El Parque Deportivo Urbano de Aomi ha sido escenario, del 3 al 6 de agosto, de otro debut olímpico, el de la escalada, con tres disciplinas: velocidad, bulder o escalada en bloque, y lead o dificultad. La escalada de velocidad enfrenta a dos escaladores / escaladoras en una pared de 15 metros. En búlder, escalan un número determinado de vías fijas en una pared de 4,5 metros en un tiempo específico. En dificultad, intentan escalar lo más alto posible en una pared que mide más de 15 metros de altura dentro de un tiempo determinado.
En los Juegos Olímpicos, el formato es overall, es decir, cada participante -20 mujeres y 20 hombres, en categorías separadas- ha competido en las tres disciplinas. La clasificación final se ha determinado multiplicando los puntos de cada una de las posiciones conseguidas en las tres pruebas. Así, los escaladores y escaladoras con las puntuaciones más bajas han sido los que se han llevado las medallas. Un sistema de competición complejo hecho expresamente para Tokio 2020 que, a la postre, ha dado emoción hasta el final.
El primer oro y título olímpico en la historia de la escalada en los Juegos ha sido para el extremeño Alberto Ginés, que se ha impuesto en categoría masculina en la final de este 5 de agosto. A sus 18 años, era el segundo atleta más joven de los 20 participantes y su objetivo era "llegar a la final". Con 28 puntos totales, ha sido el más regular de la competición trepando hasta lo más alto del podio. El estadounidense Nathaniel Coleman se quedó con la plata con 30 puntos, y el austríaco Jakob Schubert, bronce con 35.
En categoría femenina, un día después, la eslovena Janja Garnbret se convertía en la primera campeona olímpica de escalada. Garnbret fue la clara dominadora entre las ocho finalistas en el Parque de Aomi, finalizando primera en bloque y dificultad, y quinta en velocidad, con una puntuación final de 5 puntos. Las japonesas Miho Nonaka (45 puntos) y Akiyo Noguchi (64) se han colgado la plata y el bronce, respectivamente.
"La pasión por la escalada es lo que me ha llevado hasta aquí", afirmaba un aparentemente tranquilo Alberto Ginés tras proclamarse campeón olímpico y hacer historia. "Estoy asimilándolo, cuando llegue y me relaje un poco, empezaré a llorar. Todavía estoy soltando la tensión", explicaba el joven extremeño. Alberto llegaba a la final como el 6º mejor de los ocho clasificados. Deslumbró en velocidad, justo la disciplina que no era su especialidad. En bulder se quedaba el último de los ocho finalistas, pero en el lead amarraba la medalla de oro. "Sabíamos que era difícil, pero lo conseguimos. He decidido hacerlo lo mejor que pudiera, y si salía bien, pues bien, y si no, pues no", reconoce el ya campeón olímpico.
Para llegar a la cima de Tokio, Alberto Ginés, junto a su padre también escalador, se ha comido desde muy pequeño miles de kilómetros en carretera ante la falta de espacios adecuados para entrenar. Todo, para poder hacer lo que le gusta, escalar. "En Cáceres hay muchas encinas pero pocas paredes. Alberto escalaba en un rocódromo del año de la pera. [Alberto y su padre] se iban el viernes por la tarde a Francia, más de 800 kilómetros, para entrenar el sábado por la tarde y el domingo por la mañana. Así, casi todos los fines de semana. Nuestras vacaciones eran irnos a los mejores rocódromos del mundo con su entrenador. Todos juntos un mes en una furgoneta", contaba su madre.
La medalla de Ginés ha llenado los titulares de los medios estatales, para un deporte olvidado hasta ahora. El joven extremeño, muy activo en las redes sociales, también se ha hecho viral por su carácter y su perfil comprometido. "La gente diciéndome en twitter que no me merezco representar a españa en los JJOO por que soy rojo, todo bien???", escribió en su cuenta personal de Twitter (me gustan los sabados) el pasado mes de febrero. En la misma cuenta, en abril, Ginés se mostraba muy sincero: "Vivo con el miedo constante de tirarle la caña a una pava y que sea facha". En las horas previas a la final, daba un buen zasca a un comentario LGTBIQfobo de una tuitera:
Alberto Ginés. Campeón olímpico y algo más. https://t.co/SrcjfEL1DV
— Raúl Román (@rraulroman) August 5, 2021
Ginés también tiene el honor de ser uno de los cuatro medallistas de Tokio 2020 que compiten bajo la bandera del Comité Olímpico Español (COE) en no ser felicitado por el partido ultraderechista Vox. Las otras son la piragüista vasca Maialen Chourraut (bronce en Londres 2012, oro en Río 2016 y plata en Tokio 2020); Ana Peleteiro (bronce en longitud), mujer, negra y galega que mandó a su casa a Santiago Abascal; y Ray Zapata (plata en gimnasia), también negro, nacido en la República Dominicana que llegó a Canarias con nueve años. Pero el desprecio de la ultraderecha no quitará el sueño a Alberto Ginés: "Los jóvenes no os queremos a vosotros".
Los jovenes no os queremos a vosotros https://t.co/qHtzki2gXG
— me gustan los sabados (@lilcabeSa) March 5, 2021