Desde la entidad ‘87 Razones y Más’ -Coordinadora de la Comarca de Calatayud- informan que la campaña de recogida de firmas para pedir la eliminación de las comisiones bancarias a las Asociaciones sin ánimo de lucro, propuesta que parte de la iniciativa de COSOVAL -Coordinadora de la Comarca de Valdejalón-, ha terminado con la adhesión de más de 146 Asociaciones de las comarcas de Calatayud, Valdejalón y de La Huerva, al escrito que se ha enviado a los servicios de atención al cliente de Ibercaja, Caja Rural, Santander y La Caixa.
En su escrito, recuerdan a las entidades bancarias que “son muchas las asociaciones sin ánimo de lucro ubicadas en toda la geografía aragonesa que mediante el voluntariado y la participación social en los asuntos de la localidad, compensan deficiencias del municipio. Ofrecen servicios muy variados como culturales, sociales, educativos, artísticos, etc, se preocupan por los intereses de un sector de población, tales como las personas mayores, la igualdad de la mujer, focalizan la atención en el medio ambiente, bien mediante rutas, bien mediante la defensa del patrimonio natural, buscan recursos para la recuperación del patrimonio histórico-artístico, y un largo etcétera”,
“Todas estas asociaciones se nutren de voluntariado, la profesionalización de las mismas es escasa y rara. Voluntariado que no recibe ninguna recompensa monetaria por sus servicios, siendo más bien lo contrario: que tenga que poner dinero para algún desplazamiento o situación similar”, recalcan.
El ingreso económico principal de las cuentas de estas asociaciones son las cuotas de las personas asociadas, que varían en un amplio rango, con cuotas que van desde los 5 hasta 50 euros por persona socia y año “así mismo podemos mencionar las subvenciones que se pueden lograr desde las administraciones públicas, normalmente procedentes de los ayuntamientos y diputaciones”.
“Y dentro de este contexto, vienen las Comisiones de Mantenimiento así como las Comisiones por transferencias que todas las entidades financieras cobran en nuestro territorio aragonés. Un gasto extra que una asociación debe acometer con el pequeño presupuesto del que dispone. En este punto, la brecha digital de nuestra población también tiene un efecto negativo, puesto que el uso de la banca telemática minimiza el cobro de comisiones causadas por transferencias”, relatan.
Por todo lo anterior, “alguien podría pensar que cancelásemos nuestras cuentas bancarias y de ese modo evitar estos gastos que no aportan nada a la consecución de nuestros fines y objetivos, pero ello tendría tres consecuencias: 1. Somos entidades jurídicas, con un marco estatutario acorde con la Ley 2/2002, la Hacienda Pública nos asigna un NIF que es lo que nos permite llevar a cabo una gestión económica transparente y controlada. Sin NIF y sin cuenta bancaria (registrándose los movimientos monetarios) no podríamos recibir y abonar facturas. Sin una cuenta bancaria, todos nuestros proyectos, siempre altruistas, sin lucro y en beneficio de la gente de los lugares donde desarrollamos nuestra actividad, podrían generar la duda y la sospecha de que las actividades que desarrollamos forman parte de una economía sumergida, situación nada más alejada de nuestros fines, objetivos y filosofía de trabajo. 2 Sin cuenta bancaria el dinero en efectivo debería ser custodiado por una persona socia con la responsabilidad añadida que eso conlleva. 3. Somos entidades que presentamos proyectos para la mejora de nuestras comunidades (cultura, patrimonio, deporte, voluntariado…), y habitualmente solicitamos y recibimos subvenciones para estos proyectos desde la Administración Publica (local, provincial autonómica y estatal). La administración nos exige las facturas con sus correspondientes conceptos y pago de impuestos e impide el pago de las mismas en efectivo, exigiendo siempre, los apuntes bancarios que demuestren las transacciones, por ende, la tenencia de una cuenta bancaria no es opcional”.
Continúan recordando a las entidades bancarias que “esto implica de facto que estamos obligados a disponer de cuenta bancaria y por tanto somos clientes cautivos de las entidades bancarias, no tenemos alternativa, ni siquiera la de poder negociar porque nuestras cuentas no mueven los volúmenes de dinero que las sucursales consideran para reducir o eliminar comisiones y gastos”.
