A veces se consiguen victorias. El BOA del 12 de agosto traía la resolución negativa para la DIA de la macrovaquería de Torralba que la organización Ecologistas en Acción llevaba tiempo denunciando.
Así, se hace oficial la resolución de 19 de abril de 2022, del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental para el proyecto de construcción de una explotación ganadera de cebo de vacuno con una capacidad de 20.000 plazas en el término municipal de Torralba de Aragón, en la Comarca de Os Monegros.
Son 8 páginas que concluyen en un párrafo final donde se formula declaración de impacto ambiental “Incompatible” en base sobre todo al informe vinculante de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que no autoriza la toma de aguas.
También indica este párrafo que aumentarían de forma notable las emisiones difusas a la atmósfera por la cría de los animales, la gestión del estiércol y el incremento de gases de efecto invernadero por el tránsito de vehículos pesados.
“Se pone fin de este modo a un proyecto de macrovaquería industrial muy perjudicial para el territorio que llevábamos tiempo denunciando desde Ecologistas en Acción”.
Este proyecto conllevaba un cambio brutal en la forma de desarrollarse las explotaciones ganaderas que se han venido ubicando en el territorio aragonés. El proyecto para el que se pedía autorización proponía un sistema similar al denominado FEEDLOT, habitual en países del cono sur, Canadá, USA, Nueva Zelanda o Australia, basado en la utilización de grandes superficies de terreno directamente sobre el suelo y sin cubierta.
En abril de 2021, Ecologistas en Acción denunciaba en AraInfo que este sistema provocaría que las deyecciones y las precipitaciones vayan directamente al suelo, al acuífero, o a terrenos adyacentes por escorrentía.
En caso de episodios de lluvias intensas (primavera lluviosa, tormenta fuerte, nevadas copiosas, etc.. ), los excrementos y la lluvia pueden generar una mezcla o purín muy voluminoso que podría escapar del sistema previsto e incluso llegar al canal de Monegros con el que colindaría la explotación. “No hay que olvidar que de este canal se abastecen poblaciones aguas abajo para consumo de boca”, explicaban el pasado año.
De hecho, este proyecto ya incumplía de base la política europea de bienestar animal, pues se pretende ubicar a los animales en corrales al aire libre sin protección frente a la meteorología que en esta parte de Aragón supone exposición a lluvias intensas, pedregadas, olas de calor, etc.
Por último, el grupo ecologista denunciaba que el sistema de compostaje y la presencia de un número tan elevado de animales sería un importante foco de emisión de contaminantes y gases de efecto invernadero a la atmósfera y de molestias por olores en los pueblos de la comarca.
