Un homenaje pendiente: los batallones de trabajadores forzosos que reconstruyeron Teruel

Aunque el caso más conocido es el del Valle de los Caídos también fueron utilizados presos para la reconstrucción de Teruel, el sur de Aragón y sus infraestructuras. Este viernes las derechas bloquearon la construcción de un memorial en honor a todos ellos.

Teruel
Imagen de Archivo de Teruel de EMT.

Tras el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936 Aragón quedó dividido en dos mitades. Ambas sufrieron intensos y sistemáticos bombardeos durante la guerra civil a consecuencia de su interés estratégico durante la contienda, lo que provocó unas consecuencias desoladoras en nuestro territorio, especialmente en Teruel.

En 1937 se produce una campaña de bombardeos en la retaguardia republicana de todo Aragón apoyada por la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria italiana, y la ciudad de Teruel sufre uno de los más cruentos. En 1938 tiene lugar la Batalla de Teruel, que agrava tal devastación y ruina.

Finalizado el conflicto bélico llega el momento de la reconstrucción y desescombro de las ruinas causadas. Se empleó a integrantes del bando derrotado para esta tarea y también para la construcción de nuevas infraestructuras.

Gracias al trabajo de decenas de miles de presos esclavos del franquismo, entre 1940 y 1962 pudieron reconstruirse una gran parte de las infraestructuras que quedaron destrozadas a lo largo del territorio español durante la guerra civil: carreteras, canales, aeropuertos, obras hidráulicas o vías férreas.

El caso más conocido es el levantamiento de la basílica del Valle de los Caídos, en el que 12.000 presos políticos fueron sometidos a trabajos forzosos y en donde muchos encontraron la muerte.

Se ocultaba entonces el coste humano de la reconstrucción de estas infraestructuras en las que durante su ejecución muchos prisioneros murieron de hambre, frio o agotamiento, cuando no de palizas y torturas. Miles de presos políticos fueron movilizados.

También fueron utilizados presos para la reconstrucción de Teruel y sus infraestructuras, donde igualmente soportaron frio, hambre y agotamiento en los duros inviernos, e incluso pagaron con su propia vida los trabajos para Regiones Devastadas en ciudad y provincia.

Existe una memoria ocultada y menospreciada que obliga a hacer un esfuerzo por conocer la tenebrosa realidad de estas personas que fueron represaliadas por defender la legalidad y las libertades de la II República.

Teruel
Imagen de archivo de Teruel de EMT.

El Parque de Los Fueros

Recientemente el Ayuntamiento de Teruel editaba una guía como recurso didáctico en relación a diferentes “itinerarios de la naturaleza” en el parque de Los Fueros. En ella se hace mención a la historia de este parque municipal.

El espacio que actualmente ocupa el parque era un barranco que fue rellenado en los años 40 con los escombros procedentes del casco histórico de la ciudad, devastado por las consecuencias de la guerra civil en la ciudad. Como la propia guía relata, así fue proyectado por Regiones Devastadas, considerando que este espacio era el adecuado para depositar la enruna y nivelar la superficie, aunque finalmente el material depositado no fue suficiente para su colmatación y dio lugar a la orografia actual que hoy ocupa el parque.

La guía del parque de Los Fueros editada por el Ayuntamiento de Teruel homenajea de manera explícita a “esas personas anónimas, o no tanto, que cargaron los camiones, es decir quienes realizaron los denominados jornales sin ser su voluntad” en alusión directa a los Batallones de Trabajadores que participaron en la reconstrucción de Teruel.

Y es que tras la guerra civil, el bando vencedor estableció su memoria y condiciones. Ya en 1938 se impusieron trabajos forzados a presos políticos como mano de obra esclava. Además de los campos de concentración franquistas se crearon batallones de trabajadores para la “redención” de penas de prisión y muerte.

Aunque muchos campos de concentración cerraron en 1939 otros continuaron. Se produjeron muchas ejecuciones. También fueron enviados a prisiones y unidades de trabajos forzados. Otros corrieron mejor suerte y fueron puestos en libertad condicional. Seguramente los menos, pues el objetivo del nuevo régimen era extender la explotación laboral de los “vencidos” como esclavos en Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, como fueron conocidos a partir de 1940. La llamada “mili de Franco” contaba por aquel año con 47.000 hombres a los que hay que sumar otros en otras unidades dependientes del Patronato de Redención de Penas por Trabajo.

En 1944 los diferentes sistemas de redención de penas –reformulados de nuevo- llegan a gestionar el trabajo esclavo de cerca de 30.000 presos políticos. Se levantó una estructura piramidal de explotación laboral sobre la base de la explotación laboral que benefició tanto al Estado como a numerosos particulares. Un sistema punitivo que humilló a los perdedores y generó plusvalías a los afectos al régimen.

Teruel
Imagen de archivo de Teruel devastado por la Guerra Civil proporcionada por EMT.

Teruel, Mediana, La Puebla o Torrevelilla

Se establecieron áreas destruidas por la guerra y se identificó a los responsables de tal situación. Se crearon las Direcciones Generales de Regiones Devastadas y la de Arquitectura, y se utilizó mano de obra esclava para la reconstrucción arquitectónica del país. Aquellas localidades que sufrieron un grado superior de destrucción al 76% fueron incorporadas en estos programas, que también incluyeron futuros ensanches de expansión. En Aragón fueron las de Teruel, Mediana de Aragón, La Puebla de Híjar, Torrevelilla...

El general franquista Muñoz Grandes ya lo anunció en 1940: “lo que más urge es rehacer el suelo patrio, deshecho brutalmente por las hordas marxistas que, impotentes para contener nuestro avance arrollador, solo con la destrucción y el crimen pudieron satisfacer el inconcebible espíritu satánico que había de probar bien a las claras qué poco les importaba España”.

