Castanesa: Un proyecto especulativo que hundirá Castanesa -parte 2-

Durante este fin de semana publicamos el trabajo del escritor aragonés Carlos Tundidor sobre Castanesa, sus reflexiones y propuestas. Ayer sábado la primera entrega, y hoy domingo la segunda parte.

Explicaba Carlos Tundidor en la primera parte de este trabajo los antecedentes socio-geográficos y los estudios sobre el Cambio Climático de los Pirineos. En esta segunda parte nos cuenta los datos del proyecto y algunas propuestas.

III.- El Proyecto Castanesa.

De una manera rápida, el proyecto en cifras es el siguiente:

Caminos internos: 58.866 metros de longitud con una anchura media de 3,5 metros. La superficie total de los caminos y carreteras es de aproximadamente 200.000 m2, 20 Ha. a esto se le añadirían los 80.000 m2 correspondientes a los tres aparcamientos de Benifons, Aneto y Fonchanina. Sin contar los 18.000 m2 para cafeterías y tiendas.

La afectación total del proyecto es de 3.500 Ha. No es verdad aquello de que solo sería afectado el 3% del macizo. Esta afectación de 35 km2 afecta al 60% del total de los 63 km2 del macizo de Castanesa. Por sectores este es el desarrollo del proyecto:

1.- Sector de Ardones. 42 Ha. afectadas directamente por pistas esquiables y 725 Ha. de dominio esquiable.

2.- Sector de Castanesa. Un dominio esquiable de 1.062 Ha. y una superficie directa de pistas esquiables de 67 Ha.

3.- Sector Roda del Isábena. Dominio esquiable de 729 Ha. y una superficie directa de pistas esquiables de 28 Ha.

4.- Sector Aneto. Superficie directa de las pistas esquiables de 42 Ha. Dominio esquiable de 868 Ha.

El proyecto tiene un presupuesto de 398 millones de euros más el importe de créditos a diez años que suponen otros 406 millones de euros. Estos créditos estarían suministrados, entiendo, por el socio de ARAMÓN, Ibercaja. El negocio de los créditos y de sus intereses es de lo más jugoso y redondo.

Están previstos 8.000 esquiadores totales a la vez entre remontes, pistas y cafeterías. Para todo ello, están previstas 7 balsas de acumulación para la obtención de nieve artificial. Las aguas necesarias se captarían de los barrancos de Llauset y de la cuenca del Isábena, de los barrancos del Ixordigal y del Cibollés.

El tema de captación de aguas para la fabricación de nieve artificial merece la pena considerarla. Los estudios técnicos confirman que para innivar artificialmente una hectárea, con un espesor de 25 centímetros, son necesarios 2.500 m3 de agua. En Castanesa podemos considerar que está previsto, al menos, la innivación de 100 Ha. de superficie esquiable. Con estos datos y considerando, al menos, diez veces en la temporada la fabricación de nieve artificial, el consumo de agua puede estar en torno a los 250.000 m3 cada vez que se fabrique. Supuesto diez veces por temporada de media (serán más veces y cada temporada más), el consumo de agua se dispararía a la cifra de 2,5 millones de m3. Eso sin contar el agua perdida y la evaporada. Este volumen equivale, él solito, a un embalse de 2,5 Hm3, aunque se reparta en siete balsas. Cualquiera que esté al tanto de la capacidad de un embalse de los medianos y pequeños puede establecer la salvajada que puede suponer detraer estos caudales de las barranqueras que alimentan a tres de los ríos principales del Pirineo. Y eso sin contar la cifra astronómica de energía necesaria para subir estos caudales a las balsas.

El estudio de Riesgos Naturales es insuficiente en el desarrollo del Proyecto. El estudio nivológico, imprescindible para un Proyecto de este nivel, no existe en función del cambio climático objetivado en varios estudios científicos, entre otros el que hemos enunciado en el que está, incluso, la propia DGA del Gobierno de Aragón. Falta, también, el inventario medio ambiental de cara a la fauna afectada.

ARAMÓN es una empresa en donde están, a partes iguales, la DGA e IBERCAJA.

Hasta aquí, el faraónico proyecto que embolsaría pingües beneficios en las arcas de Ibercaja, no solo por los intereses a buenos porcentajes planteados, más de lo que cuesta el Proyecto, sino por los beneficios especulativos, en última instancia, de los impulsores de este nuevo pelotazo urbanístico. Hace unos años el PGOU planteado por ARAMÓN planteaba una recalificación de 50 Ha. y previsión de 2.500 apartamentos. Esto, por su auténtica barbaridad, se echó abajo, pero si no son 50 Ha., serán 40 o 30. La cuestión que se plantea Ibercaja, por medio de ARAMÓN, es hacer el Proyecto que luego ya vendrán los apartamentos, el negocio, dejando de lado el hundimiento de la Naturaleza en la última zona virgen amplia del nuestro Pirineo.

