5 de mayo: elecciones históricas en el norte de Irlanda

De la totalidad de los 90 escaños, el Sinn Féin ha conseguido 27 representantes electos, más del 55% son mujeres. Pero sin ninguna duda, lo que supone un hito histórico es el hecho de que una líder republicana pueda acceder por primera vez en la historia al puesto de ministra principal en el norte, algo que simbólicamente acercaría la posibilidad de reunificación política de la isla de Irlanda.

Mary Lou McDonald, presidenta del Sinn Féin, y Michelle O’Neill, líder en el norte, se abrazan tras conocer los resultados electorales. Foto: @sinnfeinireland

El pasado jueves 5 de mayo se celebraban elecciones en el norte de Irlanda para escoger la representación en la Asamblea de Stormont, centro neurálgico de la política norirlandesa, cuyos representantes se encargan del gobierno y administración de los territorios irlandeses que oficialmente dependen del ejecutivo británico. Una fecha marcada en rojo en el calendario irlandés, por coincidir con el aniversario de la muerte en huelga de hambre del preso del IRA e integrante del parlamento británico, Bobby Sands.

En el entramado político de Irlanda del Norte, hay que recordar que dicha Asamblea legislativa fue constituida a partir del Acuerdo de Viernes Santo de 1998, pacto que pondría fin a los llamados Troubles y al conflicto sangriento en el norte de Irlanda. Es por ello que a partir de 1998 quedó establecido el régimen especial del sistema de gobierno norirlandés, un sistema compartido oficialmente entre los dos bloques mayoritarios, republicanos por un lado -defensores de la reunificación con el resto de la isla, es decir, la República de Irlanda- y unionistas -partidarios de la dependencia administrativa de Reino Unido, es decir, probritánicos. Ambos bloques son también conocidos desde la óptica religiosa que marcó el conflicto norirlandés por su definición como católicos (republicanos) y protestantes (unionistas).

En este juego de equilibrios, el partido ganador de las elecciones para la Asamblea de Stormont se encarga de nombrar al ministro principal. El segundo puesto en importancia en la Asamblea se designa viceministro principal y debe ser representado por el bloque oponente. De esta forma, ambos bloques -republicano y unionista- deben compartir gobierno, por lo que la diferencia entre los puestos de ministro principal y viceministro principal es sólo simbólica. Así, uno no puede entrar en el gabinete de Stormont sin el otro, lo que supone un equilibrio de tensiones en un contexto político complicado, determinado por el conflicto que marcó tantos años de violencia.

Resultados históricos

Ya que el recuento de votos depende del sistema de voto único transferible, el resultado de las elecciones no se conoció hasta el pasado domingo. De la totalidad de los 90 escaños que forman la Asamblea de Stormont, el republicano Sinn Féin (SF), partido que aboga por la reunificación de Irlanda, ha conseguido un resultado histórico: 27 representantes electos. Más del 55% de las representantes del SF electas son mujeres, hecho al que la líder del partido en el Norte, Michelle O’Neill, se refería afirmando: “Estoy extremadamente orgullosa de estas mujeres que han dado un paso al frente para apoyar a los trabajadores y sus familias, así como también para recuperar nuestro servicio de salud. El Sinn Féin está impulsando un cambio positivo”.

En segundo lugar, el conservador y probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) con Jeffrey Donaldson a la cabeza, ha visto reducidos sus escaños a 25, tres menos que la pasada legislatura, lo que ha supuesto un duro golpe al partido, mermado principalmente por las consecuencias del Brexit. En tercer lugar, encontramos otro resultado llamativo, en este caso para APNI-Alliance, partido considerado “no alineado”, que ha sumado nada menos que 9 escaños, consiguiendo un total de 17. El resto de representantes, hasta el total de 90, se han repartido entre UUP, SDLP y otros partidos minoritarios.

Pero sin ninguna duda, lo que supone un hito histórico es el hecho de que una líder republicana pueda acceder por primera vez en la historia al puesto de ministra principal en el norte, algo que simbólicamente acercaría la posibilidad de reunificación política de la isla de Irlanda. Aún con esta mayoría y debido al status especial, para que gobierne el Sinn Féin (SF) y su líder Michelle O’Neill pueda ser investida, el DUP debería acceder a ocupar el puesto de viceministro principal, dejando vía libre para que la Asamblea pueda funcionar con plena normalidad.

Bloqueo del DUP

El pasado viernes, el líder del unionista DUP, Jeffrey Donaldson, reconocía que era demasiado pronto para saber qué decisión iban a tomar acerca de la cuestión de gobierno, algo que parece más claro desde la tarde del lunes 9 de mayo.

