Empezando por Remco Evenepoel, el dorsal 1, reciente campeón mundial de contrarreloj. Muy sólido, a pesar de su extraño abandono en el Giro cuando iba de líder. Sus máximos oponentes son Roglic y Vingegaard, bajo el manto de una escuadra que quiere hacer historia: ganar Giro-Tour-Vuelta en la misma temporada. Para ello, una baza solidísima como Primoz, en busca de su cuarto entorchado, tras imponerse en el Giro. Jonas sorprendió anunciando su participación antes de acabar el Tour. El danés va a ayudar a Roglic pero si la carrera se tuerce y mantiene el estado de forma de julio, pocas oportunidades tendrán sus rivales. Enric Mas aparece aquí por merecimiento propio y regularidad (dos segundos puestos los dos últimos años), aunque no compite desde su fatídica caída en la etapa inaugural del Tour. Y el quinto gran nombre es Juan Ayuso, con 20 años, todo el universo ciclista espera que refrende su salto de calidad tras subir al tercer puesto el año pasado. Entonces debutaba en una gran vuelta, ahora hay muchas expectativas sobre el catalán de UAE. Del resto de competidores, abundan los corredores jóvenes, cazaetapas y pocos velocistas de primera línea. Se nota que los Mundiales ya han pasado y el final de temporada no exige hacer la Vuelta para tener un óptimo estado de forma.
Hace 40 años de una de las ediciones más especiales de La Vuelta. 1983. Era una época en la que mi pueblo, Ateca, llegó a tener un equipo en la élite del profesionalismo. Casi nada. Cosas de la fábrica Chocolates Hueso. Una formación modesta que en aquel 83, ganó la clasificación de las Metas Volantes con Sabino Angoitia y la de los Sprints Especiales con Carlos Machín. Yo tenía 5 años en aquel momento, aún quedaban unos pocos para mi primer recuerdo como aficionado al ciclismo. Para entonces Ateca ya no tenía equipo, aunque su calle Bodeguillas siguiera oliendo a chocolate.
De aquella Vuelta tenéis una deliciosa crónica por aquí. Más allá del equipo de mi pueblo, esa Vuelta fue la primera retransmitida por televisión, con todos los finales en directo. En un recorrido desarrollado por la mitad norte del Estado español, el vencedor fue Bernard Hinault, con su mítica victoria atacando en el puerto de Serranillos, destrozando al pelotón y especialmente al líder, Julián Gorospe, que perdería más de 20 minutos en la meta de Ávila. En 1983 se ascendió por primera vez a los Lagos de Covadonga. Como podéis observar una edición muy icónica. Pero volvamos a nuestra crónica. De Barcelona a Madrid, sin gastar bromas. Con un primer bloque de 9 etapas, que fluye casi íntegro por los países de la antigua Corona de Aragón, con bocados selectivos para ir afinando (Andorra, Javalambre, Xorret de Catí o Caravaca de la Cruz). Para la segunda semana, la crono de Valladolid y etapas de montaña decisivas para la general (Laguna Negra, Tourmalet y Larra-Belagua), y ya en la tercera semana, la etapa de L'Angliru, la inédita Cruz de Linares y un recorrido rompepiernas por Guadarrama.
El enfado de Remco tras la crono por equipos de Barcelona es una mezcla de soberbia infantil y protesta legítima. “No somos monos en el circo”, llegó a declarar tras cruzar la línea de meta. No le faltaba razón, con un cielo que se hizo de noche de repente, tanto para Soudal como para la mayoría de equipos. Un desastre el no adelantar la hora de inicio de la crono. Sin farolas encendidas, las imágenes fueron grotescas. La crono se la llevó DSM, con Lorenzo Milesi como primer líder. Al día siguiente, mucha lluvia y un pelotón protestón, respecto a no competir por las carreteras resbaladizas entre Mataró y Barcelona. Presiones del Jumbo, antes de la etapa y en plena carrera, en plan mafia. Algo que ya hemos visto en algún Tour reciente. Una pena. Al final, los tiempos de la general se tomaron a 9 kilómetros de meta, para evitar que hubiera riesgos innecesarios en la bajada de Montjuïc. Y premio de liderato para un desconocido Andrea Piccolo (EF Education). El más listo fue Andreas Kron (Lotto), con un potente ataque en la zona dura de la montaña olímpica, aguantó bajando y gran victoria para este todoterreno danés.
