La campaña de este 25 de noviembre se centra en transmitir un mensaje a la sociedad: la violencia de género no debe ser invisibilizada. “La protagonista del vídeo, mujer con discapacidad, le transmite a una amiga los problemas de pareja que está sufriendo, con signos evidentes de violencia machista. Esta historia sólo puede tener un final. El vídeo, con un formato a dos pantallas simultáneas, nos muestra dos posibles desenlaces y nosotras pretendemos resaltar que la sociedad siempre debe escoger apoyar y no invisibilizar”, explica Miriam Herrero, presidenta de Amanixer.
El vídeo finaliza con la participación de tres mujeres con diferentes discapacidades que ponen voz, y también con lengua de signos, a algunos de los mensajes más demandados por el colectivo: ‘no pongas en duda nuestros testimonios’, ‘la violencia es cosa de todas y todos’ y ‘la violencia no son sólo golpes’.
La constante invisibilización de las mujeres y niñas con diversidad funcional incrementa el riesgo de vulneración de sus derechos y las expone a vivir situaciones de violencia (física, sexual, económica, psicológica, institucional…).
Debido a la situación vivida este año por la COVID-19, las mujeres con diversidad funcional han sufrido de forma exponencial violencia machista y demandan medidas urgentes por el escenario de aislamiento con el agresor.
Tal y como expresa en su manifiesto Cemudis, la Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad, las investigaciones a nivel nacional sobre violencia machista son escasas y las mujeres y niñas con diversidad funcional suelen estar infrarrepresentadas de modo que las conclusiones tampoco reflejan la realidad que viven y los efectos que la violencia tiene en sus vidas.
La Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019 publicada recientemente por la Delegación de Gobierno contra la Violencia Machista incorpora, por primera vez, datos de mujeres con diversidad funcional, el 5,8% de un total de 9.568 mujeres. La prevalencia de la violencia en la pareja a lo largo de la vida entre las mujeres con diversidad funcional acreditada es mayor que entre las mujeres que no la tienen en todos los casos. Así, según esta encuesta, el 20,7% de las mujeres con diversidad funcional ha sufrido violencia física o sexual de alguna pareja frente al 13,8% de las mujeres que no la tienen.
“Por lo tanto, desde las entidades de mujeres con discapacidad reivindicamos la incorporación urgente de medidas para la protección social y sanitaria de las mujeres y niñas, así como para la detección y erradicación de toda situación de violencia machista”, denuncian desde Amanixer.
