Un poblado medieval y una ermita del siglo XV de Aragón en peligro de destrucción

Se trata de dos construcciones muy distintas y separadas en el tiempo, pero les une el estado de abandono total en que se encuentran, una en la comarca de la Ribagorça y la otra en el Xiloca

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El castillo y despoblado de El Mon. Foto: Hispania Nostra.

El ingente patrimonio cultural de Aragón incorpora dos valiosos elementos más a la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra. Se trata de dos construcciones muy distintas y separadas en el tiempo, pero les une el estado de abandono total en que se encuentran.

Son el castillo y despoblado de El Mon, en Perarrúa, en la comarca de la Ribagorza, y la ermita de San Bartolomé, en Villalba de los Morales en la comarca del Xiloca. Con ellos, son ya 115 elementos patrimoniales aragoneses en peligro incluidos en el citado listado.

Su pésimo estado de conservación les ha llevado a ser incluidas en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

Para llegar al castillo y despoblado de El Mon hay que recorrer un sinuoso y empinado camino de tierra. Se encuentra ubicado en un enclave majestuoso que ofrece unas espléndidas vistas. A pesar de que los primeros textos escritos son de mediados del siglo VI, El Mon de Perarrúa es de origen romano. En el siglo VIII, bajo el dominio musulmán, se construyó el complejo defensivo denominado “Qasr Muns”, es decir, Castillo en el monte; que pasó a pertenecer al Reino de Aragón en la conquista cristiana.

La primera mención documentada que se tiene del castillo es del año 1017, cuando Sancho el Mayor entró en la Ribagorza. Situado dominando el valle del río Ésera y, bajo su protección, se fueron desarrollando diferentes núcleos de población como El Mon, Arués, Ribera y San Martín.

La fortaleza se ubica en un alargado peñasco, con defensas naturales en varios de sus costados que la hacen prácticamente inaccesible. Cabe destacar que su torre fue de las más grandes y sólidas de todo el condado; no obstante, hoy en día, sólo se conserva la mitad de ella. A su lado se encuentra la iglesia dedicada a San Vicente, que data del siglo XVIII, aunque su origen debió ser románico.

Durante el siglo XX El Mon mantuvo un total de once casas abiertas, contando con 45 habitantes en el año 1940. Actualmente, las viviendas situadas bastante dispersas unas de otras, están devastadas.

Se accede a la fortificación a través de un camino empedrado que llega a la puerta del recinto, ubicada junto a la torre. Esta es sutilmente elíptica y con forma de tronco de cono. Sus muros tienen un notable espesor, llegando en algunas zonas a los dos metros; así como, posee una base maciza sobre la que se elevaría una planta con funciones de almacén. Sobre ella se levantaba la planta de entrada de la que se conservan tres vanos y, sobre esta, la planta defensiva de la que únicamente queda un ventanal.

En cuanto a la iglesia de San Vicente, ubicada dentro del recinto defensivo, posee una planta de cruz latina y en su interior quedan restos del coro, baptisterio y algunas tumbas. Además cuenta con algunos elementos del altar mayor, dos capillas laterales y presbiterio; así como, las paredes están ornamentadas con pinturas de temática vegetal dedicada a la fecundidad.

La ermita de San Bartolomé

La ermita de San Bartolomé se encuentra emplazada a las afueras de la localidad de Villalba de los Morales, actual pedanía de Caminreal junto a la carretera de entrada a la población.

El edificio religioso consta de una sola nave con tres tramos y dos arcos perpiaños, realizados en mampostería y cantería, con cubierta de madera a doble vertiente. La portada, de medio punto, aparece en el lado de la epístola. En el hastial del lado oeste hay tabicado otro arco fajón apuntado. La ermita tiene al sur, de forma anexa, un conjunto de edificaciones construidas en mampostería en una composición arcaica. En el interior se conservan dos pinturas de dos leones sobre fondo negro.

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Ermita de San Bartolomé. Foto: Hispania Nostra.

El edificio se encuentra en situación límite y al borde de la ruina total. Los muros exteriores mantienen la estructura del edificio todavía visible, pero el techo ha colapsado completamente, llenando de ruinas el interior del edificio. Se mantienen en pie dos de los tres arcos perpiaños divisores de los tramos. El tramo oeste del edificio y el tercer arco divisorio prácticamente han desaparecido, a causa del abandono. Ha crecido vegetación en su interior.

No se descartan acciones de expolio, pues toda la decoración interior y mobiliario ha desaparecido.

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Ermita de San Bartolomé. Foto: Hispania Nostra.

Lo más probable es que la ermita de San Bartolomé fuese construida en el siglo XV por la tipología arquitectónica gótico-mudéjar que presenta. Los mudéjares fueron aquellos musulmanes a los que se les permitió seguir viviendo en el territorio conquistado por los cristianos durante la Reconquista. Aragón es una de las zonas de la península donde destaca especialmente la mano de obra islámica y las construcciones en estilo mudéjar, como bien atestigua este edificio religioso.

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