Este pasado martes Zaragoza en Común convocaba en el parque del Tío Jorge de Zaragoza a representantes de entidades sociales, tejido asociativo, cultural y vecinal, y representantes de partidos políticos de la capital del país para presentar “un llamamiento a la unidad de la izquierda, de los partidos que se encuentran a la izquierda del PSOE” de cara a los comicios municipales del próximo año.
La iniciativa de ZeC, su esfuerzo por sumar fuerzas, es loable, pero parece destinada al fracaso por las negativas de Podemos y CHA. Ambas formaciones declinaron la invitación y expresaron su intención de concurrir por separado, o con sus siglas o en un “frente amplio”, y con su propio proyecto político en las municipales de 2023.
El peor resultado histórico del PP en Zaragoza le bastó para colocar al perdedor Jorge Azcón en la alcaldía
La ciudad del viento ha pasado de referente político internacional durante la legislatura en que gobernó ZeC -2015 a 2019- al plomizo color cemento que impregna la acción política del gobierno de Azcón -PP Cs y Vox-.
En los anteriores comicios -2019- el PSOE encabezado por Pilar Alegría fue el ganador, obteniendo diez concejalías, mientras el PP de Jorge Azcón obtuvo su peor resultado histórico con ocho concejalías, pero sumadas a las seis conseguidas por Cs, y las dos del ultraderechista Vox le bastaron para aupar al eterno perdedor hasta la alcaldía.
El PSOE se quedó a una concejalía -sumando sus diez a las tres de ZeC y las dos de Podemos- de la alcaldía, y su cabeza de lista, Pilar Alegría, renunció a liderar la oposición municipal para encabezar el Ministerio de Educación en Madrid, previo paso por la Delegación del gobierno español en Aragón.
Estos resultados de las izquierdas ‘a la izquierda del PSOE’: tres concejalías de ZeC, dos de Podemos, y ninguna de CHA -que se quedó a escasos votos de repetir sus dos-, parecían un castigo electoral por no presentarse conjuntamente, pasando en conjunto de once a cinco. Aunque quizá tuviera la misma influencia en la perdida de votos la brutal campaña de los medios de comunicación derechistas contra el gobierno de ZeC, y contra las izquierdas ‘a la izquierda del PSOE’ en general.
Desde el primer momento el alcalde Jorge Azcón, que a diferencia de ZeC tiene a los medios de comunicación derechistas entre sus más firmes aliados, solo ha tenido dos objetivos de gobierno: favorecer a sus familiares y amistades del PP económicamente, y asegurarse un sueldo como profesional de la política. A un año de terminar su legislatura Azcón puede presumir de haberlos conseguido: ha regado de euros a su familia y amigos vía pelotazos urbanísticos, y se ha asegurado un sueldo público al hacerse con la presidencia del PP en Aragón y optar a la presidencia de la DGA, así Azcón prácticamente se asegura vivir toda su vida laboral hasta la jubilación de un sueldo público.
A pesar de tener a un Azcón y un PP ‘a lo suyo’: enriquecer a su gente, a veces legalmente y otras no -con sentencias judiciales firmes-, un Cs en descomposición, y un ultraderechista Vox alborotando con sus obsesiones contra los Derechos Humanos, puede que el electorado de derechas ‘perdone’, como suele hacer, las fechorías de sus partidos y no les suponga perdida de votos. A las derechas les sale gratis, también electoralmente, robar, recortar servicios públicos, o destruir los derechos sociales conquistados por todes, todas, y todos.
