El Área de Cultura del Ayuntamiento de Alcanyiz y la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA) organizaron este domingo 3 de marzo diversos actos de conmemoración del 81º Aniversario del bombardeo de 1938. Y este año 2019 ha sido especial, ya que la Ley de Memoria Democrática de Aragón, que entró en vigor el pasado 22 de febrero, declara el 3 de marzo como el “día de la memoria democrática de Aragón, día en el que, en 1938, la aviación sublevada bombardeó indiscriminadamente la ciudad de Alcañiz, provocando cientos de víctimas mortales inocentes y el sufrimiento de familias enteras”.
A las 18.00 horas, en la Plaza 3 de Marzo, se inició el acto con una lectura de poemas y textos por parte de varios niños y niñas vecinas de Alcanyiz. Tras ello, y con la colaboración musical de integrantes del Conservatorio Profesional de Música ‘José Peris Lacasa’, los y las asistentes al acto depositaron flores en el monumento instalado en esta plaza.

Tras este pequeño homenaje, al que asistieron un centenar de personas, se realizó una visita al refugio antiaéreo de la Calle Santo Domingo donde los asistentes pudieron escuchar las explicaciones de un guía sobre los acontecimientos de aquel día. El refugio estaba pensado para albergar a 230 personas. En el interior no había luz y los refugiados se llevaban sus propios colchones y lámparas de aceite cuando sonaban las sirenas. Entre todos los refugios de Alcanyiz se podía dar cobijo a unas 5.400 personas.
Por último, en el Teatro Municipal de la localidad turolense se presentó el monográfico de la revista Al-Qannis, ‘Miradas a un conflicto: Guerra y Posguerra en el Bajo Aragón’, a cargo del Taller de Arqueología de Alcanyiz, y se proyectó el documental ganador del Premio Goya ‘El silencio de otros’, con la presencia de ‘Chato’ Galante (represaliado por el franquismo y coprotagonista del largometraje).
El bombardeo de Alcanyiz, una masacre perpetrada por la aviación italiana
El tres de marzo de 1938 no hubo combate alguno en los campos de batalla. Todo estaba en calma. Había terminado la batalla de Teruel y los ejércitos se estaban reorganizando. Nadie esperaba actividad bélica aquella tarde soleada de jueves. Los niños y niñas estaban jugando en el Cuartelillo y en la Glorieta; los soldados haciendo la instrucción en los lugares habituales, la población civil lavando la ropa o trabajando en el campo. Todos desprevenidos, todos confiados.
A las cuatro horas y nueve minutos de la tarde, catorce aviones italianos Savoia-79 al servicio del ejército de Franco, rompieron esa tranquilidad al arrojar indiscriminadamente sobre la población diez toneladas de bombas de 50 y de 100 kilogramos de peso. El objetivo marcado era el “pueblo de Alcañiz”. Lo que se buscaba era “quebrantar la moral de la población”. Desgraciadamente, la misión tuvo éxito. Centenares de civiles perdieron la vida, hasta medio millar según algunas fuentes –de una población estimada de unas 11.000 personas-, entre ellos numerosos niños, niñas y mujeres.

“No fueron ni dos minutos, no hubo tiempo de nada. Incluso una bomba cayó en un camión de gasóleo que estaba en la plaza, lo que acrecentó las consecuencias”, explican a AraInfo algunos de los y las vecinas asistentes al acto. Soldados, civiles, mujeres, niños, de una ideología y de la contraria, todos fueron víctimas de este terrible bombardeo que durante años se trató de silenciar, de olvidar. El bombardeo también dejó cientos de personas mutiladas y muchas otras heridas de diversa índole. Es bueno conocer para aprender lo que nunca se tiene que repetir.
Según diversas fuentes, cogió a la población por sorpresa ya que no se activaron los avisos para que la gente acudiera a refugiarse a los lugares habilitados para ello. “A algunos les pilló en el campo, y desde ahí vieron cómo los aviones arrojaban bombas sobre el pueblo, donde estaban sus seres queridos. Volvieron corriendo angustiados pensando en su gente, pero nada pudieron hacer, lo que se encontraron fue dantesco y dramático”.
“Aquí simbolizamos el horror de la guerra”
José María Maldonado es Doctor en Historia y especialista en la Guerra Civil en Aragón. Es autor del libro ‘Alcañiz, 1938: el bombardeo olvidado’, contribuyendo así a la documentación y recuperación de la memoria sobre este hecho. Conversamos con él tras el acto en la plaza 3 de marzo.
¿Con la realización de estos actos se está consiguiendo difundir el conocimiento entre la sociedad del bombardeo de Alcanyiz en 1938?
El bombardeo de Alcañiz sigue siendo un hecho muy desconocido pero se están dando pasos para que esto se conozca. Y debe conocerse. Es uno de los hechos más dramáticos que hubo durante toda la Guerra Civil española, está entre los dos o tres bombardeos donde más muertes hubo en toda la guerra. El más grande fue el del 18 de marzo de 1938 en Barcelona, pocos días después de éste, luego Gernika y el de Alcañiz el tercero. Pero sí, se va conociendo, cada vez más.
Hay muchas anécdotas o hechos concretos que llaman la atención sobre este bombardeo. Como historiador especializado de este bombardeo, ¿cuáles resaltarías?
La vez que más aviones van a bombardear la ciudad de Barcelona son aproximadamente 15 aviones. A Alcañiz vinieron también 15. Esto es mucho más pequeño que un barrio de Barcelona. La dimensión del bombardeo es espectacular. También constatar que murió tantísima gente, de todas las edades, desde bebés hasta gente mayor, de todas las tendencias, de todos los sexos, y tanto alcañizanos y alcañizanas como gente de fuera. Al estar en retaguardia era una población muy flotante.
Sin duda, quizás estemos ante un rotundo acierto con la determinación del 3 de marzo como día de la memoria democrática de Aragón.
Hoy es el primer día que se celebra oficialmente el día de la memoria democrática de Aragón, y es el 3 de marzo porque en 1938, ese día fue el bombardeo de Alcañiz, donde hubo más de 500 muertos. Aquí simbolizamos el horror de la guerra. La muerte cayó del cielo sin mirar a quien tenía que matar. Con este acto esto más que satisfecho, ya que contribuye a que esto se conozca en Aragón.
