Representantes de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, ANSAR, SeoBirdLife y Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF) han entregado este viernes un escrito a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el que demandan la paralización "inmediata" de las obras que se están realizando en el Soto de la Alameda en el término de Sobradiel y la suspensión de los próximos curage previstos. También piden una reunión urgente con la presidenta de la CHE.
En el escrito, denuncian que en diferentes sotos del valle medio del Ebro se está ejecutando, por parte de la CHE, "un programa experimental denominado curage que lleva consigo la apertura de canales o pasillos en las márgenes del río, eliminando la vegetación existente". Todo ello, "con el supuesto objetivo de favorecer el transporte de sedimentos y dar más salida a las aguas en caso de avenidas y salvaguardar de esta forma los núcleos urbanos".
Para los colectivos firmantes la técnica desarrollada en los sotos de Alfocea, El Tambor de Sobradiel y en la actualidad en el de La Alameda en la misma localidad, es "injustificada y contraproducente" ya que "afecta a la integridad de la masa vegetal, aumenta la insolación y la sequedad y rompe la inercia térmica que ofrece la vegetación además de destruir la oportunidad de refugio para la fauna".
En su opinión, "estas actuaciones están suponiendo la eliminación de los estrechos y escasos sotos que perviven, tras la construcción en épocas pasadas de motas, escolleras que protegen en muchos casos urbanizaciones ilegales o mal ubicadas y campos de cultivo situados en algunos de los casos en antiguos sotos que fueron talados".
Asimismo, señalan que "estos curage, aunque pueden ser técnicas viables en según qué zonas y debidamente proyectadas y ejecutadas, pueden provocar la fragmentación de hábitats, una de las causas de pérdida de biodiversidad y extinción de especies, aspecto que preocupa a nivel planetario. En un momento de emergencia climática estas masas boscosas también contribuyen a atenuar el cambio climático".
Del mismo modo, consideran "imprescindible" disponer de un estudio previo específico de la biodiversidad (con especial atención a la fauna) y aspectos ecológicos, así como de los efectos previstos sobre la hidrogeomorfología en la zona. También de un programa de vigilancia ambiental de estos aspectos durante las obras y de un seguimiento posterior que evalúe los cambios y evolución producida, "no avanzando en la ejecución de las mismas hasta que no se obtengan resultados concluyentes del seguimiento".
"Debido a la reducida distancia a la Red Natura 2000, se considera necesaria una evaluación específica de los impactos a los valores ambientales por los que fueron declarados Red Natura", añade el escrito.
"La actual intervención que se está realizando en el Soto de Sobradiel ni siquiera amenaza a ninguna localidad y a pesar de la amplitud de las obras en el soto, la reducción sobre el nivel de las aguas es muy probable que resulte insignificante. Habría que disponer de estudios y modelos que determinen unas predicciones previas y que puedan corroborarse también mediante el seguimiento posterior", advierten.
Por todo ello, las organizaciones firmantes piden que no se siga invirtiendo dinero público en estas obras "mientras no quede debidamente demostrado que sirven para lograr el objetivo perseguido y sin unos impactos y efectos colaterales sobre la ecología, la biodiversidad o la geomorfología fluvial inaceptables".
"Como ya ha sido recogido en numerosos documentos científicos, sólo devolviendo el espacio que hemos arrebatado al río podremos prevenir algunos de los problemas asociados a las inundaciones. Sería la mejor solución a estudiar y habría que trabajar por hacerla posible en todas las ocasiones que se pueda", concluyen.
El pasado mes de septiembre, Amigos de la Tierra pidió a la Comisión Europea que no financie la intervención de la CHE en los Sotos del Ebro.