Zaragoza en Común ha alertado del posible derribo de la fachada catalogada por Patrimonio, situada en el número 78 de la calle Pignatelli, anunciado en la televisión pública aragonesa por el consejero de Urbanismo.
Así lo ha asegurado este jueves el propio consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano. “Mañana mismo, al punto de la mañana, en torno a las 8.00 horas, estaremos allí acogiendo una reivindicación de los vecinos que es prácticamente histórica. Vamos a derribar esa fachada. Vamos a quitar el andamio, vamos a derribar la fachada, y sobre todo vamos a acabar con un espacio que físicamente suponía cierto aspecto de impunidad”.
Desde la plataforma ciudadana aclaran que lo que los vecinos y vecinas llevan años reivindicando es la retirada del andamio y su traslado al interior del inmueble, respetando la fachada y cumpliendo con las medidas de seguridad necesarias, tal y como señaló, recientemente, un informe del servicio de Bomberos. En ningún caso -aseguran- la petición del vecindario es el derribo completo de la fachada, protegida por su Interés Ambiental.
"No sabemos si esta decisión de llevarse todo por delante es directamente una barbaridad, fruto del desconocimiento, o simplemente ganas de vender humo", ha señalado el portavoz de Zaragoza en Común, Pedro Santisteve.
El problema es el andamio, no la fachada
Por su parte, desde el colectivo Calles Dignas insisten en que su reivindicación consiste únicamente en la retirada del andamio, no en el derribo de la fachada catalogada por Patrimonio.
“Los vecinos llevamos años reivindicando al Ayuntamiento de Zaragoza a que inste a los propietarios a retirar el andamio y ponerlo en el interior respetando la fachada catalogada por Patrimonio, ya que el actual no cumple con las medidas de seguridad necesarias. Un andamio que se instaló, por parte de los propietarios de manera ilegal (sin licencia) y por el cual no han pagado nunca ninguna tasa”, recuerdan desde el colectivo.
“No queremos que a los vecinos y vecinas nos usen como justificación para incumplir su propia normativa; no queremos que se sienten precedentes para que se siga destruyendo de nuestra ciudad y nuestro barrio; no queremos tener un solar más en nuestra zona abandonado durante décadas; no queremos pagar con nuestros impuestos un derribo que no aprobamos y que deberían pagar los propietarios”.
Asimismo, reclaman al Consistorio zaragozano que se respete la legislación en materia de seguridad pero respetando el patrimonio material de la ciudad. “Queremos un barrio vivo donde los edificios se rehabiliten y habiten, donde se preserve y proteja la identidad y belleza de sus edificios”, argumentan desde Calles Dignas.
"Verguenza ajena"
También desde la Asociación Vecinal Lanuza Casco Viejo han reaccionado al anuncio realizado por el consejero de Urbanismo. "Con tremenda indignación nos enteramos por los medios que el consejero de Urbanismo ha decidido derribar la fachada catalogada del numero 78 de la calle Pignatelli el día de mañana viernes 13 de septiembre".
"En el transcurso de todos estos años se han presentado decenas de escritos solicitando al ayuntamiento la retirada de este andamio y la construcción de viviendas en el mismo espacio. Pero con una cosa clara: la fachada debe protegerse, y los costes deben ser sujetos por el propietario", subrayan.
"Es ahora en esta legislatura cuando el ayuntamiento ha decidido tomar las medidas para la retirada del andamio, pero además ha decidido el derribo la fachada protegida. Vergüenza ajena sentimos al escuchar al máximo responsable de Urbanismo decir con gran facilidad que la fachada se derribará", señalan desde la Asociación Vecinal.
Recuerdan además que "por ley es el ayuntamiento quien debe defender el patrimonio urbanístico, como es esta fachada catalogada de interés ambiental, sin embargo este gobierno ha decidido su destrucción".
"Resulta un despropósito que prive los intereses particulares especulativos, antes que el bien patrimonial-cultural. El derribo de la fachada facilita a sus propietarios la construcción y/o venta de este solar. Estamos hablando de urbanismo a la carta", añaden. Por ello, dicha asociación exige la "paralización inmediata" de las obras en esta fachada hasta que se garantice su protección. Y en esta línea empezará a movilizarse "por todos los medio que estén a nuestro alcance".
Pese a que han pasado ya dos décadas después del abandono del edificio, el vecindario se acuerda de todos los recursos presentados por la familia cada vez que pasan por el andamio que ocupa gran parte de la calle y que sostiene lo que queda del bloque de viviendas.
Cabe recordar que fue en 2003 cuando se colocó la primera estructura para sujetar la fachada y evitar el desprendimiento y posibles accidentes derivados de su mal estado y, como denuncian desde Calles Dignas, todavía sigue ahí. Pese a las numerosas peticiones y requerimientos de urbanismo para que se cambie la sujeción de la estructura al interior del edificio o se rehabilite la fachada, la familia propietaria sigue ocupando el espacio público.
