Amigos de la Tierra Aragón y Ansar manifiestan “su más enérgica condena a la reapertura de los pasillos que la Confederación Hidrográfica del Ebro -CHE- está realizando en el Soto de La Alameda en Sobradiel”.
“La CHE viene desarrollando un programa experimental de intervenciones en el Ebro denominado curage con el supuesto objetivo de dar más salida a las aguas en caso de avenidas y salvaguardar núcleos urbanos y favorecer el transporte de sedimentos, para lo cual abre canales o pasillos en las márgenes del río eliminando la vegetación”, explican.
Desde Amigos de la Tierra Aragón y Ansar consideran “que la reapertura de los pasillos en el Soto de La Alameda es injustificada, excesiva y contraproducente por lo que supone romper la integridad de la masa vegetal, aumentando la insolación y la sequedad y rompiendo la inercia térmica que ofrece la vegetación, además de destruir la oportunidad de refugio para la fauna. Estas asociaciones ya se opusieron a la intervención inicial de CHE en la zona arbolada de Soto de Alfocea en diciembre de 2018 y 2020 y a la de Soto del Tambor de Sobradiel en agosto de 2019 por su negativo impacto ambiental”.
Los actuales sotos del Ebro son los últimos reductos de las selvas que flanqueaban el río. La roturación de tierras para cultivo, las infraestructuras y las edificaciones ilegales o mal ubicadas y las motas de defensa los eliminaron y han condenado a los sotos a vivir en el estrecho margen entre las motas y el río “y donde, al parecer, los árboles también molestan”.
Esta intervención “supone la fragmentación de un hábitat, ya de por sí reducido. En ecología la fragmentación de los hábitats es una de las causas de la pérdida de biodiversidad y extinción de especies, fenómeno que preocupa a nivel planetario”, recuerdan.
“Igualmente, en un proceso de cambio climático y calentamiento global en la que se resalta la importancia de los bosques para mitigar el cambio climático, no parece muy inteligente destruir nuestras propias masas boscosas. Los sotos son vistos todavía por algún sector de la población como lugares indeseables y molestos y se pide reiteradamente su eliminación con el eufemismo de la limpieza del río”, por ello, Amigos de la Tierra Aragón y Ansar recuerdan “que los sotos son refugios de biodiversidad, son las únicas manchas verdes naturales en un entorno semiárido como es el valle del Ebro y ofrecen gratuitamente múltiples servicios ecosistémicos”. Además, los ecologistas “también condenan que se dilapide reiteradamente el dinero público para satisfacer demandas injustificadas”.
Aseguran que “la intervención en soto de Sobradiel está injustificada porque su existencia no amenaza a ninguna localidad. Además a pesar de la amplitud de las obras en el soto la reducción sobre el nivel de las aguas será insignificante y no garantizan la seguridad de las poblaciones ribereñas”.
Amigos de la Tierra Aragón y Ansar concluyen alegando “que es una contradicción que mantengan diques y defensas y se criminalice a los sotos. Consideran que la única solución definitiva es dar más espacio al río retranqueando o eliminando motas para aumentar la sección del río, como avalan los estudios científicos”.
