Un mes antes de la Navidad, las calles de Zaragoza se preparan para decorarse con el tradicional alumbrado navideño. Este año, a pesar de la gravedad de la situación de emergencia climática en la que nos encontramos, el ayuntamiento ha aumentado el presupuesto de luces de navidad de 100.000 a 400.000 euros, es decir una subida del 300% con relación a 2018 y con una promesa de aumentarlo a 700.000 euros para 2020. Y todo tras recortar 1,8 millones a los colegios públicos y 1,6 al cambio climático como explicaba el periodista Óscar Civieta para AraInfo.
Este jueves, se hacían virales las imágenes de lo que, según ha trasladado el PP de Zaragoza, eran las pruebas de las luces navideñas en la calle Alfonso. Al parecer, el amarillo y el rojo suelen ser utilizados por su contraste para comprobar que toda la línea de luces está en buen rendimiento. Una casualidad, sin duda, que justamente se encendieran formando la bandera constitucional del Estado español durante decenas de metros. También se formó en otro tramo de la calle, también por casualidad, la bandera aragonesa.
Estas pruebas llegan en un momento muy oportuno dado que la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón, integrada por más de 80 organizaciones y colectivos ciudadanos, había convocado una concentración para este viernes, 22 de noviembre, en la plaza de Sas a las 19.00 horas. Allí, decenas de personas han mostrado su desacuerdo con las medidas del Gobierno del PP y Ciudadanos, con el apoyo del partido de ultraderecha Vox, que lejos de atajar el problema de la crisis ecológica, la agrava.
Esta iluminación, que se extiende a lo largo de casi dos meses, tiene una importante repercusión en las emisiones a la atmósfera y su contribución al cambio climático, de tal forma que ya en 2007 el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, organismo oficial adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica) recomendaba disminuir el numero de días de alumbrado navideño al periodo entre el día 15 de diciembre y 6 de enero, en un horario limitado y considerando iluminación de bajo consumo. A ello hay que añadir la contaminación lumínica asociada.
Desde la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón denuncian este despilfarro energético por diferentes razones. Por un lado, apuntan que el Ayuntamiento que ha firmado diferentes compromisos encaminados a reducir las emisiones de CO2, debería ser un ejemplo para la ciudad en visibilizar nuestro compromiso con el cambio climático. “No puede demandar a la ciudadanía un compromiso que desde la institución no pone en práctica. No se puede entender esta subida de 300% en luces de adorno navideño, al mismo tiempo que se recorta en gasto social y ambiental”, subrayan desde la Alianza que además recuerda otras medidas perjudiciales para este cambio de hábitos como la paralización de la ampliación de carriles bici o la eliminación del programa de la bicicleta en la escuela, con las consiguientes repercusiones en la movilidad sostenible en la ciudad.
Forrar la ciudad de luces por una razón de estética, solo sirve, según la Alianza, para fomentar un modelo de consumo compulsivo que lleva asociado un uso irresponsable de los recursos y una gran generación de residuos.
Frente a ello, desde la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón consideran necesario que el Ayuntamiento debería en estas fechas desarrollar campañas e impulsar acciones asociadas a las Estrategias que ha impulsado como la de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud o a la de Alimentación Sostenible.
En dichas hojas de ruta se presentan compromisos relacionados con la eficiencia y reducción en el uso de los recursos, la movilidad sostenible, la reducción de residuos y el despilfarro alimentario así como la compra de productos de km 0, entre otras, “en lugar de poner en marcha acciones como la del encendido de luces que, además de ser un mal ejemplo, supone un despilfarro económico frente a otras necesidades de la ciudad”, concluyen desde la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón.
