Este colegio público del barrio de la Madalena de la capital del país lleva semanas haciendo un llamamiento por redes sociales para conseguir aumentar las matriculaciones en el primer curso educativo pero, hasta ahora, el objetivo no se ha alcanzado. Se han matriculado veintiún menores, son dos menos de los necesarios para alcanzar las ansiadas dos vías.
Ante esta situación, la Asociación de Madres y Padres del colegio, con el apoyo de toda la comunidad educativa, ha optado por concentrarse a las puertas del colegio. La convocatoria ha sido todo un éxito. Trescientas personas entre alumnado, familias, la totalidad del cuerpo educativo del colegio (maestras, monitorias de comedor, personal administrativo) y gran parte del mundo social infantil del barrio, como la pediatra del centro de salud Rebolería o miembros de la Asociación Socioeducativa Gusantina, han acudido a la llamada.
Allí, dos portavoces del AMPA han leído un manifiesto explicando la situación actual. Han recordado que si se pierde una de las vías “se impiden las matriculaciones de posibles incorporaciones a lo largo del curso”. Esto es algo muy importante en este centro ya que, de manera habitual, son muchos los alumnos y alumnas que se van incorporando a lo largo del curso, una vez finalizado el periodo de matrícula o incluso a lo largo de la distintas etapas educativas.
Anabel, madre de dos alumnas del colegio, explica la importancia de tener dos vías para la acogida de nuevas matriculaciones. Pone el ejemplo del curso de su hija mayor, que entró al colegio en 2016. “Empezaron 26 alumnos en dos vías, con trece alumnos por clase. Ahora mismo, estando en 5º, las dos vías están completas”. Algo que se explica por la realidad sociocultural del colegio “con muchas familias que se van incorporando a lo largo de la etapa educativa y que por su situación de alta movilidad, se van mudando y se matriculan en años posteriores”, indica esta madre.
Contra los recortes del Gobierno de Aragón a la educación pública
Durante la lectura del manifiesto, también se ha querido recordar el grado de compromiso educativo del colegio “con una educación enfocada en el respeto y la integración, que apuesta por la motivación y el juego”. Asimismo, han remarcado las grandes fortalezas del colegio “como un programa de bilingüismo altamente reconocido y una cocina propia muy valorada por las familias”.
Otro de los puntos clave ha sido el rechazo a los recortes a la educación pública, que podría suponer también la pérdida de dos docentes para el siguiente curso. “Estamos en contra de este recorte de plantilla, necesitamos a todos los profesores para garantizar los apoyos y la atención al alumnado”, han señalado los portavoces.
El manifiesto ha finalizado entre aplausos y vítores de todos y todas las participantes, que han gritado lemas en defensa de la educación pública y contra los recortes, como “queremos dos vías para el Tenerías” o “Educación para la integración”. Una respuesta que ha agradecido la directora del colegio, Cristina Lahoz, visiblemente emocionada.
El plazo de matriculación ya ha finalizado y, de momento, la situación del Tenerías es muy delicada. Históricamente el centro nunca ha tenido una sola vía, siendo esta una triste excepción en su dilatada historia. La pelota está ahora en manos de la administración educativa aragonesa: ¿apostará por Tenerías?
Un ejemplo de integración en el corazón de la Madalena
El colegio Tenerías es el colegio público del barrio de la Madalena y la zona de San Agustín y Parque Bruil. Abierto en los primeros años 80, es desde su origen un nicho de convivencia del vecindario, con alumnado de todas las realidades que conforman estos barrios. 450 menores migrantes, gitanos y de familias de todos los niveles socioeconómicos se forman juntos cada día, tejiendo ellos y sus familias una red de convivencia vecinal que es un ejemplo de integración educativa y social que traspasa las paredes del propio centro y llega a todos los rincones del barrio.
Como grandes pilares educativos destacan el programa de bilingüismo en inglés, de la red British Council, el más alto nivel ofertado en Aragón. También la cocina propia, con un menú de elaboración propia que destaca por su calidad, frente a las temidas líneas frías de tantos otros centros.
Por último y lo más importante, está el enorme compromiso de toda la comunidad educativa, desde la dirección del centro a maestras, monitoras y todo el personal administrativo y de servicios, que se implican en el buen funcionamiento y el bienestar de todo el alumnado y su entorno, conformando, más que un colegio, una familia. La familia Tenerías, símbolo de la educación pública aragonesa.