Remco sonríe rápido, se lleva la etapa andorrana (Súria-Arinsal), un aperitivo montañoso con Ordino y la subida final, muy tendida. Gana fácil en un reducido grupo de elegidos, con Vingegaard segundo. Otros como Geraint Thomas se van dejando tiempo (un minuto). Victoria y liderato. También susto, con ese tropel de gente tras la meta, que provocaba una estrepitosa caída de Evenepoel. Así son las cosas. Quizás debería haber frenado antes.
En la cima del Observatorio Astrofísico de Javalambre (6ª etapa), la primera en Aragón, Remco tuvo que lamer heridas. Sufrió y mucho, pero también supo reponerse. Una etapa a ritmo alto, que dejó un bonito desenlace para la numerosa escapada, con peligrosos invitados como un tal Lenny Martinez (Groupama), a la postre líder de la carrera. El más joven desde Miguel Induráin. No es poco. El terreno pestoso del recorrido y esa dura y escalonada subida al Pico del Buitre, coronaron el pedaleo excelso del gregario más portentoso en montaña. Sepp Kuss se llevaba la etapa, mientras la dupla Roglic-Vingegaard abría brecha sobre todos los favoritos. Medio minuto sobre Evenepoel. No era poco para una carrera en la que hay que medir cada bonificación.
Entre unas etapas y otras, lanzamos la mirada a las oportunidades de los velocistas. En Tarragona, Burriana y Oliva. En las dos primeras, Kaden Groves (Alpecin) se impone con relativa facilidad. Mientras que el sprint por las calles valencianas de Oliva trajo una gran sorpresa, levantando los brazos Geoffrey Soupe (TotalEnergies), casi un anónimo de 35 años, que se impone al venezolano Orluis Aular (Caja Rural). Faltan los mejores, dirán algunos. Cierto pero eso no quita valor a los sufridos ciclistas que luchan en esta Vuelta. Oportunidades para todas.
El dorsal 1 se siente fuerte pero cada vez que gira el rostro sólo ve la amenaza de corredores del Jumbo. En Xorret de Catí, Kuss se puso líder, Roglic le ganó la etapa en el sprint y Vingegaard sigue ahí, sólido, aguardando en la recámara. 165 km entre Dénia y esta pared de 4 km, la primera de las cotas cuestacabristas que se sacó de la manga la Vuelta, allá por 1998. Una jornada de media montaña, por el precioso interior alicantino, con una escapada peleona y una fuga de la fuga (Caruso, Rui Costa, Kron y Lazkano) que tuvo que claudicar en el primer kilómetro de este muro.
Y esta larga primera semana concluye en el punto más meridional de esta edición. En el Collado de la Cruz de Caravaca, tras salir de Cartagena y recorrer 184 km. Una etapa unipuerto, con un final inédito de 8 kilómetros al 5,5%, aderezados con carretera estrecha y rampones intercalados. Ganó Lennard Kämna (Bora), el favorito de la fuga, en un buen duelo con Matteo Sobrero (Jayco). De esta forma entra en el selecto club de ganadores de etapa en las tres grandes vueltas. Por otro lado, la decisión improvisada de cerrar la lucha por la general a 2 kilómetros de meta -por una bajada peligrosa, ejem ejem-, provocó que se desluciera la batalla de gallos. Unos segundos de Roglic. Ataque de Almeida y Vlasov. Y poco más. Remco resiste pero el desgaste va a ser duro. Sobre todo el psicológico. La segunda semana se viene como la decisiva. Tendrá que amasar y mucho su talento.
Convocatoria con la PDMA y Anayeta: Salvemos Canal Roya
El jueves, 7 de septiembre, la Vuelta llega a Zaragoza, con final de etapa. La Plataforma en Defensa de las Montañas llama a movilizarse con banderolas "Salvemos Canal Roya". "Anayeta estará presente", afirman.
Hola, hola!! Cambiamos nuestro punto de cita.
¡La Vuelta Ciclista llega a Zaragoza y #Anayeta también estará presente!
🗓️ *Jueves 7 de septiembre*
⏰ *16:30 h. Edificio Pignatelli (Pº Mª Agustín 36)*
📍 *Acudid con las banderolas* pic.twitter.com/NeBb4nwdrB— Plataforma Defensa Montañas Aragón (@PDMAAragon) September 1, 2023
Más información, clasificaciones y perfiles de etapa en la web oficial de La Vuelta.