Arranca nueva edición de Aragón Protege con Fredy Morales, Salah Lebsir y Maryem Hammaidi

Fredy, activista por los derechos humanos, llega a Aragón tras recibir amenazas de muerte en Colombia. Por su parte Salah y Maryem están bajo el punto de mira del gobierno marroquí por su trabajo como periodistas y activistas del Sahara Occidental.

Maryem Hammaidi.

Con la llegada a Zaragoza del defensor colombiano Fredy Yhoany Morales Clavijo el pasado 29 de julio de 2022, se volvía a activar el Programa de Acogida a personas defensoras de los Derechos Humanos en Aragón, conocido como Aragón Protege.

Este programa, gestionado por la Fundación Mundubat, se puso en marcha en 2020 gracias a la financiación del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón. Elena Hernández, coordinadora del Programa Aragón Protege, declara que lo primero es que la persona defensora descanse de la situación límite que la ha obligado a salir de su lugar de origen.

La estancia temporal de Morales, de 38 años, será importante porque las instituciones públicas y la ciudadanía pondrán rostro a las personas que defienden luchas para construir sociedades más justas en países como Colombia, que encabeza la lista de asesinatos de activistas.

De acuerdo con Front Line Defenders, en 2021, de las 358 personas defensoras que perdieron la vida por su labor en el ámbito de la defensa de derechos, 138 eran de Colombia. Es el Estado que registra más asesinatos políticos, “y es bueno contribuir a visibilizar esta realidad”, sostiene Hernández.

Ser activista en Colombia

Morales es un defensor de los derechos humanos en defensa de la vida y los recursos naturales, además de activista LGTBIQ. Pertenece a la Veeduría Socio Ambiental y al Movimiento Social por la Vida y la Defensa del Territorio – MOVETE. Durante 12 años ha acompañado a víctimas del conflicto armado con su trabajo artístico teatral. De esta forma, se hizo memoria colectiva con la niñez, la juventud, mujeres y personas adultas que sufrieron todo tipo de formas de violencia y vulneración de derechos, entre ellas, el desplazamiento forzado.

Su liderazgo se vio fortalecido a partir de 2020, cuando con el Movimiento social por la Vida y defensa del Territorio (MOVETE) participó en la movilización contra la construcción de los proyectos hidroeléctricos, sobre todo en el río Churimo, municipio de San Rafael, departamento de Antioquia, por el impacto negativo en el medio ambiente y en las comunidades. Resaltó también como activista LGBTIQ durante la creación de las políticas públicas de diversidad sexual en Popayán, Cauca, y Antioquia. En consecuencia y, debido a este liderazgo, la vida de Morales comenzó a estar en peligro.

Las primeras amenazas de muerte obligaron a Morales a cambiarse de municipio. Se fue a vivir a Salento, en el Departamento de Quindío, donde puso una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación y pidió medidas preventivas a la Policía Municipal. Al suceder otra intimidación, el 20 de enero de 2022, interpuso otra denuncia en la ciudad de Medellín. Solicitó, asimismo, albergue provisional por no tener a donde ir, pero se le denegó.

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Fredy Morales.

La red internacional de solidaridad en Aragón

La última agresión fue el 25 de marzo. Dos sujetos que se identificaron como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) le dijeron que la orden era matarlo por su trabajo de defensor de derechos humanos y por la visibilización de la minería y los proyectos extractivos, “así que mejor te vas”.

Morales, sabedor del peligro que corría, se escondió con ayuda de su organización, la cual inició los trámites para sacarlo de Colombia. Esta contactó con Mundubat, que gestiona el Programa Aragón Protege. Mientras se preparaba su viaje, durante los meses de altibajos emocionales, el defensor sufrió un deterioro psicológico. Le ha frustrado que, a pesar de las denuncias realizadas, no haya recibido ninguna medida de protección, sintiendo, como es lógico, angustia, impotencia y desesperanza.

Ahora, por lo menos para un determinado período de tiempo, el Programa Aragón Protege ofrece a Morales un poco de paz y seguridad, con un acompañamiento integral que contempla también la ayuda psicológica.

Salah Lebsir

La segunda persona que entra en este curso al programa es Salahdin Abdala Abdala Hanafi, pero es conocido como Salah Lebsir. Tiene 31 años y llegó a Zaragoza el pasado 10 de agosto desde los campamentos de refugiados y refugiadas saharauis de Tinduf, en Argelia, a donde huyó por la persecución marroquí que sufría en el Sáhara Ocupado, debido a su trabajo en la defensa de los derechos humanos y la labor periodística de denuncia.

Desde 2005, con tan sólo 14 años, el activista y periodista saharaui ya cubría las manifestaciones de protesta y denuncia del pueblo saharaui para distintos medios de comunicación, como RASD TV, la radio nacional, Smara Media 24 o Nushatta Foundation.

Lebsir nació en Smara, parte del Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos. Pertenece a la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA), con quien colabora desde 2010, año en que sucedieron las manifestaciones pacíficas en el campamento Gdeim Izik. Lebsir viene de una familia reconocida por la resistencia y la defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. En su mochila trae el sufrimiento de lo vivido en cuatro años de cárcel y el desplazamiento forzoso de su ciudad natal.

El 6 de junio de 2015, en El Aaiún, las autoridades marroquíes lo capturaron. Fue encarcelado y condenado a cuatro años de prisión, sufriendo torturas. Salió libre el 7 de junio de 2019 y, a partir de entonces, la casa de su familia en Smara estuvo cercada por un dispositivo policial. Finalmente, en marzo de 2020, ante el eminente peligro de ser detenido de nuevo, partió hacia los campamentos de refugiados y refugiadas saharauis en Argelia, donde continuó trabajando para AFAPREDESA.