Como diferentes ejemplos señalamos la construcción de acequias, canales, pantanos, túneles o carreteras (acequias de Zuera, canales de Bardenas y Monegros, embalses de Barasona, Mediano, Guara y Yesa, el túnel de la Sierra de Alcubierre en Castejón de Monegros, carreteras de Bisaurri, Benasque, Lascuarre y Canfranc).

También fueron obligados a trabajar en la mejora de líneas de ferrocarril como son los tramos entre Zaragoza y Madrid, Lleida o Tarragona, el ferrocarril minero entre Andorra y Samper de Calanda, en industrias y minería como la extracción de hierro en Sierra Menera, en la extracción de carbón fueron empleados hasta 325 presos desde 1942 entre Montalbán y Utrillas, en trabajos forestales, recuperaciones de vehículos y material de guerra, aeródromos y otra obra pública. Incluso para la producción agrícola particular como “producción de interés nacional”, como en el caso del Bajo Aragón turolense, donde fueron utilizados para varear olivas.

Entre las empresas de propiedad privada de afectos al nuevo régimen que emplearon a estos esclavos destacan Maquinista y Fundiciones del Ebro o Minas y Ferrocarriles de Utrillas, SA (MFU) que se benefició con 200 hombres.

Teruel
Imagen de archivo de la Catedral de Teruel y la Casa Consistorial antes de la reconstrucción. Foto: EMT.

Canfranc, Jaca y Escalona

Los batallones de Canfranc, Jaca y Escalona fueron empleados en labores de fortificación militar de la línea defensiva de los Pirineos, y se utilizó también mano de obra forzosa para la reconstrucción de cascos urbanos como los de Huesca, Sabiñánigo, Mediana de Aragón, Quinto de Ebro, Fraga, Puebla de Abortón o Teruel, y el nuevo pueblo de Belchite.

En la provincia de Teruel existian a finales de 1939 batallones de trabajo en Aguaviva, Alcañiz, Alcotas, Bezas, Caminreal, Cella, Cretas, La Puebla de Híjar, Rubielos de Mora, Sarrión, Teruel y Valderrobres.

En Teruel se movilizaron personas fichadas o presas en esos Batallones de Trabajadores para realizar trabajos de desescombro de la ciudad, en ruinas por los efectos de la guerra, reconstrucciones y construcción de obra pública e infraestructuras nuevas. Llegaron a estar en nuestra ciudad unos 300 hombres.

Regiones Devastadas empleó para los trabajos de reconstrucción de la ciudad de Teruel unas 250 personas de manera estable, ya desde los primeros años de posguerra ese numero fue elevado, en torno a 200 hombres.

Desde Espacio Municipalista valoramos esa necesidad de conocimiento de los hechos por la sociedad turolense y su reconocimiento público y homenaje a esos hombres que contribuyeron a la reconstrucción de Teruel y en la expansión de la ciudad.

Muchos de estos presos que integraban los batallones disciplinarios los trajeron de fuera. Trabajaron de manera forzada desescombrando un casco histórico destrozado tras la guerra, volviendo a levantar edificios e infraestructuras, así como construyendo nuevas en los ensanches de la ciudad.

El Convento de Capuchinos

No es mucha la información que se tiene sobre los trabajos que realizaron estos presos, pues pese a ser en cierta medida conocido que fueron utilizados éstos durante la reconstrucción de la ciudad, poco o nada se ha escrito sobre ellos. Se cree que pudieron trabajar en todos o gran parte de los proyectos de Regiones Devastadas, aunque no existe una relación de trabajos que realizaron.

Multitud de trabajos físicos que imprimen el carácter en la ciudad de hoy. Estos prisioneros incluso tuvieron que acondicionar con sus propias manos el Convento de Capuchinos, lugar que sirvió como cárcel y en el que fueron recluidos estos batallones de castigo.

Pudieron haber sido empleados en construir el nuevo Mercadillo del Ensanche y el Parque de Los Fueros, la Escalinata del Cementerio, el Edificio de La Colmena y otros en el Ensanche, desescombrando y levantando el nuevo Seminario, erigir nuevas barriadas en la Carretera de Alcañiz y Cuevas del Siete, el antiguo Gobierno Militar, la remodelación de la Glorieta, la Plaza de San Juan y el Palacio que alberga los Juzgados, la Diputación Provincial y demás edificios oficiales, la Calle Yagüe de Salas y la Plaza de Santiago así como el hoy denominado Colegio Pierres Vedel.

Teruel
Catedral de Teruel. Foto: Turismo de Aragón.

En cuanto al patrimonio monumental, fuertemente afectado, también fue objeto de trabajo desde Regiones Devastadas, y según los trabajos publicados en este campo se restauraron la Iglesia de San Miguel y los Arcos, las obras de la Catedral, que también se había visto afectada, iglesias de San Andrés y Santa Clara, el edificio de las Carmetilas que hoy alberga la DGA, el edificio del Círculo de Recreo Turolense, el antiguo Instituto de Higiene que hoy alberga el Servicio Provincial de Sanidad, el Hospital Provincial o la Casa Consistorial.

Desde el Grupo Municipal de Espacio Municipalista consideramos que Teruel tiene pendiente un homenaje a aquellos presos que trabajaron como esclavos en la reconstrucción de la ciudad después de la devastación de la guerra.


El viernes 29 de enero, el grupo llevó a pleno este homenaje apoyado por IU, CHA, PSOE y el propio EMT. Sin embargo, el rechazo de las derechas de Vox y PP (con el voto de calidad de la alcaldesa, Emma Buj) y la abstención de Ciudadanos y PAR, impidió que la propuesta del reconocimiento y la construcción de un monumento memorial salieran adelante.

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