Se cree que existe una pequeña población dispersa en diferentes núcleos distribuidos en la franja noroccidental del país, en la frontera entre Aragón y Nafarroa “pero sin que se pueda determinar el número exacto de la presencia de la especie”, aseguran desde la DGA, que recuerda que el centro de L’Alfranca participa en la reintroducción de esta especie
