La Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado pese a que todavía no conocen los detalles de la Orden de inicio de curso ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a todas las familias para que el próximo 7 de septiembre que comienza el nuevo curso escolar lleven a sus hijos e hijos a la escuela. La situación de excepcionalidad que se siguen viviendo por la crisis sanitaria del coronavirus y su evolución, el retraso en conocer las medidas en las que las escuelas se van a abrir en septiembre y los mensajes alarmistas que han proliferado en las últimas semanas, han generado, para la entidad, “un nivel de incertidumbre en muchas familias que han contribuido a incrementar sus miedos y preocupaciones”.
Desde FAPAR han reiterado la necesidad de que la actividad lectiva recupere la presencialidad, como garante de la igualdad de oportunidades, pero debe hacerlo en condiciones de seguridad, “porque la educación y la salud son dos derechos fundamentales que no pueden ni deben ser excluyentes, sino complementarios”.
Aunque aseguran ser conscientes de que en esta situación “el riesgo cero no existe y esta pandemia no tendrá una duración breve, como de que todos tenemos que esforzarnos por aprender a convivir con ella y que la Administración debe dotar al sistema de todas las herramientas que puedan contribuir a ello”.
En este contexto, consideran que es imprescindible que la Escuela recupere su actividad y para ello deben seguirse las recomendaciones sanitarias que marcan las mayores garantías de seguridad y sobre las que se ha construido la Orden de inicio de curso y todos los protocolos que la acompañan, que deben ser revisados permanentemente para recoger los ajustes que las circunstancias vayan marcando.
Al margen de las medidas anunciadas este jueves por el consejero Felipe Faci, FAPAR ha querido subrayar otras demandas como, por ejemplo, la urgencia de que se traslade a las familias la información específica de cada centro, tanto individualmente como contando con la inestimable colaboración de las AMPAs como representantes de las mismas.
Buena parte de las garantías de seguridad para las familias pasan por asegurar la limpieza de los centros, lo que obliga a la permanencia de personal durante la jornada lectiva, así como por la coordinación Educación- Salud, para resolver dudas y atender situaciones, que sin duda se darán y que deben contar con las garantías de ser atendidas de inmediato por personal cualificado, ya que estamos ante una crisis sanitaria.
Además, aprovechan esta situación para pedir que se modifiquen las metodologías y pongan en el centro del proceso de enseñanza al alumnado, haciéndole protagonista activo del mismo, garantizándole los aprendizajes con las adaptaciones y apoyos que ya se señalaron al acabar el curso pasado en el Plan de Apoyo y Refuerzo, que le permitan alcanzar los objetivos de cada curso y etapa, para que esta crisis no le impida avanzar en su desarrollo global.
“Es necesario prestar especial atención al alumnado más vulnerable no sólo con el protocolo de atención específica, sino garantizando atenciones y terapias en caso de que la actividad lectiva se interrumpiera presencialmente”, recuerdan desde FAPAR.
“Nuestra defensa de la presencialidad viene”, argumentan, “por la necesidad de que haya un acompañamiento en el proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que la enseñanza online que se ha anunciado a partir de 3º de Secundaria nos ofrece muchas dudas con respecto a su desarrollo”. Para ella, además, es urgente contar con la dotación de dispositivos del Plan de digitalización que se anunció y con la necesaria formación a docentes, alumnado y familias, apuntan.
Entienden desde FAPAR que todas las medidas anunciadas permiten la “flexibilidad” en su aplicación que les pueda dar el número de alumnado que haya en los centros, que no requiera, por ejemplo, escalonamientos en el inicio o la combinación online a partir de 3º de ESO.
Desde FAPAR acogen con satisfacción la noticia de que se permitirá, con las garantías necesarias, el desarrollo del servicio de madrugadores desde el principio del curso, y consideran que “deben seguir explorándose otras medidas de conciliación que garanticen a las familias el cuidado de sus hijos e hijas cuando estos no puedan acudir a los centros por razones de salud”.