El Moncayo soriano bien merecería un capítulo específico a la hora de hablar de afecciones al medio natural. En esta comarca, Ólvega es la capital de las infinitas demandas de agua y de las industrias contaminantes que, desde un discutible modelo de desarrollo industrial y de creación de empleo, acompañado de una cierta dosis de indiferencia social, acumula un amplio catalogo de iniciativas que se encuentran en el extremo opuesto del desarrollo sostenible.