Comparando con el número de esquiadores/día en otras estaciones aragonesas que han destruido zonas importantísimas eco-naturales salen las de Astún, Formigal o Candanchú. Con un número de esquiadores/día parecidos a los que se pretende en este macro-proyecto podemos ver el desarrollo de apartamentos en estos lugares, Formigal, Astún o Candanchú creación de pueblos fantasmas que han destrozado los valles primigenios del Aragón o del Gállego. Aquí, sería lo mismo. Aunque todo el mundo implicado pudiera jurar por lo más querido que solo se plantearían hotelitos, casas rurales, hostales, campings, y ni una sola casa, apartamento, urbanización en las zonas, el mismo proceso urbanístico destrozaría ese macizo origen de tantos barrancos y ríos.

Pero es que nadie va a jurar, ni prometer ni firmar que el asunto final del Proyecto es la especulación urbanística pura y dura, y la venta de dos, tres mil apartamentos en las diversas zonas. Es un negocio de 30/40.000 millones de euros. Un negocio cien veces superior al de los intereses bancarios, y eso que son, de por sí, una auténtica barbaridad. Podemos imaginar hacia dónde iría la mayoría de estos futuros beneficios. Y cuando este proyecto estuviera hecho sería el comienzo de la Política de hechos consumados. Eso es lo que realmente quieren estos especuladores que no dudan en destrozar paisajes para cumplir con su avaricia.

IV.- Futuro sostenible en la zona de Castanesa.

Además de que el cambio climático del Pirineo desmonta cualquier argumento de un futuro de la zona en base a este proyecto, la verdadera finalidad del proyecto que es, no vamos a ser tan inocentes de “tragar” con mentiras tan contundentes como enormes, levantar urbanizaciones en la zona por cientos y miles de viviendas, sería suficiente como para que las personas del propio ambiente, de la zona, de esos pueblos, estuvieran contra este colosal y absurdo proyecto que destrozará, definitivamente, el paisaje monumental del parque natural Posets-Maladeta y su entorno en el que domina el citado macizo de Castanesa.

Podríamos imaginar que con solo la cantidad que la DGA aporta a este proyecto, 200 millones de euros, si se pusieran para incentivar la zona en base a verdadera industrialización e impulsos sostenibles, las diferencias serían notables.

Con mucho menos de ese dinero se podría incentivar la ganadería, tanto ovina como vacuna, de la zona. Incentivar la construcción de un matadero industrial para la zona, proyecto que existe pero que estará cogiendo polvo en cualquier cajón de cualquier administración. Incluso que este matadero fuera una cooperativa comunal para que todos los núcleos fueran los favorecidos.

Con mucho menos dinero de todo eso se podría estimular, a la vez, el desarrollo de una Denominación de Origen para la carne de vacuno de la zona.

Con mucho menos dinero se podría incentivar la construcción de una docena más de casas rurales y otros tantos hotelitos en la zona. Ese proceso daría una buena cantidad de puestos de trabajo sostenibles que sustentarían con mejor base el desarrollo de estos pueblos y de esta zona. Incomparablemente mejor y más que con este proyecto que, al fin, solo se basa en la especulación urbanística. Si las maravillas naturales de la zona se publicitaran de manera adecuada, a la vez, sería mucho mejor el método para esta repoblación natural.

No se trata de que estos pueblos tengan cientos y miles de vecinos coyunturales, se trata de que tengan vecinos fijos y, para ello hace falta multiplicar con empleos y ocupaciones fijas y rentables por dos, por tres, por cuatro, los actuales habitantes de la zona. Pero nunca multiplicar por diez, por veinte, de manera artificial y coyuntural, en pocos meses y cada vez a menos, las gentes urbanitas de esta zona.

Podríamos mirarnos en el espejo del otro lado del Pirineo, del lado francés. A pesar de que es el Norte y, por lo tanto, nieva mucho más, no tienen la menor intención de plantear semejantes burradas urbanísticas. Estos pueblos tienen un buen desarrollo en base a sus productos naturales, a la elaboración de ellos mediante producción semi-industrial, el impulso de un turismo de calidad, la producción de productos elaborados naturales: quesos, carnes, leche, mantequillas, mermeladas…, de manera que estos productos lleguen a todo el país.

Es natural que cualquier vecino de esta zona espere como agua de mayo los proyectos de cualquier tipo que se encarrilen a poner más población en la zona, PERO NO TODO VALE; hay que exigir ese tipo de proyectos sostenibles, ese tipo de empleos con más seguridad que los que unas condiciones climáticas, científicamente planteadas, pondrán, rápidamente, en entredicho. Y, a la vez, las bases naturales para poder volver a un desarrollo sostenible estarían totalmente destruidas.

NO TODO VALE, y esto tiene que saberlo la alcaldesa de Montanuy que apuesta con todas sus fuerzas por este proyecto especulativo puro y duro, ella sabrá el por qué, y desdeña de una manera despectiva poder vivir de la leche, de la carne, de los quesos, de mantequillas o de compotas y mermeladas pidiendo parte de ese dinero especulativo de la DGA, insisto, 200 millones de euros, para esa necesaria promoción.

Es obligación suya pedir incentivos y ayudas para un desarrollo sostenible, posible en la zona y no hay más que ir al otro lado del Pirineo. Pero no apostar por “pelotazos” con dudoso futuro que hará millonarios a pocas gentes y destrozará, para siempre un paisaje con todo el futuro posible. Si la alcaldesa no lo hace así, habrá que pensar en oscuros objetos de deseo como película a visionar.

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