El Gobierno de Azcón y Avanza utilizan el autobús urbano para insertar publicidad religiosa

La campaña, firmada por las siglas ACdP (Asociación Católica de Propagandistas), tilda como "bulo" el hecho de que "dios no existe". El CUT critica la forma "escandalosamente arbitraria" de actuar del Gobierno PP-Cs, con el apoyo del ultraderechista Vox, en la cesión de espacios públicos publicitarios y considera "un ataque frontal a la igualdad de todas las personas, a la libertad de culto y la aconfesionalidad".

Publicidad religiosa en los autobuses urbanos de Zaragoza. Foto: CUT

El Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), sindicato mayoritario en Avanza Zaragoza, empresa privada que se encarga de la gestión del transporte urbano de viajeros y viajeras en autobús, ha denunciado la reciente inserción de propaganda de tinte religioso en algunos de los autobuses urbanos de la capital aragonesa.

"Nuevamente es el sindicato CUT el que tiene que denunciar ante la opinión pública el uso que, tanto la multinacional Avanza como el propio Ayuntamiento de Zaragoza, hacen de la publicidad exterior de los autobuses urbanos de nuestra ciudad y es que, desde hace tiempo, se ha entrado en una espiral del 'todo vale' en cuanto a la inserción de propaganda en los vehículos municipales de transporte colectivo", apunta el sindicato en una nota de prensa.

Hace solo unos meses, fue el CUT el que "tuvo que denunciar la abundante proliferación de propaganda en relación a las diferentes modalidades de juegos de azar" que determinadas casas de apuestas contrataban para publicitarse en los autobuses urbanos de Zaragoza, y cuya práctica fue finalmente suprimida "por el evidente riesgo social que comportaba el hecho de incitar a la ciudadanía indiscriminadamente al juego –además del claro problema de cuestionamiento ético que ello suponía-". Ahora, "asistimos atónitos a una campaña de tendencia claramente confesional y católica que luce en la carrocería de algunos de los autobuses de la flota municipal".

Dicha campaña, concertada al parecer por la Asociación Católica de Propagandistas [asociación privada de "fieles católicos españoles, cuyo modo de perseguir el ideal religioso es la propagación de la fe católica y el apostolado", fundada en 1909 por el sacerdote jesuita Ángel Ayala] –cuyas siglas ACdP aparecen en los propios anuncios- tilda como "bulo" el hecho de que "dios no existe".

"Sin entrar a valorar la subjetividad del mensaje lanzado a través de la campaña publicitaria", el CUT califica como "especialmente grave" que la multinacional Avanza y el Ayuntamiento de Zaragoza "actúen de una forma escandalosamente arbitraria en la cesión de espacios públicos publicitarios, como son los habilitados en la flota municipal de autobuses, cuando en este momento sí se ha autorizado propaganda religiosa en favor de una determinada asociación católica".

El sindicato recuerda que hace unos años, en 2009 concretamente, y con gran resonancia en la prensa local y estatal, se suscitó una fuerte polémica a nivel general cuando otra entidad, en este caso laica –la Unión de Ateos Librepensadores (UAL)- pretendió llevar a cabo una campaña publicitaria en la que se cuestionaba la existencia de dios, cuyo intento de implementación en los autobuses urbanos de diversas ciudades levantó una fuerte polvareda hasta el punto de ser vetada en algunos municipios, entre ellos Zaragoza, en la que TUZSA -por aquel entonces la marca comercial de la misma empresa que hoy continúa prestando el servicio- se negó de forma tajante a incluir mensajes de índole religiosa en la publicidad de los autobuses urbanos, amparándose en un impedimento de tipo contractual. Tal fue la polémica ante la citada negativa, que la UAL no pudo llevar a cabo su campaña publicitaria y anunció una posible denuncia por vulneración de derechos fundamentales.

Desde el CUT, "más allá de la anécdota", consideran estos hechos de "graves" por "el trasfondo del asunto que comportan", ya que, por un lado, "supone la parcial puesta a disposición de espacios públicos de toda la ciudadanía en favor de unas determinadas creencias o inclinaciones morales o religiosas", mientras que por otro, se "cercena el derecho" de "otros ciudadanos a la propugnación de distintos tipos de valores que también deberían estar garantizados por la 'aconfesionalidad' que cita explícitamente nuestra Constitución para ciudadanos e instituciones públicas de este país".

No obstante, el sindicato se siente más preocupado aún por "estas actuaciones 'de parte'" que "suponen un cuestionamiento –cuando no un evidente retroceso- en los derechos y libertades de los vecinos y vecinas de la ciudad de Zaragoza, y un ataque frontal a la igualdad de todas las personas por parte de un Consistorio que en estos momentos se encuentra regido por un equipo de gobierno de ideología conservadora o de derechas (PP-C's), con el sustento de otro partido político de ideología abiertamente ultraderechista (Vox), a los que poco parece importarles la disparidad de criterios llevada a cabo en el anuncio de asuntos tan éticamente cuestionables y tan heterogéneos como son las casas de apuestas o la defensa de una determinada creencia religiosa".

Por ello, desde CUT entienden que, en vista de los hechos descritos, una vez más y en otro de los ámbitos que forman parte de la gestión del servicio público de transporte urbano, tanto la multinacional Avanza con su gestión privada, como el Ayuntamiento de Zaragoza "con su permisividad y su falta de control del servicio", vuelven a sumir al servicio público de transporte en un "mercadeo tendencioso" de un espacio público. Todo esto "se viene a sumar a otros asuntos como la falta de personal y material, las constantes averías o el progresivo deterioro de instalaciones y vehículos, que actualmente continúan lastrando y devaluando el servicio público de transporte de nuestra ciudad", y que el CUT lleva denunciando desde hace meses.

"Ante el cúmulo de tales circunstancias", el CUT entiende que "se hace obligada la prestación realmente pública de un servicio que nuca debería de haber sido privatizado, con un control, tanto ejecutivo como efectivo, directos por parte de la administración encargada de prestarlo, que no es otra que el propio Ayuntamiento de Zaragoza". Un control que "garantice, además de su correcto funcionamiento, la más estricta ética, que en relación a su equidad e igualdad, toda la ciudadanía de esta ciudad merecemos", concluye el sindicato.

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