Mientras, el PSOE en Aragón continúa con su deriva liberal y españolista con un Lambán más preocupado en insultar, día sí y día también, a nuestras vecinas, poner alfombra roja -condiciones particulares, excepcionales, y muy ventajosas- a las grandes multinacionales que están destruyendo nuestro territorio con molinos, purines o ensoñaciones olímpicas, reforzar su liberalismo con el eufemismo de colaboración público-privada (traspaso de fondos públicos a manos privadas), o presumir de gestión sanitaria y educativa cuando las estadísticas sitúan a Aragón a la cola de Europa en los indicadores de ambos sectores. El PSOE de Zaragoza se declara lambanista convencido, por lo que comparte estas políticas. Y, a pesar de estar radicalmente alejadas de las propuestas de un partido socialdemócrata, seguramente, tampoco les supondrá desgaste electoral, pues la parroquia zaragozana del PSOE también es muy de ‘perdonar’ fechorías.
Cabe destacar que los medios de comunicación derechistas se encuentran ahora ante un win a win: apoyando a Azcón y Lambán se garantizan un flujo constante de dinero hacia sus cuentas y las de sus empresas amigas, ya saben, el que tiene madrina se bautiza.
El llamamiento de ZeC: “Nos une la Zaragoza que queremos ¿caminamos juntas?”
“Hacemos un llamamiento a la unidad a la izquierda para formar una candidatura única”, explicó Rosa Sánchez, portavoz de ZeC, en el acto celebrado en el parque del Tío Jorge de Zaragoza, “nos jugamos un espacio amplio para que todos los vecinos sean tratados por igual en una ciudad en la que se están construyendo redes clientelares y se está destruyendo el tejido asociativo”.
La intervención de Sánchez dio paso a la lectura del manifiesto:
Hace siete años, un proceso participativo nacido de la voluntad colectiva impulsó una plataforma municipalista, formada por vecinos y vecinas que querían sumarse a un proyecto con el objetivo de ganar Zaragoza para su gente. Zaragoza en Común se conformó a partir de esa invitación a la ciudadanía y construyó un proyecto colectivo, entrando a gobernar el Ayuntamiento de nuestra ciudad con honestidad, transparencia y responsabilidad, para avanzar en una Zaragoza más igualitaria, en la que todas las personas y barrios importen lo mismo.
Mucho ha sido el camino andado desde entonces. Una legislatura gobernando en minoría y tres años trabajando desde la oposición, desde donde seguimos fieles a estos valores y abriendo puertas a la ciudadanía en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Soportamos un gobierno de derechas que, bajo la influyente sombra de la extrema derecha, está desmantelando los servicios públicos y rompiendo todo proceso de participación ciudadana, empeñado en la reconstrucción de redes clientelares, con proyectos rimbombantes y falsos, dedicados a las élites, frente a las necesidades olvidadas de los barrios populares. Un gobierno de derechas que esquilma la ciudad y la pone al servicio de unos pocos intereses particulares y beneficios privados, eliminando cualquier posibilidad de ofrecer un futuro digno para toda la gente que la habita.
Esta es la realidad ante la que nos encontramos. Y el peligro de continuar ahondando en esa dirección es evidente. En este tiempo donde palabras como “libertad” son hurtadas de su sentido, reclamamos, junto a ella, otras que nos son propias y que intentamos vivir desde nuestro compromiso social. Entre esas palabras, es urgente rescatar una especialmente necesaria. La palabra unidad. Unidad ciudadana y unidad política en defensa de lo que es de todas las personas.
Desde Zaragoza en Común, entendemos el grito de la ciudadanía que nos reclama ese trabajo común. Un clamor entre vecinos y vecinas que nos obliga a las organizaciones a escucharlo y a trabajar aportando lo mejor de nosotras en la construcción de ese espacio. A trabajar bajo la firme convicción del trato igualitario, democrático y participado, sabiendo que si bien ninguna somos imprescindibles, sí que todas somos necesarias.
Este es un llamamiento a dar un paso hacia una confluencia política para las próximas elecciones municipales del 2023, un mensaje lanzado con el fin de construir ese espacio que agrupe y recoja la diversidad social y política de nuestra ciudad, que apoye una perspectiva de transformación social a favor de las personas. Una confluencia de personas e ideas, feminista, ecologista, horizontal y transparente, con decisiones, espacios y tiempos consensuados, inclusivos u adaptados a los ritmos de quienes participan en ella, con protagonismos diversos y corales.
