Se incendia un autobús urbano de casi 18 años de antigüedad en pleno centro de Zaragoza

Un autobús de la línea 24 de Avanza Zaragoza se convierte en una bola de fuego, por lo que las personas que iban en él y el conductor tuvieron que salir corriendo de su interior. Había pasado hace cuatro días una revisión en el taller y este mismo miércoles se había realizado una limpieza de motor.

Bus calcinado este miércoles en Zaragoza
Bus calcinado este miércoles en Zaragoza | Foto: CUT

Un incendio este miércoles ha calcinado totalmente el vehículo municipal. Se ha producido a la altura de una de las paradas que la línea 24 tiene en la céntrica avenida del Tenor Fleta de Zaragoza. El autobús nº 4572 de la marca Iveco, y que este mismo mes sobrepasaba ya la antigüedad de los 17 años y medio (su puesta en servicio data del 13 de octubre de 2005), se ha convertido en apenas unos segundos en una auténtica bola de fuego de la que conductor y personas pasajeras han tenido que escapar corriendo.

A causa del fuego, han resultado afectados tres vehículos estacionados en la vía y la fachada del número 126 de esta calle.

El sindicato CUT en Avanza Zaragoza ha vuelto a denunciar “una vez más” el incendio de otro autobús urbano durante la prestación del servicio, “lo que por desgracia hemos tenido que venir señalando sistemáticamente a lo largo de los últimos años”.

La empresa Avanza, que gestiona el servicio de autobús urbano de Zaragoza, ha manifestado que aplica un mantenimiento preventivo "escrupuloso" a todos los vehículos de la flota y que se ha intensificado el mantenimiento en los autobuses de mayor edad. Asimismo, ha indicado que el vehículo siniestrado había pasado hace cuatro días una revisión en el taller y este mismo miércoles se había realizado una limpieza de motor.

El vehículo siniestrado supera ampliamente la edad límite de servicio, establecida legalmente en los 16 años. Sin embargo, Avanza-ADO y Ayuntamiento de Zaragoza continúan incumpliendo su propio contrato al mantener en circulación hasta tres series de autobuses que inicialmente estaban formadas por 71 unidades, entre vehículos rígidos y articulados.

Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha señalado que en relación con la edad, este vehículo “sí cumplía con las condiciones del contrato” ya que fue modificado tras la decisión de electrificar la flota completamente y ante la necesidad de tener que esperar a que los nuevos autobuses fueran suministrados. El proveedor se está retrasando en la entrega de las unidades previstas por la crisis de suministros. El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha solicitado a la empresa que se investiguen en profundidad las causas del siniestro.

Quejas durante toda la legislatura

El próximo mes de septiembre, otros 15 autobuses (serie 4462 a 4476 de la marca Mercedes-Benz) cumplirán la edad límite de 16 años de prestación de servicio. “Si no se toman medidas urgentes, la situación todavía puede empeorar y llegar a límites nunca vistos”, denuncia el sindicato CUT.

La situación actual es tan grave, que incluso el servicio de transporte de personas de movilidad reducida severa (microbuses PMRS) se ve afectado al tener 6 del total de 10 microbuses caducados. En unos meses, más del 26% de autobuses que prestan servicio en Zaragoza sobrepasarán el límite contractual de 16 años de antigüedad.

Por todo ello, desde el sindicato CUT, como primera medida exige al Ayuntamiento de Zaragoza el cese inmediato de la actividad de los autobuses del mismo modelo que el siniestrado, así como que toda su serie (4546 a 4584) sea dada de baja y apartada definitivamente del servicio.

Con relación al autobús calcinado, CUT recuerda que el citado vehículo no debería haber estado prestando servicio en la línea 24, ya que se trata de un autobús rígido de 12 metros, siendo la línea 24 (la que más pasajeros transporta de toda la red) una de las que debe circular con autobuses articulados de 18 metros, según está establecido por el propio Ayuntamiento de Zaragoza.

Según el sindicato, una parte de los autobuses articulados se encuentran en las cocheras municipales parados y a la espera de reparación. Sin embargo, otros autobuses estándar de 12 metros tienen que cubrir sus servicios. Esto además origina desajustes en las frecuencias de la línea, al circular estos vehículos simples con su aforo completo en numerosos intervalos del día. Numerosos pasajeros y pasajeras “quedan tiradas diariamente en las paradas, a la espera de que, con un poco de suerte, puedan acceder a alguno de los autobuses que pasarán posteriormente”, recuerdan.

Achacan estos problemas al “desgobierno y la precariedad” en Avanza Zaragoza.

El sindicato también informa de que estas situaciones, además de afectar a los vehículos, también parece estar incidiendo directamente en la salud de los conductores y conductoras. Algo más del 10% de la plantilla trabajadora de la empresa se encuentra actualmente en baja médica por trastornos mentales (estrés, ansiedad, depresión, etc.).

La situación de tensión que vive el servicio es tal que se están dando casos en los que conductores y conductoras que han rechazado autobuses que presentaban averías de diversa índole “han sido visitados por diversos cargos de la empresa” para presionar para continuar prestando servicio con los autobuses averiados y “ante la negativa mostrada por los conductores afectados, los mandos empresariales han llegado a relevarles del servicio e incluso insinuar posibles consecuencias a los conductores afectados, lo que ha derivado en cuadros clínicos de ansiedad y baja médica en alguno de los trabajadores víctimas de esta situación”.

En palabras de CUT, el servicio continúa “languideciendo” y episodios como el incendio “comprometen su propia seguridad”. Acusan, como llevan haciéndolo toda la legislatura, a la responsabilidad directa del Gobierno municipal de PP-C’s, con Natalia Chueca a la cabeza del área de movilidad y servicios públicos, “en perfecta comunión con la multinacional Avanza-ADO, a la que a la vista de los acontecimientos, le queda muy grande Zaragoza”.

Denuncian también la “propaganda” del proceso de electrificación de la flota de autobuses, que actualmente se encuentra asediado por los continuos problemas en vehículos y equipos eléctricos de carga. Este proceso se ha ralentizado hasta casi detenerse; sobre todo, la llegada de nuevos autobuses que deberían haber sustituido ya hace casi dos años a los cada vez más viejos de la flota municipal.

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