El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pronunciado su discurso de fin de año desde el Museo de Zaragoza, en los espacios dedicados a la obra de Francho de Goya, del que el próximo año se cumplirá el 275 aniversario de su nacimiento y “para cuya celebración diseña ya una programación el Gobierno de Aragón”.
Lambán ha comenzado despidiendo el año 2020 “como la peor catástrofe padecida por este país desde hace 80 años” y recordando “a las más de 2.600 víctimas mortales de la pandemia en Aragón”, solidarizándose con sus familias, y reconociendo “la labor de todos los servicios esenciales implicados en combatirla”.
“Consciente del sufrimiento de la sociedad aragonesa”, ha pedido “disculpas por los errores cometidos y la limitación de derechos”, al sector hospitalario “por no haberle podido proporcionar al principio toda la protección” que necesitaban, así como a los sectores más afectados por las restricciones, hostelería, turismo, comercio, cultura y deporte, que les han generado “pérdidas cuantiosas que tratarán de compensarse, completando en 2021 las ayudas concedidas en 2020”.
También ha resaltado que la prioridad del Gobierno de Aragón “es proteger la salud y la vida de los aragoneses, sin escatimar jamás recursos materiales y sin dudar ni un instante a la hora de tomar decisiones, por duras que estas sean”, recordando que “las Cortes de Aragón han aprobado una ley para hacer frente a la pandemia”.
Ha insistido Lambán en que “el ejecutivo se está dejando la piel y hasta la salud para evitar males mayores” y recordado que ha querido “ir siempre con la verdad por delante, sin prometer milagros ni soluciones mágicas porque no existen. De hecho, la vacuna que puede acabar con la pandemia en unos meses, no evitará que queden secuelas sociales y económicas que nos costará superar”, ha advertido.
Ha asegurado que preside “un gobierno moderado y transversal que, pese a estar integrado por cuatro partidos, tiene clara su hoja de ruta que no es otra que proteger a los más vulnerables, garantizar la igualdad de oportunidades, no dejar a nadie atrás y seguir dando pasos para que Aragón lidere sectores como la agroalimentación, la logística, la automoción, las energías renovables o la digitalización, con proyectos estratégicos como Bonárea o Amazon, a los que se sumarán este año otros muy importantes que van a impulsar con pulmón de gigante la economía” de Aragón.
Militante radical en defensa del rey y los valores del nacionalismo hispano-madrileño
El Presidente de Aragón ha dedicado la parte central de su radical discurso de fin de año “a España, a cuyo futuro -afirma- Aragón está indisolublemente vinculado, por ser parte importante”, añadiendo que “la prosperidad y bienestar de los aragoneses depende de la estabilidad política de la comunidad pero también de la de la nación en su conjunto”.
Asimismo, Lambán ha lamentado que “por desgracia, hay ahora grupos políticos dedicados a perturbar esa estabilidad promoviendo enfrentamientos ideológicos y territoriales e impidiendo los grandes pactos que necesita el país. Afanados en resucitar los frentismos de izquierdas y de derechas que tan nefastas consecuencias tuvieron en la historia de nuestro país y que ponen en riesgo ahora el futuro apacible y próspero que queremos para nuestros hijos”.
Asegurando permanecer “firme en sus convicciones socialistas”, ha insistido “en haber aprendido lo principal de hombres como Indalecio Prieto, Julián Besteiro o Ramón Rubial, que a España hay que ponerla siempre por delante del partido”. Y por ello, asegura que “se sitúa frente a la sinrazón y el radicalismo, declarándose militante activo de la moderación y del sentido común” y ofreciendo “su apoyo al presidente Sánchez para construir puentes de entendimiento en torno a la constitución, a sus valores y principios, y en torno a una idea de España entendida como un gran proyecto común, que tan dignamente simboliza el jefe constitucional del Estado, el rey Felipe VI”.
A pesar de su radicalismo en defensa de los valores del nacionalismo hispano-madrileño, Lambán se ha declarado “orgulloso de presidir una comunidad donde los principios de la moderación y del pacto inspiran la vida política y social de una manera admirable”, y ha recordado “el esfuerzo de las fuerzas políticas, los agentes sociales y la Federación de Municipios que ya en junio firmaron la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica, que es la que, desde entonces, nos marca el camino correcto”.
Ha concluido Lambán reconociendo “el compromiso de empresarios y sindicatos, de ayuntamientos y diputaciones, de investigadores y creadores, de la Universidad, de la escuela pública y de la concertada, de organizaciones agrarias y cooperativas, del tercer sector y de las fuerzas políticas”, agradeciendo “la generosidad y altura de miras de la oposición, en particular de dos fuerzas de ámbitos ideológicos tan dispares como Ciudadanos e Izquierda Unida, que han renunciado a sacar provecho electoral de la pandemia y han arrimado el hombro para que la comunidad salga adelante”.