Sabemos que recuperar y mantener ese espacio común no es fácil, que han existido desencuentros y frustraciones. Pero también hemos conocido ilusiones y proyectos colectivos, entendimientos y trabajo conjunto. Tenemos, sobre todo, la seguridad de que este paso es necesario para el bien común, que debemos construirlo y podemos hacerlo, reconociéndonos todas. Queremos tejer un espacio transversal que favorezca un proceso amplio de consenso político y social, y volver a situar la toma de decisiones en las gentes de esta ciudad, en lugar de en quienes pretenden adueñarse de ella y las organizaciones políticas a su servicio.
Por ello, hacemos un llamamiento a quienes se oponen a las actuales políticas antisociales, dirigiéndonos la sociedad civil organizada en asociaciones y movimientos y, sobre todo, a las vecinas y vecinos de Zaragoza a los que la vida se les pone difícil y a quienes la navegan con más calma; a partidos políticos y a sindicatos. Porque otro futuro es posible, un futuro mejor, una ciudad más abierta, más solidaria, más sostenible, más justa, una ciudad de las personas que viven en ella y no solo de los poderosos.
Debemos sumar voluntades para hacer realidad una candidatura única al Ayuntamiento de Zaragoza y construirla entre todas las personas. Una candidatura democrática, diversa, colectiva y transparente, donde nos reconozcamos todas, organizaciones, movimientos y ciudadanía, promovida desde abajo, desde el trabajo común y mediante procesos participativos en los que confluyan todas las izquierdas. Trabajando desde la Zaragoza que nos une para lograr un futuro que será de todas o no será de ninguna. Un futuro que nos espera y nos demanda.
“Todo está por hacer, // por inventar y alegrar, // por nacer. // Hay que volver a empezar // y descubrir como nueva la explosión primaveral.”
Gabriel CELAYA “Todo está por inventar”

Entonces ¿es posible una única candidatura conjunta de las izquierdas ‘a la izquierda del PSOE’ en Zaragoza?
Es posible, pero muy complicado que fructifique, pues ya cuenta con la negativa de CHA y Podemos.
En ese sentido, Chuaquín Bernal, candidato a la alcaldía por CHA señalaba que “Chunta quiere que sus siglas estén en 2023. Estamos convencidos de que vamos a volver, y al resto de la izquierda la esperamos para revalidar una mayoría de más de 16 concejales en Zaragoza”, pero alertaba de que “solo hay espacio para dos candidaturas a la izquierda del PSOE”, en alusión a superar el corte del 5% del voto, y añadía que “la crisis de ZeC y la salida de Podemos hace cuatro años nos afectó a todos. Aquello no solo fue malo para Chunta, sino para la ciudad”, que sin embargo animaba a Podemos y ZeC a confluir entre ambas formaciones, “la izquierda tiene que hacer los deberes”, enfatizaba.
Por su parte, Podemos, aseguraba “no estar cerrados a confluir”, pero sí a hacerlo con una coalición de partidos, y apostaba por un ‘Frente Amplio’ como el que promueve la ministra de Trabajo Yolanda Díaz. “Un partido político no es un espacio neutral donde encontrarse”, explicaban, para añadir que “nuestro planteamiento es el de un 'frente amplio', y eso supone poner el foco no tanto en los partidos como en las personas, en buscar los perfiles que puedan dar lugar al mejor gobierno”.
Parece pues ciertamente difícil que el electorado zaragozano cuente con una única lista conjunta de las izquierdas ‘a la izquierda del PSOE’ para 2023. Pero nada es imposible, por que un año es mucho tiempo, y mientras podemos llegar a vivir desde nuevas pandemias, hasta invasiones militares de potencias nucleares, pasando por crisis energéticas globales por desabastecimiento que vuelvan a cambiar el tablero político por completo, veremos.