Arranca el derribo de la fachada de Pignatelli entre las críticas y sin sanción para la familia propietaria

Tanto la Asociación Vecinal del Casco Histórico como la entidad de conservación de patrimonio Apudepa se han posicionado en contra del derribo de la fachada y ya están estudiando las posibles acciones judiciales que puedan derivar de la decisión del consistorio

Interior del solar del número 78 de la calle Ramón Pignatelli. Foto: Pablo Ibáñez.

Este viernes Zaragoza se despide de unos de los andamios más antiguos de la ciudad y se lleva consigo una fachada y parte de las bujías que desde 1986 son parte del patrimonio histórico de la ciudad.

Desde 1998 el edificio se encuentra en ruinas y desde 2003 la fachada que cuenta con la catalogación de Edificio de Interés Ambiental ha estado acompañada de un gran andamio que ha incumplido durante años los requerimientos que se decretaban desde el departamento de Urbanismo.

El consejero de esta área del Gobierno de PP y Ciudadanos de esta legislatura, Víctor Serrano, anunció este jueves que gracias a un auto de una jueza publicado el miércoles el Ayuntamiento contaba con el permiso para derribar la fachada. El auto confirmaba que "la fachada se ha ido deteriorando progresivamente y como consecuencia, las piezas estructurales del estabilizador no están realizando su cometido y a que sujetan una obra sólida y compacta". De esta forma, aseguraba que la fachada se encontraba en "ruina inminente" y autorizaba "la demolición de la finca en todos sus elementos". Serrano, que también ha estado presente en el comienzo de las obras, ha asegurado que este andamio es la metáfora de la “desidia en este barrio”.

El consejero al contrario de lo que señala el propio catálogo histórico-artístico del consistorio, ha asegurado que “no tiene ningún grado de protección, es falso que esta fachada esté protegida porque lo estuvo en su época pero a aparte era una protección menor”, y añade que “no estaba protegida la edificación, estaba protegido como interés ambiental que es una protección que permite hacer lo que hemos hecho desde el Ayuntamiento”.

Según considera el consejero “la protección de interés ambiental cede ante la declaración de ruina y el ordenamiento jurídico dice que cuando un bien está declarado solo de interés ambiental que es el nivel mínimo que tiene un elemento ante una amenaza de ruina cede”.

Sin embargo, según dicta la ficha del registro del edificio de la calle Pignatelli 78 las únicas obras que están permitidas son la rehabilitación de la fachada y la caja de las escaleras. Cabe señalar que el edificio fue declarado en ruina en 1998 y pese a que no ha habido ninguna obra de conservación y por lo tanto, encontrarse en las mismas o peores condiciones, el documento fue actualizado en 2013 y no contemplaba ninguna otra actuación que no fuera la de la conservación.

Operarios desmontando el andamio de la fachada. Foto: Pablo Ibáñez.

El consejero de urbanismo también ha avanzado que esta se trata de una obra de ejecución subsidiaria por lo que el coste de las obras corre a cargo de la familia propietaria. Este acuerdo también se contempla en el auto de la jueza Alejandra Estaban Aruej donde señala que la familia propietaria "no dispone de medios ni capacidades para acometer la correspondiente demolición inmediata y urgente". Víctor Serrano ha señalado a los anteriores gobiernos de la ciudad como los responsables de la situación del andamio pese a que fue la propia familia la que colocó el andamio ocupando la vía pública y la que se ha negado desde 1986 a recuperar y restaurar el edificio.

Ante las preguntas de los y las periodistas de si va a tramitar un expediente de sanción por la responsabilidad de la familia propietaria de la “desidia del barrio”, como lo ha llamado el consejero, ha asegurado que “parece evidente” que son responsables. No obstante, ha puntualizado que “veremos, eso al final tiene una tramitación, es un expediente reglado y si hay una responsabilidad por parte de la propiedad… tenga la absoluta seguridad que si hay alguna responsabilidad por parte de la propiedad nosotros vamos a estar vigilantes. Nosotros lo que queremos fundamentalmente es a todas las propiedades que están incidiendo activa o pasivamente a una situación de deterioro en el barrio les vamos a poner las pilas”.

Una tomadura de pelo

En respuesta a las acusaciones de Víctor Serrano, Zaragoza en Común ha aportado una lista de más de 20 actuaciones que desde 2015 hasta el último momento de la legislatura se llevaron a cabo para que la familia propietaria retirara el andamio y rehabilitara la fachada. El anterior alcalde y actual concejal de Zaragoza en Común, Pedro Santisteve, ha señalado que “la propiedad no ha actuado con la diligencia debida más bien ha tomado el pelo del Ayuntamiento de la ciudad durante 17 años y ahora ha supuesto que el ayuntamiento tenga que correr con los gastos aunque luego se repercuta en la familia de tirar una fachada protegida”. Una actitud que ha valorado como “gravísimamente negligente de la familia Coca Ambrós” dado que el “andamio carecía de las medidas de seguridad debidas cuando la vigilancia y el mantenimiento le correspondía a ella”.

Ante las últimas decisiones del ejecutivo zaragozano, Santisteve ha señalado que es “evidente que la destrucción del patrimonio de esta ciudad vuelve a coger con los gobiernos de derechas velocidad de crucero” y añade que “los primeros que deben cumplir son los propietarios, los propietarios son los bancos y sigue habiendo fachadas catalogadas, es decir, que se haga un plan de especial vigilancia sobre el estado de estas fachadas y sobre la obligación de rehabilitar esos inmuebles que es la única forma de impulsar la zona como ya planteamos hace años con Pontoneros, que era el motor de rehabilitación de la zona que por cuestiones políticas incomprensibles echaron abajo el Partido Popular, Ciudadanos y socialistas”.

Interior de la fachada. Foto: Pablo Ibáñez.

El vecindario dice no al derribo

Pese a que el consejero de Urbanismo no sabe “dónde está la polémica” del derribo, ha asegurado que lo hace de acuerdo a la voluntad de los y las vecinas. Tanto la Asociación Vecinal del Casco Histórico como la entidad de conservación de patrimonio Apudepa se han posicionado en contra del derribo de la fachada y ya están estudiando las posibles acciones judiciales que puedan derivar de la decisión del consistorio. “Esta es otra más de la barbaridades que se está haciendo en esta ciudad, San Miguel y esto, nosotros opinamos que esto tiene nombre y apellidos que es prevaricar. Está declarada de interés osea que un señor constructor coloca durante 20 años un andamio para que no se caiga una fachada porque no está declarada, porque son muy buenos”, recordaba Javier Rodríguez, portavoz de la asociación vecinal.

Estas asociaciones llevan desde hace años reclamando la retirada del andamio pero no en las condiciones en las que lo está llevando a cabo la ejecutiva del PP y Cs, “es una barbaridad que el encargado de defender el patrimonio y la cultura de Zaragoza sea el que ha decidido por unanimidad derribar una fachada histórica. Definitivamente no estamos de acuerdo con la decisión del Ayuntamiento”, apunta su presidente de la asociación Eddi Castro.

“Hay mecanismos de hacerlo por dentro, de expropiar el terreno porque la ley lo permite por los años que lleva esto, en fin, para nosotros técnicos y políticos están prevaricando”, añadía Rodríguez.

Javier Rodríguez, portavoz de la Asociación Vecinal Casco Histórico. Foto: Pablo Ibáñez.

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