hacia abajo y tenía que reemprender la tarea”, enfatizan desde la Asociación ‘Río Aragón’.

Tomadura de pelo a la ciudadanía y saqueo de dinero público

El recrecimiento de Yesa “se ha convertido en un empecinamiento irracional que conlleva una tomadura de pelo para regantes, personas afectadas y un saqueo a los contribuyentes. Es hora, como ya solicitamos en el mes de marzo, de realizar una auditoría pública y transparente del recrecimiento de Yesa que, no tenemos ninguna duda, debería acabar con una retirada estratégica de un proyecto que hace años debió ser repensado y finiquitado”, concluyen desde la Asociación contra el recrecimiento de Yesa ‘Río Aragón’.

El pantano de Yesa con las obras del recrecimiento
Foto: FNCA

CHA considera “un escándalo dedicar 47 millones más para que la ladera de Yesa no se venga abajo”

Que el recrecimiento de Yesa es un “pozo sin fondo de dinero de todas y todos es algo que nadie puede discutir. Y es que en vez de admitir la realidad ante un proyecto insostenible desde cualquier punto de vista, ya hablemos de economía, seguridad, medio ambiente u ordenación territorial, el Gobierno del Estado español cada cierto tiempo aprueba un nuevo modificado y la ‘lluvia de millones’ el despilfarro y el escándalo prosigue”, aseguran desde CHA.

Así, Verónica Villagrasa, secretaria territorial de CHA-Alto Aragón recuerda que “el recrecimiento de Yesa es de esas obras que pese a venderse como imprescindibles, van pasando los años y no se acaban, ya que las obras comenzaron en 2001 con un plazo de ejecución hasta 2006, y ahora se nos habla de su finalización en 2030, y solo unos de los actores presuntamente beneficiados ha cumplido su objetivo de sobra, las constructoras que llevan a cabo los diferentes modificados, con la esperanza de que algún día sea el último, no tanto porque se finalice el proyecto como porque se descarte definitivamente ante la imposibilidad de asegurar la estabilidad de la ladera al 100 %”.

“Y es que este cuarto modificado que se ha aprobado para ser ejecutado en 36 meses con un coste de 47 millones, busca el objetivo de sostener una ladera que hace muchos años los representantes políticos del Gobierno del Estado español aseguraban que estaba estabilizada”, denuncia Villagrasa. “¿Por qué hemos de creer ahora, después de tantas mentiras, tanta manipulación, y tanto despilfarro, que con este cuarto modificado se conseguirá la estabilización de la ladera derecha de la presa y se podrá llenar completamente el embalse?”, se pregunta Villagrasa.

“La realidad del recrecimiento de Yesa son los ya casi 500 millones de euros despilfarrados, cifra que cuatriplica el presupuesto inicial, el tiempo de ejecución previsto, que quintuplica el inicial, lo que obligaría a paralizar las obras de forma inmediata y definitiva y cesar al director de las obras, que tuviera lugar la dimisión de todos los responsables políticos que han permitido este sinsentido, y se apostara por el principio de prudencia, la valentía y la racionalidad, frente a la irresponsabilidad, la cobardía, y el sinsentido”, concluye Villagrasa.

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