El Programa de Acogida de Personas Defensoras se pone en marcha en Aragón

Este programa, que se encuentra dando sus primeros pasos de preparación a la acogida a activistas colombianas y saharauis, pretende generar un espacio de seguridad, protección y descanso de estas personas

Dentro de los Programas de Protección de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos nace esta nueva iniciativa, en la que los esfuerzos y saberes de la sociedad civil se articulan con la capacidad normativa, reguladora y representativa de las instituciones públicas. Aquí se enmarca el ‘Programa de Acogida a Personas Defensoras de Derechos Humanos’, que la Fundación Mundubat desarrolla en colaboración con el Gobierno de Aragón.

Toda la información estará disponible a partir del 8 de julio en la página web de Aragón Protege.

Este programa, que se encuentra dando sus primeros pasos de preparación a la acogida a activistas colombianas y saharauis, pretende generar un espacio de seguridad, protección y descanso de estas personas y, a través de una intensa agenda pública, desarrollar una dinámica de sensibilización de la sociedad civil aragonesa sobre la realidad de estos dos contextos.

Para ello, se han articulado redes de colaboración y trabajo conjunto que, además de la financiación del programa por parte del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, han permitido involucrar al poder legislativo representado en las Cortes de Aragón y a diversas organizaciones sociales y ONG del tejido aragonés. De esta manera, el programa aúna experiencias y saberes diversos y los pone al servicio de las necesidades de las personas defensoras de los derechos humanos y de su lucha por alcanzar la justicia social.

Cuenta Antonio José Montoro Carmona, coordinador General de la Fundación Mundubat, que la presencia en Aragón de estas defensoras de los derechos humanos va a constituir “una oportunidad única para acercar a la población aragonesa, y a la del conjunto del estado, tanto la dura realidad de la violencia y la represión contra el movimiento popular de Colombia y las políticas de expolio y violación sistemática de los derechos humanos en el Sahara Occidental por parte de Marruecos, como la esperanza de las alternativas y propuestas de transformación que portan estas personas y las organizaciones de las que forman parte”.

“Defendamos la dignidad y la vida en Colombia, en el Sahara Occidental y en todo el planeta. Defendamos los derechos humanos y a las personas que luchan por ellos. Participemos en la construcción de un mundo mejor”, señala Montoro.

Un proyecto en red

Fruto de la solidaridad internacionalista, en nuestro entorno cercano encontramos múltiples experiencias que buscan crear espacios seguros, de protección y cuidado para que las personas perseguidas y amenazadas puedan retomar su actividad con unas redes de apoyo locales e internacionales fortalecidas.

Así, encontramos algunas que tienen una naturaleza estrictamente social y popular, como el proceso de Amayuelas en Zamora o las iniciativas de Artea y Martin Etxea en Euskadi. Otras, en cambio, tienen un carácter puramente institucional, como el Programa de Protección y Acogida Temporal a Defensores de Derechos Humanos Amenazados del Ministerio de AAEE, UE y Cooperación.

Y, por último, las más numerosas, aquellas que tienen una composición híbrida en las que participan la institucionalidad y la sociedad civil, donde encontramos el Programa vasco de protección temporal para defensores y defensoras de derechos humanos, el Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la Violencia en Colombia o, entre otros, el Programa de Protección de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Valencia.

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