“Por todo ello, solicitamos como representantes legales de las 146 asociaciones sin ánimo de lucro, la exención de los siguientes conceptos: Comisión de mantenimiento de nuestras cuentas, Comisión de pagos realizados por transferencia, Comisión de cobro de remesas mediante banca on line”.
En el mismo sentido, explican que “con el objeto de dar visibilidad al problema de la deficiente prestación de servicios bancarios en el medio rural, sumado a las comisiones abusivas que tenemos que soportar, convocamos una concentración -bajo el lema ‘Por unos servicios bancarios dignos, asequibles y adaptados al medio rural’-, en cada pueblo que quiera sumarse, frente a la sucursal bancaria que tengamos en nuestro municipio, en caso de no tenerla, que es lo habitual en la mayoría de nuestros pueblos, frente a cualquier banco que haya en la Plaza, el próximo domingo 17 de abril a las 12.00 horas leyendo un Manifiesto común que recoge la problemática de los servicios bancarios en el medio rural y nuestras principales demandas”.
Manifiesto -íntegro- para su lectura en las concentraciones
En el medio Rural, llevamos varias décadas sufriendo la falta de unos servicios bancarios, dignos, asequibles y adaptados a la gente de nuestros pueblos
- En donde vivimos, disponer de efectivo es un suplicio, o no hay ninguna oficina bancaria o solo está abierta unas pocas horas un día a la sumo dos a la semana.
- Pagar con tarjeta no siempre es posible porque muchísimas veces la conexión a internet es tan mala que no es posible transmitir datos.
- Los modelos e interfaces de la banca telemática no son, ni sencillos y mucho menos intuitivos, especialmente para una población envejecida que tristemente se siente inútil por no saber cómo pagar, ¡Teniendo y disponiendo de dinero, su dinero! al electricista, al fontanero, al que le sirve el congelado… usando un ordenador o su teléfono móvil.
- Los negocios rurales precisan de desplazamientos de decenas Km de media, para realizar operaciones tan sencillas y básicas como ingresar efectivo o cobrar un talón, procedente de una tienda, del bar, del albergue, de la casa rural…
- Las Asociaciones y Entidades sin Ánimo de Lucro, que actúan de modo altruista en sus pueblos en colaboración con sus Ayuntamientos para que la Cultura, el Arte, el Deporte, el Ocio… no sean solo privilegio de los entornos altamente poblados. Sufren un 'saqueo de sus cuentas bancarias' a través, comisiones por mantenimiento de cartilla (hasta 120 euros), comisiones por transferencias (mínimo de 3 euros y el 1% según importe), comisiones por cargar recibos de las cuotas de sus soci@s (entre 2,50-3,50 euros).
Por todas estas razones y dado que no es posible prescindir de los servicios bancarios en el modelo de sociedad en que vivimos, nos sentimos clientes y clientas cautivas de los bancos, casi esclavos, ya no compiten entre ellos, da igual a que entidad nos dirijamos, pero al menos hoy, vamos a ser esclavas rebeldes y reivindicativas por ellos pedimos y exigimos:
¡Porque no nos pueden tomar por idiotas y porque es nuestro dinero!
- Servicios bancarios básicos, y adaptados a las necesidades de los pueblos.
- Que termine esta asistencia escasa y precaria en las oficinas rurales de banca
- Facilitar la accesibilidad al efectivo aumentando frecuencias en las oficinas o instalando más cajeros
- Accesibilidad al uso de una banca telemática adaptada a las personas usarías a. Software más sencillos y de realidad aumentada y b. Formación para su uso
- Cumplimiento de la directiva europea 2014/92/UE, que establece una comisión máxima de tres euros al mes por cuenta.
- Para nuestras Asociaciones sin ánimo de lucro eliminación: a. La comisión de mantenimiento de nuestras cuentas b. La comisión de pagos realizados por transferencia c. Comisión de cobro de remesas mediante banca on line
- Apoyo de la Administración Pública como garante de nuestros derechos de usuarios de banca, y parte activa y principal, en la minimización de la brecha digital en el medio rural.