La Sociedad Aragonesa de Protección a los Animales y Plantas -SAPAP-, en el ámbito de sus funciones, y por medio de diversas personas asociadas, ha podido observar que en las riberas del rio Ebro, de La Uerba y del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza “el servicio de Parques y Jardines dependiente del Ayuntamiento de Zaragoza, ha procedido a podar y desbrozar las riberas de manera indiscriminada e innecesaria, destruyendo así el hábitat natural de diversas especies de aves que encuentran su refugio en dicha vegetación quedando totalmente desprotegidas, tanto ejemplares adultos como crías”, y así lo señalan en su escrito de denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Cabe recordar, que el equipo de gobierno de Zaragoza -PP Cs y Vox- encabezado por Jorge Azcón, adjudicó a FCC y Urbaser el contrato de Parques y Jardines de Zaragoza pese a su oferta “anormalmente baja”. A finales del 2021 el Ayuntamiento de Zaragoza adjudicó el servicio de Parques y Jardines a FCC, y a Urbaser-Integra las actuaciones en el arbolado de los paseos y bulevares, además del Parque del Agua.
En su escrito de denuncia ante la Fiscalía, la SAPAP enumera algunas de las especies que “han quedado afectadas y desprotegidas” y que están consideras especímenes con protección especial.
Entre ellas: Avetorillo, Mito, Jilguero -castellano- o Cardelina -aragonés-, Martinete, Garceta común, Garza real, Garcilla cangrejera, Lúgano, Verdecillo, Verderón, Herrerillo común, Carbonero común, Agateador común, Papamoscas, Martín pescador, Ánade real, Pechiazul, Ruiseñor común y bastardo, Carricerín, Carricero común y tordal, Colirrojo tizón, Colirrojoreal, Petirrojo, Currucas capirotada, zarcera, mosquitera, carrasqueña y cabecinegra, Andarríos chico, Chorlitejo chico, Correlimos menudo, Gaviotas reidora y patiamarilla, Torcecuello, Chotacabras europeo, Gallineta, Polluela pintoja, Milanos real y negro, Ratonero, Buitre leonado, Mosquiteros musical, papialbo y silbador, Lavanderas blanca y cascadeña, Cisne, Palomas bravía y torcaz, Cigüeña blanca, Grajilla, Gorriones común y molinero, Escribano soteño, Urraca -castellano- o Picaraza -aragonés-, Estornino negro, Mirlo común, Zorzal, Golondrina común, Vencejos común y pálido, Avión común y zapador, Cormorán, Tórtolas común y turca, Águila calzada, Ganso del Nilo, Oropéndola, Tarabilla común, Abubilla, Curruca mirlona, Reyezuelo listado, Tarro blanco, Cerceta común, Zorzal charlo, Mosquitero común, Cigüeñuela y Aguilucho lagunero.
También indican que de las especies enumeradas “algunas viven y anidan de manera continua en la flora destruida y otras lo hacen temporalmente en su proceso migratorio”.
“Entendemos que la eliminación de la vegetación ha sido totalmente innecesaria, pues en las fotografías que aportamos”, en concreto de la orilla de La Uerba a su paso por el Parque Bruil de Zaragoza “puede observarse que se ha desbrozado y podado zonas que no afectan a los caminos y pasarelas peatonales”, enfatizan desde SAPAP.
Y recuerdan que “la normativa ambiental prohíbe la destrucción, el deterioro o el daño a sus nidos, así como molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres o destruir sus lugares de reproducción, invernada o reposo, y dar muerte a las aves silvestres o sus crías”.
Para concluir afirmando que “estas prohibiciones son aplicables incluso si los lugares están vacíos y solo pueden levantarse si existe una autorización excepcional emitida por la administración aragonesa competente. Asimismo, muchas de las podas se hacen en primavera que es la época reproductora de las aves, lo que provoca el fracaso reproductivo e incluso la destrucción de huevos o la muerte de crías”.
