Casi tres años después de su encarcelamiento, el president de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart; el expresident de la ANC, Jordi Sànchez; el vicepresident Oriol Junqueras; los consellers Quim Forn, Josep Rull, Jordi Turull, Dolors Bassa, Raül Romeva; y la presidenta del parlament de Catalunya, Carme Forcadell, las y los nueve presos políticos catalanes, han salido a primera hora de este viernes de las prisiones de Lledoners, Wad-Ras y Puig de les Basses por primera vez desde que les han concedido el tercer grado y podrán pasar todo el fin de semana en sus casas, junto a sus familias.
"El tercer grado no es nada. No podemos normalizar la represión del Estado español, por eso seguiremos luchando para que se acabe toda la represión, el retorno de las personas exiliadas y por la autodeterminación de Catalunya. Viva la República Catalana. Somos y seremos", ha declarado Jordi Cuixart, tras su salida de prisión. "El objetivo del Estado era que yo dejara de ser presidente de Òmnium. Después de mil días de prisión, sigo ejerciendo y eso es un buen síntoma. Que yo pueda estar aquí es una lucha compartida y un éxito colectivo", ha apuntado Cuixart ante los micrófonos de Catalunya Rádio para subrayar: "Yo no soy político, soy un preso político. No entré en Òmnium para hacer política, sino para hacer la función de sociedad civil".
Durante la entrevista, Cuixart ha añadido que "la represión busca dividir a aquellas personas que luchan. Aquí nadie ha renunciado a seguir luchando por una sociedad más justa y para que el pueblo de Catalunya decida libremente su futuro político", para lanzar un mensaje al soberanismo político catalán: "Menos hablar de unidad y más trabajar por la unidad". Asimismo, ha defendido que "la desobediencia civil busca poner en contradicción los poderes del Estado para mejorar leyes. El 1-O hicimos esto y asumimos las consecuencias. Catalunya tiene derecho a ejercer la autodeterminación".
🎥 Des d'avui, @jcuixart pot exercir el tercer grau penitenciari, però no podem normalitzar la repressió de l'Estat espanyol!
Per això, seguim lluitant per la llibertat, l'amnistia i l'autodeterminació!
Amb tu serem més forts 👉 https://t.co/Lj4LPP7QjM pic.twitter.com/7qE5w3H0Ds
— Òmnium Cultural (@omnium) July 17, 2020
Por su parte, Carme Forcadell escribió en su cuenta de Twitter el pasado martes que "el tercer grado no es libertad es el cumplimiento de la condena". "Hoy dormiré en prisión, y mañana y pasado y la semana entrante y el otro y muchas otras. No hay semilibertad, la libertad es o no es y nosotros, los presos y presas, no tenemos", escribió.
Oriol Junqueras ha dicho que está contento de poder ver a la gente de su pueblo: "Ya os lo podéis imaginar, seguro que no se necesitan muchos detalles". El vicepresident escribió en su cuenta de Twitter hace unos días que el tercer grado solo es "un paso más, pero seguimos siendo presos políticos". "Queremos la libertad a través de la amnistía, porque somos inocentes. No vamos a renunciar a nuestras convicciones y nuestros objetivos por mucha injusticia que apliquen".
El tercer grado les permitirá pasar tres noches en sus casas -viernes a domingo-, para volver a entrar en prisión el lunes donde dormirán otros cuatro días de la semana, cuando pasarán entre 8 y 11 horas en el centro penitenciario. Durante las horas que pasen fuera de la prisión, podrán continuar con los trabajos y voluntariados que han hecho hasta ahora, estando clasificados en segundo grado y utilizando el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.
La clasificación en tercer grado para los nueve dirigentes independentistas condenados por el Tribunal Supremo por impulsar la consulta del 1 de octubre parte de la propuesta de las Juntas de Tratamiento de las cárceles de Lledoners (Barcelona), Puig de les Basses (Girona), y la Wad-Ras (Barcelona), que avalaron la medida por unanimidad. Una vez adoptada, la Fiscalía puede presentar un recurso ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria —manteniéndose el tercer grado hasta que resuelva—, y en última instancia ante el tribunal que los sentenció, el Supremo.
El pasado mes de octubre, este tribunal condenó a 99,5 años de cárcel a las y los dirigentes independentistas. En concreto, a 13 años de cárcel a Oriol Junqueras y a penas de entre 9 y 12 años a Carme Forcadell, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y a cinco exconsellers -Jordi Turull, Raül Romeva, Dolors Bassa, Joaquim Forn y Josep Rull- por sedición en el juicio contra el procés que quedó visto para sentencia en el mes de junio de 2019, cuatro meses y 52 sesiones después de su arranque el 12 de febrero de este mismo año. Los nueve entraron en prisión provisional entre octubre de 2017 y marzo de 2018.