Amigos de la Tierra Aragón y Ansar condenan la reapertura de los pasillos en Soto de Alfocea

Consideran que esta reapertura es "injustificada, excesiva y contraproducente" dada las escasas dimensiones de la zona arbolada, lo que supone -según explican- romper la integridad de la masa forestal, aumentando la insolación y la sequedad y rompiendo la inercia térmica que ofrece la vegetación, además de destruir la oportunidad de refugio para la fauna

Alfocea Tierra
Maquinaria actuando en Soto de Alfocea el pasado 5 de agosto de 2020. Foto: Amigos de la Tierra

Amigos de la Tierra Aragón y Ansar manifiestan su "más enérgica condena" a la reapertura de los pasillos que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) está realizando en la masa forestal del Soto de Alfocea (TM Zaragoza) mediante la empresa TRAGSA.

CHE viene desarrollando un programa de intervenciones en el Ebro denominado 'curage' con el objetivo de dar más salida a las aguas en caso de avenidas y, favorecer el transporte de sedimentos, para lo cual abre canales o pasillos en las márgenes del río eliminando la vegetación que por lo visto impide la circulación de las aguas.

Pero Amigos de la Tierra Aragón considera que la reapertura de los pasillos en la zona arbolada de Soto de Alfocea es "injustificada, excesiva y contraproducente" dada las escasas dimensiones de la misma, lo que supone -según explican- romper la integridad de la masa forestal, aumentando la insolación y la sequedad y rompiendo la inercia térmica que ofrece la vegetación, además de destruir la oportunidad de refugio para la fauna. Esta asociación ya se opuso a la intervención inicial de CHE en la zona arbolada en diciembre de 2018 por su negativo impacto ambiental y por necesitar continuo mantenimiento, ya que la vegetación vuelve a colonizar las zonas roturadas.

Los actuales sotos del Ebro son los últimos reductos de las selvas que flanqueaban el río. La roturación de tierras para cultivo, las infraestructuras y las motas de defensa los eliminaron y han condenado a los sotos a vivir en el estrecho margen entre las motas y el río y donde, al parecer, los árboles también molestan.

En Soto de Alfocea la masa arbolada tiene una anchura que oscila entre los 30 y 100 metros y una longitud de unos 700 metros. Los dos pasillos abiertos de al menos seis metros de amplitud ya suponen la alteración o eliminación del 12% de la superficie arbolada sólo en la zona más ancha del soto y llega a alcanzar el 20 o 25% en otros tramos.

Los sotos son vistos por la población y especialmente por las fuerzas vivas locales como lugares indeseables y molestos y se pide reiteradamente su eliminación. Amigos de la Tierra Aragón y Ansar recuerdan que los sotos son refugios de biodiversidad, son las únicas manchas verdes naturales en un entorno semiárido como es el valle del Ebro, ofrecen gratuitamente múltiples beneficios ecosistémicos y también condenan que se dilapide "reiteradamente" el dinero público "para satisfacer demandas injustificadas".

Amigos de la Tierra Aragón y Ansar consideran que la única solución definitiva es ampliar la sección del puente de Alfocea y retranquear la mota de Alfocea o mota de Faci que se construyó hace unos cuarenta años para robar tierras al río y devolverle a este su dominio.

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