Inspección de Trabajo sanciona a Avanza por la pésima gestión del conductor fallecido en octubre

Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado un procedimiento administrativo de posible infracción de contrato de Avanza. La empresa obligó al conductor a continuar sin viajeros hasta el paseo Pamplona a pesar de que el conductor informó de que se encontraba mal.

Avanza
Concentración el pasado octubre de la plantilla de Avanza para denunciar la gestión del conductor fallecido. Foto: Pablo Ibáñez.

El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de sus Servicios Jurídicos, va a iniciar un procedimiento administrativo de posible infracción del contrato para Avanza por el fallecimiento de uno de sus conductores en octubre de 2019. En concreto, el Consistorio incoará un procedimiento de penalidades por presunto incumplimiento del Pliego de Condiciones en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.

Esta decisión se ha tomado a la vista de la resolución de la Inspección de Trabajo, que ha sancionado a la empresa con 12.000 euros (sanción tipificada como “grave”) por no adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios y asistencia médica de urgencia en aquella situación. La Inspección de Trabajo ha dado un plazo de 15 días para que Avanza presente las alegaciones correspondientes a dicha resolución.

Además, la empresa Avanza ha sido condenada con 2.046 euros por el retraso en aportar la documentación requerida por la Inspección de Trabajo en la investigación de dicho caso.

Como denunció el Comité de Empresa en su momento, el 3 de octubre de 2019 un conductor de la línea 23 informó de que se encontraba enfermo y solicitaba ser sustituido. La empresa instó al conductor a continuar sin viajeros hasta el paseo Pamplona. Tras una serie de comunicaciones por radio y en persona (en la plaza de Aragón) este conductor caminó a pie hasta las urgencias del Hospital Provincial, donde falleció.

En el Acta de Infracción de la Inspección de Trabajo se señala, además, que “por parte del Hospital no se contactó con la familia ni con la empresa tras haberse producido la muerte del trabajador. El operario iba provisto de uniforme de empresa, así como de documentación y teléfono móvil”.

La inspección señala que “debería haber existido un protocolo de actuación que implicase facilitar de forma inmediata, o en el plazo más breve posible, un reserva para sustituir al conductor, o la parada inmediata del vehículo y, en todo caso, asegurarse de que el trabajador recibe la asistencia médica adecuada”.

La Inspección de Trabajo ha estimado que la empresa no adoptó las medidas necesarias en materia de primeros auxilios y asistencia médica de urgencia y le impone una sanción de 12.000 euros.

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