El TSJA declara nulo el Plan Especial para la construcción de Torre Village

El Ayuntamiento de Zaragoza dio luz verde al proyecto del complejo comercial en la antigua fábrica de colchones de Pikolín gracias a los votos de PP, PSOE y Ciudadanos. La Federación de Barrios de Zaragoza recuerda que este proyecto era contrario al principio de potenciación de la rehabilitación urbana.

Protesta en Zaragoza contra el 'outlet' de Pikolín. Foto: Primo Romero

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha dictado sentencia en el caso de los terrenos de la antigua fábrica de colchones de Pikolín, y en ella declara nulo de pleno derecho el Plan Especial del Área de Intervención aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza para la construcción del complejo comercial Torre Village.

El Pleno del consistorio aprobó tramitar lo antes posible el expediente de Torre Village gracias a los votos de PP, PSOE y Ciudadanos frente a la oposición de Zaragoza en Común y la abstención de Chunta Aragonesista. En una entrevista de 2016, el alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, aseguraba que conflictos como el de Torre Village o el derribo de Averly, “nos vienen de la legislatura anterior, que estaban en tramitación y que por consiguiente son temas en los que nosotros no hemos tenido margen de maniobra”.

El Tribunal, estimando el recurso presentado, declara la nulidad del Plan Especial del Área por vulneración del principio de jerarquía normativa y por infracción de instrumento de planeamiento de rango superior, al ir más allá de lo que el Plan General de Ordenación Urbana establece, introducir usos no contemplados en el, y por convertir en dominante un uso no contemplado como tal en el PGOU.

El pasado 23 de diciembre de 2016 “Yo compro en las Fuentes” y otros diez colectivos más presentaron un recurso contencioso administrativo en el TSJA contra el Acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, de 24 de octubre de 2016, por la aprobación definitiva del Plan Especial del Área de Intervención H-61-5.

En su recurso solicitaban a la Sala que se declarara la nulidad absoluta del acuerdo o, en su caso, se anulara la resolución. Los magistrados en su sentencia expresan que el Plan Especial ha entrado en cuestiones que afectan a la estructura general del urbanismo de la ciudad y que corresponden en exclusiva al Plan General de Ordenación Urbana.

Inciden en que un Plan Especial no puede nunca sustituir al PGOU en lo que a clasificación del suelo se refiere, fijación de la estructura general y, en este caso en concreto, en materia de limitación de usos.

Entienden, por ello, que se ha vulnerado el principio de jerarquía normativa. (Fundamento de Derecho VI). Reconocen los magistrados en su sentencia que el PGOU dista de ser claro a la hora de identificar el uso dominante de los sectores de las Zonas H (terrenos en los que estaba ubicada la antigua fábrica de Pikolín y en los que ahora se prevé la construcción del outlet Torre Village), y que la ampliación de los usos no se ha hecho por la vía adecuada, que sería la modificación del PGOU, si no completando en el Plan Especial la regulación de usos posibles y añadiendo usos admisibles no previstos en el PGOU.

Por ello, concluyen que el Plan Especial transforma la configuración inicial del PGOU, que establecía los terrenos como polígono industrial, en un parque comercial o centro comercial con establecimientos de venta de saldos y ocasión alterando con ello las limitaciones de uso establecidas previamente e introduciendo nuevos usos no previstos en el PGOU. En este sentido aclaran que la situación no es comparable al plan parcial que permitió la construcción del complejo “Puerto Venecia”.

Satisfacción en los barrios

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza y los colectivos ciudadanos, sindicales, pequeño comercio y ecologistas han manifiestado su satisfacción por la sentencia ante un recurso que, entre otras cuestiones, denunciaba que el desarrollo comercial de la zona es contrario al principio de desarrollo sostenible y potenciación de la rehabilitación urbana, ya que los desplazamientos ocasionarán evidentes daños ambientales por el consumo de combustibles o hidrocarburos fósiles, a lo que se suman los perjuicios sonoros por su cercanía con una arteria urbana.

El recurso planteaba, además, que el plan especial del outlet modifica “radicalmente el régimen de usos” y hace que el uso comercial se constituya en dominante, cuando la calificación de la zona donde se pretende levantar el outlet contempla que “el uso comercial siempre está vinculado a otros dominantes, es decir, no puede ser el dominante”, concluyen.

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