Así, este pasado lunes, el DUP anunciaba que no formará gobierno en Stormont con cargo de viceministro principal hasta que exista una revisión seria de los acuerdos para el norte de Irlanda que forman parte del llamado Protocolo de Irlanda del Norte, acuerdo al que se oponen. Este protocolo fue un acuerdo especial entre el Reino Unido y la Unión Europea en el marco del Brexit y pretendía evitar una frontera dura entre el norte de Irlanda, de gestión británica en el marco legal, y la República de Irlanda, perteneciente a la UE. Este acuerdo, en el que ambas partes se comprometían a hacer todo lo posible para buscar “medidas alternativas para garantizar la ausencia de una frontera rígida de carácter permanente en la isla de Irlanda”, se acordó en 2019 y fue aplicado en su totalidad a partir de enero de 2021, siendo un tema de tensión constante para el DUP.

Una de las líneas esenciales de este protocolo reafirma la pertenencia oficial del norte de Irlanda al mercado único europeo, a diferencia de otros territorios que oficialmente también forman parte de Reino Unido y que se han visto afectados por el Brexit, como Escocia o Gales. En la práctica, la aplicación del Protocolo conlleva que todas las mercancías que llegan desde Reino Unido al norte de Irlanda tengan que ser sometidas a inspección. Algo que para los unionistas del DUP supone un insulto, pues en la práctica esto significa que los materiales que llegan desde los territorios oficiales del Reino Unido son inspeccionados, pero no así los que llegan de la República de Irlanda en el sur, lo que para ellos, socava la posición del norte de Irlanda en el conjunto del Reino Unido. Por lo contrario, para la Unión Europea, este protocolo representa una buena solución para los ciudadanos y negocios en ambas partes, ya que simboliza un compromiso equilibrado, garante de paz en el norte de Irlanda y que además respeta el Acuerdo de Viernes Santo de 1998.

Es por ello que en estos últimos días se han llevado a cabo reuniones entre Brandon Lewis, secretario de Estado británico para el norte de Irlanda y las líderes del Sinn Féin (SF), Mary Lou McDonald, presidenta del partido y Michelle O’Neill, líder en el norte, en las que también ha participado Jeffrey Donaldson del DUP. Para el SF, el bloqueo del DUP supone esencialmente un castigo directo a la ciudadanía, por lo que McDonald, presidenta del SF, afirmaba rotunda: “Michelle O’Neill ha sido elegida ministra principal por la ciudadanía. Tanto la postura del DUP como la política arriesgada llevada a cabo por el gobierno británico sobre el Protocolo, no pueden bloquear el progreso”.

En este caso, Lewis, ha apremiado a respetar los resultados de las elecciones del pasado jueves y restablecer la Asamblea de Stormont lo antes posible, para que así el gobierno en el Norte de Irlanda pueda empezar a funcionar cuanto antes.

Horizonte político

Por contra, hace escasamente unas horas, Liz Truss, ministra británica de Relaciones Exteriores y miembro del gabinete de Boris Johnson, anunciaba que un nuevo borrador de legislación para el norte de Irlanda está en camino. Este nuevo borrador unilateral que potencialmente contentaría al DUP, podría eliminar partes esenciales del Protocolo que se acordó con la UE durante el Brexit, suprimiendo la necesidad de controles de mercancías entre el Norte de Irlanda y Reino Unido. Si esto se lleva a cabo, esta decisión unilateral podría volver a tensar las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea, ya que el Protocolo fue aprobado con acuerdo de ambas partes. Así, esta decisión unilateral tras las elecciones en el norte de Irlanda, de alguna manera vendría a demostrar la preocupación británica por una potencial y futura reunificación de Irlanda.

Por su parte, Michelle O’Neill, líder del Sinn Féin (SF) en el norte, afirmaba que “los votantes han hablado. El resultado democrático debe ser respetado. Ningún partido puede frenar el progreso. Ahora es el momento de ponerse a trabajar, de hacer llegar dinero a los bolsillos de los trabajadores y sus familias, para así hacer frente a la actual crisis y rescatar nuestro servicio de salud” concluyendo que “el mensaje es de esperanza y también de optimismo por el futuro”. Tras conversaciones con el primer ministro británico Boris Johnson este martes por la mañana, O’Neill ha insistido en que la negativa del DUP a formar gobierno a quien más afecta es a la ciudadanía, ya que, para el SF, la sociedad norirlandesa no puede ser una marioneta en el juego de tensiones entre el Gobierno británico y la Unión Europea. A su vez McDonald, presidenta del SF, ha insistido en el hecho de que el tiempo del Reino Unido como legislador en el norte pertenece al pasado.

En todo caso, es todavía pronto para prever el desarrollo de los acontecimientos que se puede dar no sólo en las próximas horas sino en los próximos días, por lo que de momento parece complicado establecer algún tipo de conclusión tras las elecciones. Algo que sin duda perfilará el futuro político no sólo del norte de Irlanda, sino también del conjunto de la isla.

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