Eramos pocos y ...

… parieron Pelosi, Biden, USA, nuevas provocaciones. Por si fueran pocas las bravatas de un matón acompañado de los pilluelos que lidera, una más dirigida a quien más aborrece: a quien está heredando la primacía mundial a pesar del rechinar de sus dientes. Lo malo del asunto es que tamaños bravucones no se jactan de machete o pistola. Lo malo es que, ahora, alardean de misiles nucleares.

Taiwán

Inflación, crisis energética, cambio climático, recesión, guerra entre la OTAN/Ucrania y Rusia, media docena de conflictos más de alta intensidad en el mundo… Ahora, esta nueva. Sin comerlo ni beberlo, el gallo de pelea pasea su mirada fanfarrona, acompañada en esta ocasión por un avión militar, sobre una isla, Taiwán, reivindicada desde hace 80 años por China como territorio inequívocamente chino.

La geo-estrategia, peón complicado en el tablero mundial, hace treinta años que orilló el problema. Incluso el jefe del séptimo de caballería de entonces, sin aparente competidor en el liderazgo del patio, bordeó la cuestión aceptando el axioma de una sola China, Pekín en este caso, marginando, oficialmente, a la isla reclamada por el gigante asiático.

Hoy, viéndose amenazado en su condición de amo del imperio, de matasiete baladrón, de camorrista inveterado, en la misma línea que con su provocación ucraniana, instando a que la OTAN-Kiev coloque misiles nucleares a seis minutos de Moscú bajo el asentimiento de los perrillos falderos, vuelve a provocar, en este caso a China. Roza, de nuevo, otra línea roja.

Parece como si el jactancioso perdonavidas, aquel que dispone de licencia para matar, torturar, “Guantanamear”, derrocar o cualquier maldad que se le pase por el tarro, no tuviera otra idea, hoy, en su cabeza desquiciada y avarienta que no fuera la de llegar a una guerra definitoria con aquellos que pasan de sus zancadillas de chulo de feria que se viene a menos y que, pese a sus baladronadas, más pronto que tarde, van a pasarlo por delante, inaugurando su declive.

Todavía no sé lo que harán los pilluelos agolpados bajo las faldas del matachín. Mala cosa para ellos, para todos nosotros, si no se despegan de influencia tan nefasta. Dominio que los llevará al ninguneo si siguen como satélites sin opinión. Me temo que la manaza del matón es mucha manopla como para que los arrapiezos que lo arropan al compás de la OTAN, se despeguen de una manera definitiva. No han aprendido —Fue a por lana y salió trasquilado—, del asunto “Ucrania”. Será una nueva crisis para Europa, ¡otra más!, fabricada, íntegramente, por el matón de barrio que fue y que intenta, desesperadamente, seguir siéndolo exhibiendo su arsenal.

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