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Salah Lebsir.

Sin libros ni periódicos

Lebsir recuerda como el peor periodo de su estancia en prisión los 20 meses que pasó en la cárcel de Ait Melloul, cerca de Agadir (Marruecos). En esa etapa le confiscaron libros y periódicos, con el objetivo de incomunicarle totalmente, todo ello acompañado de brutales torturas, amenazas de violación y regímenes de aislamiento simplemente por ser saharaui. Actualmente, a pesar de su serenidad, sufre una fuerte sensación de estrés e impotencia por haberse visto obligado a dejar a su familia y la tierra que lo vio nacer.

Durante la estadía temporal que ofrece el Programa Aragón Protege, de tres meses, el activista saharaui quiere fortalecer sus capacidades en el campo de la difusión y la comunicación, a través de la adquisición de nuevos instrumentos y estrategias. También desea formarse en las herramientas y los mecanismos para realizar un mejor seguimiento de los casos de presos y presas políticas en el Sáhara Occidental.

Maryem Hammaidi

La tercera invitada por el programa es la defensora de los derechos humanos Maryem Hammaidi de 24 años. Es una comunicadora reconocida por su trabajo en la Fundación Nushatta, con la cual colabora desde 2018 llevando a cabo labores de comunicación de todo tipo: cobertura de las manifestaciones en las zonas ocupadas; seguimiento de las noticias relacionadas con la causa saharaui y de las y los presos políticos; y traducción de los comunicados de prensa sobre las sentencias de los tribunales marroquíes.

Hammaidi llegó a Zaragoza el pasado 22 de agosto de 2022, donde tendrá una estadía temporal de tres meses gracias al Programa de Acogida a personas defensoras de los Derechos Humanos en Aragón, conocido como el Programa Aragón Protege.

Esta iniciativa de protección institucional le dará el apoyo político y la protección temporal que necesita la joven activista, quien se dispone a fortalecer su resiliencia ante el acoso de las autoridades de Marruecos.

Hammaidi aprovechará su estadía para compartir con la ciudadanía, a través de su agenda de incidencia y sensibilización, la experiencia de vivir todos los días un trato desigual; una discriminación que se manifiesta de múltiples formas y se acomoda a todo tipo de contextos y circunstancias, incluso cuando va a las tiendas de alimentación. “Al detectar mi origen, por mi vestimenta o el dialecto que hablo, han llegado a triplicar el precio de los productos que iba a comprar”, cuenta Hammaidi.

Elena Hernández, de la fundación Mundubat y coordinadora del Programa Aragón Protege, expresó que la participación de Maryem resulta especialmente interesante, ya que va a permitir poder acercar a la ciudadanía aragonesa la experiencia de resistencia de una mujer joven saharaui en los territorios ocupados.

A través de su testimonio, visibilizará la participación activa que han tenido las mujeres saharauis desde el inicio del conflicto, especialmente, su papel protagónico en la construcción y funcionamiento de los campamentos de refugiados y refugiadas en Tinduf, Argelia.

Lideresa universitaria

La comunicadora y activista, nacida en la ciudad de Dakhla, Sáhara Occidental, logró graduarse de la licenciatura en Economía por la Universidad Abdelmalek Essaâdi de Tetuán, Marruecos. Ahí padeció, entre 2016 y 2019, el trato discriminatorio por parte del profesorado por ser una alumna saharaui. La marginaban en las clases y en las evaluaciones y recibía calificaciones sesgadas sin transparencia.

Con el título de licenciada, quiso estudiar un máster. Cumplía todos los requisitos, pero le fue negado su sueño. Le pedían, por ejemplo, el pago de una tasa de 5.000 euros para la preinscripción y otros 5.000 euros para realizar un examen escrito y una entrevista, a pesar de ser una universidad pública y sin ser necesarias las tasas. “Mis compañeros y compañeras de licenciatura se han graduado este año en los estudios de máster que no he podido cursar, sin tener que realizar los citados trámites”, contó Hammaidi.

La respuesta de la joven saharaui, ante el bloqueo de las instituciones educativas marroquíes a su derecho a continuar sus estudios profesionales, ha sido desarrollar un ideario de lucha dentro de las universidades. Participa activamente en la organización del alumnado saharaui con el objetivo de denunciar la discriminación que sufren diariamente y mejorar la presencia de las mujeres de su pueblo en todos los ámbitos de la sociedad.

La falta de universidades en el Sáhara Occidental es un claro intento de que la juventud saharaui no tenga las oportunidades ni las facilidades para un desarrollo humano, político y profesional próspero. Esta situación las y los condiciona a salir a alguna ciudad de Marruecos si desean continuar su formación universitaria, donde la discriminación hacia la población saharaui es evidente.

Activismo político

El cerco contra la activista y comunicadora por parte de las autoridades marroquíes se endureció a partir de noviembre de 2020, debido a su participación en las manifestaciones en Dakhla y al comienzo de las hostilidades armadas tras romperse el alto el fuego en el Sáhara Occidental.

Fue evidente la presencia policial cerca de su vivienda y aumentó el riesgo de las personas defensoras de derechos humanos, en especial de las comunicadoras como Hammaidi. Todo el equipo de la Fundación Nushatta está bajo amenaza. Amenazas y riesgos que fueron valoradas por el equipo del Programa Aragón Protege para aceptarla con el objetivo de mejorar las herramientas de protección integral en sus territorios y ayudarla a construir redes de solidaridad en el estado español.

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